- MCI apuesta por equipos multigeneracionales como motor de innovación, creatividad y conexión con públicos diversos.
- “La diversidad generacional es una necesidad real para una industria tan transversal como la de los eventos”, asegura Sandrine Castres, directora general MCI de Spain & Portugal.
En el dinámico mundo de los eventos, donde la clave está en generar experiencias únicas para audiencias cada vez más exigentes y heterogéneas, la diversidad generacional en los equipos de trabajo se ha convertido en una ventaja estratégica decisiva. MCI ha hecho de la convivencia entre generaciones una de sus principales fortalezas; un principio que ha aplicado entre los 1.823 profesionales distribuidos en 62 oficinas de 34 países.
En sus sedes de España y Portugal, así como en otras sedes del mundo, MCI integra en sus equipos a representantes de cuatro generaciones activas: boomers, Generación X, millennials y Generación Z. Esta variedad no solo refleja la evolución natural del mercado laboral, sino que se alinea con los valores fundamentales de la compañía: colaboración, adaptabilidad e innovación constante.
“La diversidad generacional no es una tendencia pasajera, es una necesidad real para una industria tan transversal como la de los eventos”, asegura Sandrine Castres, directora general de MCI Spain & Portugal. “En un mismo congreso podemos tener a un CEO boomer, una influencer de la Generación Z y un experto técnico millennial. Nuestro equipo debe estar preparado para entender, empatizar y conectar con todos ellos”, agrega.
Cuatro generaciones bajo una sola visión
Tomando como base los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), la composición generacional media en las empresas españolas es del 16 % para la Generación Z (nacidos entre 1995 y 2010), 22 % de millennials (1982–1994), 53 % de Generación X (1965–1981) y un 9 % de baby boomers (nacidos antes de 1964). MCI refleja estos porcentajes en sus oficinas en España, donde conviven profesionales con experiencias muy diversas, que enriquecen los procesos internos y la entrega de valor al cliente.
Esta diversidad se traduce en formas de pensar distintas, estilos de trabajo complementarios y una variedad de habilidades que enriquecen los proyectos. Mientras que los boomers y la Generación X aportan experiencia, resiliencia y visión estratégica, los millennials y Gen Z introducen agilidad digital, creatividad disruptiva y un enfoque renovador hacia la sostenibilidad y el propósito de marca.
“La sostenibilidad no es un añadido, debe ser el eje central en el diseño de un evento. Las nuevas generaciones crecemos con una fuerte conciencia sobre el impacto ambiental y social de cada acción. Hay que asegurar que esta visión se integre en cada fase de nuestros proyectos: desde la selección de proveedores hasta la gestión de residuos, creando experiencias que no solo conectan con las audiencias, sino que también dejan una huella positiva. La diversidad generacional en MCI permite abordar la sostenibilidad desde múltiples perspectivas, combinando experiencia con innovación constante”, destaca Ingrid Gómez, Sustainability Coordinator de MCI Spain.
El valor de la diversidad generacional en el sector eventos
La industria de los eventos es una de las más implicadas por los cambios socioculturales y tecnológicos. Según un informe de EY, las organizaciones que abrazan la diversidad generacional tienen más posibilidades de adaptarse rápidamente a las transformaciones del mercado, innovar en sus propuestas y generar experiencias inclusivas para sus audiencias.
En este sentido, la apuesta de MCI por equipos multigeneracionales es también una apuesta por el futuro de la industria. “Cada generación nos da una clave distinta para comprender mejor a nuestros públicos objetivo”, señala Castres. “La experiencia presencial, el entorno digital, la sostenibilidad o la personalización de contenidos… cada una de esas capas se ve reforzada cuando hay diversidad en el equipo que diseña el evento”.
Además, esta combinación de edades permite a MCI Spain, integrar el talento de las generaciones más jóvenes y escuchar sus nuevas propuestas. Este enfoque se beneficia de los conocimientos y tendencias que los jóvenes experimentan en su día a día, lo que impulsa una renovación constante del conocimiento dentro de la organización. A su vez, las generaciones mayores transmiten su experiencia en criterios estratégicos, pensamiento crítico y gestión de crisis.
Conectar con una generación sin perder de vista a los demás
Un ejemplo se refleja en las estrategias de MCI para llegar a un público que mayoritariamente se encuentra en la Generación Z. “La clave para conectar con la Generación Z es ofrecer experiencias auténticas y dinámicas, que combinen la interacción digital con el contacto directo”, afirma Castres. En este sentido, la compañía diseña campañas que integran redes sociales, contenido interactivo y experiencias presenciales gamificadas, sin descuidar las expectativas de las generaciones más experimentadas.
Este enfoque multigeneracional es particularmente efectivo en eventos híbridos y congresos internacionales, donde se dan cita profesionales de todas las edades y diversos orígenes culturales. “El éxito de un evento hoy depende de su capacidad para resonar emocionalmente con públicos diversos. Y para eso, lo primero es tener un equipo diverso que comprenda esas diferencias desde dentro”, añade Castres.
Además, Albert García, Sales Strategy & Enablement Manager de MCI Spain destaca que “el éxito en ventas hoy día no se mide solo por las cifras, sino por la capacidad de conectar de manera auténtica. La Generación Z y los Millennials buscamos marcas que tengan un propósito real. Es imprescindible traducir esa autenticidad en estrategias de negocio. Trabajar con equipos de otras generaciones es fundamental porque ellos aportan una visión estratégica a largo plazo que nos ayuda a equilibrar la rapidez con la que se mueven los mercados actuales«.
Retos y soluciones: hacia una cultura organizacional inclusiva
Fomentar la diversidad generacional no está exento de desafíos. Según Randstad, entre los principales retos para las organizaciones figuran la gestión de expectativas laborales distintas, los estilos de comunicación y el liderazgo intergeneracional. Para superarlos, MCI aplica una serie de medidas alineadas con las mejores prácticas del sector como ser las formaciones intergeneracionales sobre comunicación y trabajo en equipo; el diseño de entornos colaborativos híbridos, con herramientas adaptadas a los distintos perfiles, la flexibilidad horaria y de formatos, ajustada a las distintas etapas vitales, y los programas de onboarding personalizados según la generación del nuevo talento.