César Vázquez Fariña llegó a Cantabria en junio del 2007, con ocasión de su ascenso a Capitán. Posteriormente, en el año 2017, ascendió a Comandante, y, como él relata, «tuve la suerte de continuar destinado en la Zona de la Guardia Civil en Cantabria, haciéndome cargo de varias unidades administrativas y de investigación hasta el año 2025, en el que con motivo de mi edad he pasado a la situación de retirado».
Ha estado casi 18 años como Guardia Civil en esta Comunidad Autónoma y, sobre su vinculación a la gestión de agresiones al personal sanitario, fue a finales del 2017, con ocasión de la aplicación de la Instrucción nº3 de la Secretaría de Estado de Seguridad. Se le asignó el trabajo de Interlocutor Policial Territorial Sanitario y la misión de poner en marcha las medidas y protocolos de referencia en dicha Instrucción, que son muchas y muy variadas. Para ello, y según sus palabras, «conté con la entusiasta colaboración de las diferentes Unidades de la Guardia Civil desplegadas por el territorio demarcación de Guardia Civil de Cantabria, y donde en un tiempo récord fuimos capaces de conocer los verdaderos datos de una problemática que para nosotros parecía casi inexistente hasta ese momento, y con ello fuimos dándole la visibilidad y la importancia que merecían los datos». Y esta es la razón por la que el colegio de Médicos le ha reconocido con una de sus máximas distinciones.
-Has recibido una de las Insignias del COM Cantabria por tu aportación en la gestión de los agresiones a médicos ¿qué ha significado para ti este reconocimiento de los médicos cántabros?
Pues la verdad es que cuando me lo comunicaron sentí un especial orgullo y gran satisfacción por el reconocimiento, orgullo por haber puesto en marcha ese servicio de Interlocución a disposición del personal sanitario, y satisfacción por el deber cumplido, como decimos nosotros los militares, puesto que ya serán otras personas las que continuarán con esta labor
-Comenzaste a ser el interlocutor policial sanitario en el protocolo de agresiones a médicos y a profesionales sanitarios cuando se puso en marcha ¿cómo fueron los comienzos de la lucha contra esta lacra social?
Efectivamente fue desde el principio, primeramente fue el recabar los datos sobre esta problemática, ahí fue nuestra primera sorpresa por el elevado número de “incidencias de agresiones”, así, entre comillas, que ocurrían a los sanitarios. De ellas algunas veces se dejaba constancia en los centros de salud, otras en el Colegio de Médicos, y en muy pocas ocasiones, en casi ninguna, acababa en denuncia ante la Guardia Civil o la Policía. Digamos que la casuística se perdía en la dispersión.
La Instrucción de SES núm. 3, lo que hizo fue exigir a que se establecieran unos protocolos de actuación, que el personal sanitario supiera que nos tenía a su lado como institución garante de la seguridad y, claro, al aglutinar los datos salió a la luz una problemática que, aunque latente, yacía en ese campo exclusivo del mundo sanitario y ahí quedaba. Sí, es cierto que con los años se ha dado visibilidad al problema por cuanto se ha incrementado el número de denuncias con las consiguientes actuaciones policiales contra los autores de dichas agresiones.
-Se han puesto en marcha muchas medidas para evitar las agresiones a médicos pero ¿crees que las suficientes? Los datos nos indican que no disminuyen….
Nunca son consideradas suficientes. Este es un conflicto que se da entre personas, en la relación interpersonal paciente/personal sanitario y en cualquier momento puede surgir una discrepancia. Desde mi punto de vista, hay que invertir mucho más en formación y educación (a todos los niveles) para acabar con esta lacra.
-Como miembro de las Fuerzas de Seguridad del Estado y con tu enorme experiencia ¿crees que la sociedad ha desarrollado más agresividad en los últimos años?
Qué duda cabe que internet y las RRSS nos brindan el acceso a todo lo bueno y lo hermoso de este mundo, pero también todo lo malo: Todo lo depravado y todo lo violento también está al alcance de cualquiera y, concretando, en nuestro tema, nos encontramos con mucha gente que intenta arrogarse unos derechos y unas facultades que no corresponden y ante una negativa, desgraciadamente, responden con agresividad y violencia, que en muchos casos mimetizan de las redes.
-Seguro que dentro de tu trayectoria en el ámbito de la gestión de agresiones a médicos has tenido algún hito que ha marcado esta labor…..
Como bien dices, a lo largo de estos años he ido acumulando momentos que puedo considerar importantes, pero te aseguro que no hay uno que recuerde especialmente porque he tratado de darles a todos los sanitarios con los que me he visto trabajando en un caso de violencia, la misma importancia tanto si se trataba de una simple “agresión verbal” como una “agresión física”. Lo único que tratábamos era que el sanitario se sintiera seguro, cercano a nosotros, que notase esa protección y que no le importase llamarnos a la más mínima sensación de peligro.
-Y para terminar ¿te ha resultado satisfactorio ayudar a los médicos a gestionar las agresiones? ¿qué es lo que más te ha gustado de esta experiencia?
Siempre he sentido la Guardia Civil como una profesión altruista donde el respeto a la jerarquía, a las normas y la protección de las personas y sus propiedades ha sido, es y será nuestra seña de identidad.
Este tiempo relacionado de una manera u otra con el personal médico, me ha hecho aprender del mundo de los sanitarios algo que nosotros también valoramos mucho y es su entrega, vocación, capacidad de aguante…., además de la vulnerabilidad ante estas situaciones violentas para las que no están preparados. Me he ido con la satisfacción de haber podido ser útil y haber tratado de aportar esa seguridad que tanto anhelan.