Esta medida fue aprobada en Junta de Gobierno Local el pasado mes de marzo y entró en vigor en mayo, tras su publicación en el BOP y en el BOJA
Con el objetivo de facilitar el acceso a la vivienda durante todo el año, el Gobierno municipal aprobó el pasado mes de marzo el expediente para la suspensión de licencias y autorizaciones para viviendas de uso turístico en el casco urbano de Chiclana, cuya entrada en vigor se produjo dos meses después, una vez publicado en el BOP y el BOJA. En este sentido, el delegado de Vivienda, Francis Salado, recuerda que “esta medida se circunscribe al casco urbano de Chiclana, es decir, al centro de la ciudad y sus barriadas, donde reside buena parte de la población chiclanera”.
Y es que en el término municipal hay unas 80.000 plazas de viviendas turísticas, la gran mayoría en urbanizaciones de la costa y zonas del diseminado, por lo que el Gobierno municipal ha apostado por suspender las licencias a aquellas que se encuentran en el casco urbano, para que la ciudadanía en general pueda optar a dichas viviendas durante todo el año. “Nos encontramos con el problema de alquileres de vivienda solo durante diez meses al año, entre septiembre y junio, para luego alquilar con fines turísticos durante los meses de julio y agosto, lo cual provoca que muchas familias que quieren alquilar durante todo el año encuentren dificultades para ello”, indica Francis Salado.
“Esta medida se ha llevado a cabo después de haberse llevado un estudio pormenorizado de las viviendas turísticas, que constataba que la mayor parte de dichas viviendas se encuentran en la zona de la playa, aunque existían muchas también en el casco urbano”, recuerda el delegado de Vivienda, quien lamenta que “había familias que podían alquilar, pero solo durante el curso escolar, teniendo que abandonar la vivienda en verano, momento en el que el precio del alquiler se dispara”. “Por ello, proponemos a los propietarios que participen en el Programa Ciconia, que le garantiza el pago del alquiler durante todo el año, además, de no abonar el IBI, así como recibir posteriormente la vivienda en perfecto estado de conservación”, indica.
“Somos conscientes de que esta medida no va a solventar el problema general que existe en materia de vivienda, pero al menos puede contribuir a paliar parte del mismo, junto a otras medidas como el Programa Ciconia o la construcción de nuevas viviendas sociales en zonas como La Cucarela o El Pilar”, comenta Salado, quien añade que “en el POU también se prevé la construcción de unas 2.000 viviendas en suelos municipales”.
No obstante, hay que aclarar que, de cara a acabar con aquellas parcelas y edificios en estado ruinoso, sí se permitirá el uso de viviendas turísticas a estas parcelas en el casco histórico de la ciudad, siempre y cuando se lleve a cabo la correspondiente rehabilitación.
