«Mirad en un pueblo tan pequeño cuántos naranjas», ha sido este domingo la reveladora frase de Ramón Pérez Barrientos, jefe de Protección Civil de Muxía y presidente de la comisión de fiestas de A Barca, ante voluntarios de toda España, incluido el director general del servicio público, Leonardo Marcos.
«Nos ganamos a pulso la declaración de fiesta de interés turístico internacional«, ha dicho a EFE Pérez, que lleva 35 años intermitentes organizando una romería que en esta edición ha logrado batir récords de popularidad y que tiene el deseo personal de que el ansiado título sea el «broche de oro» a su etapa.
De los medios de comunicación extranjeros que han cubierto esta fiesta, este portavoz ha destacado el hecho de que hayan descrito la villa como un museo a cielo abierto y también lo impresionados que se han quedado con la cantidad de gente y con una cita, la de la Virxe da Barca, marcada en rojo en el calendario.
Tras la celebración de la denominada misa de campaña, integrantes de Protección Civil de Muxía portaron la talla original, datada del siglo XV, hasta el muelle de la localidad costera, donde hubo abrazos y sollozos.
El día aguantó y quedó incluso de lo más apacible; no así en los municipios aledaños, donde había lluvia cerrada.
El paso llegó a un lateral de la lonja y allí se procedió a uno de los momentos más esperados y emotivos de la jornada: la mayor traca de bombas de palenque de Galicia.
“En esta ocasión, como novedad, contamos con una mayor potencia y más colorido en nuestra pirotecnia, lanzando las primeras bombas de palenque desde dos barcos y no uno como se venía haciendo con anterioridad”, ha explicado el veterano Barrientos, presidente de la Asociación Cultural de la Romería de la Barca de Muxía, organizadora del programa festivo.
Una vez finalizada la traca, el párroco Daniel Turnes procedió a la tradicional bendición de la Barca, levantando la imagen de la Virgen ante la mirada emocionada del público.
El sonido de las sirenas de los barcos y los intensos «vivas» pusieron el broche a ese momento crucial y, para rematar, un nuevo recorrido de la imagen de la Virgen, que fue depositada en la Iglesia Parroquial de Muxía, siendo esta la única noche que pasa fuera del Santuario de la Barca. EFE
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