Desde que se inicia el proceso de gestación, el endometrio juega un papel fundamental para que este resulte en éxito. Lo es puesto que su función como receptor es que el embrión pueda implantar. Cuando ocurre una alteración en la receptividad endometrial suelen provocar fallos de implantación repetidos e incurrir, incluso, en un caso de esterilidad femenina.
Entre las afecciones que atacan directamente al endometrio destaca la hiperplasia, que veremos desarrollada en este blog.
¿Qué es la hiperplasia endometrial?
Por hiperplasia endometrial se conoce al aumento excesivo de las células que forman el endometrio y que el propio cuerpo regula. Esta proliferación de las células que rodean al útero procede de un desajuste hormonal, en concreto de los valores de estrógenos y progesterona.
Ambas hormonas inciden en el ciclo menstrual. De ahí que uno de los síntomas de hiperplasia endometrial pueda ser un sangrado vaginal fuera de lo normal, aunque veremos distintas formas de diagnosticarlo con certeza.
Posibles causas de la hiperplasia
La hiperplasia tiene factores de riesgo que potencian la posibilidad de que esta afección prolifere y que cause diferentes problemas. Entre las posibles causas -y para conocer su destino de procedencia- destacan:
- Diabetes
- Obesidad
- Anovulación crónica
- Síndrome de ovario poliquístico
- Síndrome de Lynch
- Terapia hormonal sustitutiva (THS)
Cabe resaltar que la hiperplasia endometrial la sufren mujeres a partir de los 45 años. Aunque dependerá de como estén los valores mencionados anteriormente para acelerar su posible llegada.
Síntomas comunes
Aunque destacan varios síntomas, es en la menstruación donde los especialistas pueden prever la existencia de un desequilibrio hormonal. También habría que resaltar que existen casos donde mujeres que padecen hiperplasia no han sufrido ningún tipo de síntomas y que, por lo tanto, son asintomáticas.
- Abundante sangrado menstrual: cantidad y duración
- Ciclos menstruales cortos
- Sangrados intermenstruales
- Hemorragia uterina después de la menopausia
¿Cómo se diagnostica la hiperplasia? ¿Qué tratamiento tiene?
La hiperplasia endometrial no solo es importante detectarla y realizar un diagnóstico por su capacidad incapacitante para la gestación, sino por la posibilidad de que acabe resultando en cáncer.
Estas son las tres pruebas médicas para diagnosticar esta afección:
- Ecografía: gracias a esta ecografía, el ginecólogo podrá medir con exactitud el tamaño y grosor del endometrio. Un excesivo grosor se asocia con alta posibilidad de hiperplasia.
- Biopsia endometrial: se realizará una pequeña biopsia del endometrio para estudiar su histología en laboratorio y aplicar un resultado.
- Histeroscopia: esta prueba permite visualizar la cavidad uterina y las mucosas. Además, servirá como apoyo a la biopsia.
Gracias a los avances científicos, existen tratamientos que sirven para frenar esta proliferación de células que provocaron la hiperplasia endometrial. Según el tipo de hiperplasia -lo veremos a continuación-, se aplicará un tratamiento u otro.
También dependerá del deseo de la mujer por concebir, pues se le administrarían píldoras anticonceptivas o progesterona en caso afirmativo. Sin embargo, si la paciente no busca lograr el embarazo, lo más común es extirpar el útero para que esta hiperplasia no avance a un estado cancerígeno.
¿Qué tipos de hiperplasia hay?
Para medir la hiperplasia y realizar un diagnóstico preciso, se siguen en la actualidad los siguientes tipos:
- Hiperplasia endometrial sin atipias simple: es una proliferación benigna sin atipia citológica.
- Hiperplasia endometrial sin atipias complejas: tiene riesgo de progresar a cáncer endometrial, aunque la probabilidad es baja.
- Hiperplasia endometrial atípica simple: puede resultar en carcinoma endometrial si no se detecta a tiempo o si no es tratado de manera adecuada.
- Hiperplasia endometrial atípica compleja: suele progresar con más celeridad en cáncer endometrial. Realizar un diagnóstico con exactitud y un buen tratamiento frenarían el avance a un posible cáncer.
¿Puedo lograr el embarazo con hiperplasia endometrial?
La respuesta es sí, puedes, aunque las probabilidades son mucho menores. Cuando existe un problema de hiperplasia, el resultado es una variación en forma y tamaño del endometrio, donde el crecimiento es demasiado grande. Esto comprometería al embarazo y a la implantación del embrión, aunque también existen casos de embarazo con total éxito con la mujer en pleno estado de hiperplasia.
Lo recomendable, sin duda, es acudir a un profesional especialista para que valore la situación. Aunque esta afección no se puede prevenir en la actualidad, revisar tu menstruación o reducir factores de riesgo como el tabaco o la obesidad son fundamentales para reducir las opciones de aparición.