Ayer 21 de septiembre se celebró el día mundial del Alzheimer (EA), una enfermedad que constituye la forma más prevalente de demencia neurodegenerativa, con un inicio insidioso y una progresión lenta que compromete de manera progresiva la memoria, las funciones cognitivas y la autonomía del paciente. Uno de los grandes desafíos actuales es disponer de biomarcadores tempranos, accesibles y no invasivos, capaces de detectar la enfermedad en fases iniciales, como el deterioro cognitivo leve (MCI), momento en el que las intervenciones terapéuticas podrían ser más eficaces.
En este contexto, la microscopía confocal corneal in vivo (IVCCM) ha emergido como una herramienta prometedora. Esta técnica, utilizada en oftalmología para el estudio de la córnea y sus alteraciones en enfermedades como la diabetes, las neuropatías periféricas y la fibromialgia, permite visualizar de forma no invasiva y con gran resolución las fibras nerviosas corneales y la presencia de células inflamatorias que pueden acompañar al proceso neurodegenerativo.
Alteraciones corneales en el Alzheimer
Diversos estudios han demostrado que los pacientes con Alzheimer presentan una reducción significativa de la densidad, longitud y ramificación de las fibras nerviosas corneales (parámetros CNFD, CNFL y CNBD). Estas alteraciones reflejan el proceso de neurodegeneración sistémica y muestran una correlación directa con la gravedad clínica, medida mediante escalas cognitivas como el Mini-Mental State Examination (MMSE).
En el trabajo de Ponirakis y colaboradores (2019), los pacientes con demencia mostraron pérdidas significativas en los parámetros nerviosos corneales, con una relación estrecha entre la densidad de fibras y el rendimiento cognitivo. Estos hallazgos subrayan la existencia de un paralelismo entre el daño en el sistema nervioso central y la neuropatía corneal detectable mediante IVCCM.
Figura: Imágenes de las fibras nerviosas de la córnea (flechas verdes), tomadas con microscopia confocal en las que se observa una densidad de fibras normal en A (sujeto sano) y muy disminuida en B, en un paciente con Alzheimer en un estadio incipiente.
Comparación con otras técnicas de imagen cerebral
La resonancia magnética, particularmente la evaluación de la atrofia del lóbulo temporal medial (MTA), ha sido utilizada como referencia en el diagnóstico del Alzheimer. Sin embargo, Al-Janahi et al. (2020) demostraron que la IVCCM presenta una mayor precisión diagnóstica en la detección del deterioro cognitivo leve (AUC ≈ 86%) en comparación con la MTA (AUC ≈ 53%), lo que posiciona a la IVCCM como un biomarcador especialmente sensible en fases tempranas.
Este hallazgo es crucial, ya que el deterioro cognitivo leve representa un estadio clínico intermedio en el continuum del Alzheimer, y su identificación temprana permite plantear estrategias de prevención y seguimiento más intensivo.
Ventajas clínicas de la Microscopía Confocal
La IVCCM ofrece múltiples ventajas:
- Es una técnica rápida, no invasiva y reproducible, que puede realizarse en un entorno clínico ambulatorio.
- Permite una cuantificación objetiva mediante software de análisis de imágenes.
- Puede repetirse de manera seriada para monitorizar la progresión de la enfermedad o la respuesta a tratamientos.
Además, al no requerir radiación, contraste ni procedimientos invasivos como la punción lumbar, resulta especialmente adecuada para poblaciones vulnerables y para programas de cribado.
Perspectivas futuras
El creciente cuerpo de evidencia sugiere que la IVCCM podría incorporarse como biomarcador precoz y complementario en la evaluación de pacientes con sospecha de Alzheimer. Asimismo, la combinación de la microscopía confocal con otras técnicas (neuroimagen avanzada, biomarcadores en líquido cefalorraquídeo, test neuropsicológicos) puede aumentar la sensibilidad y especificidad diagnóstica.
A medida que las investigaciones avancen, la Microscopia confocal de la córnea se irá integrando como una herramienta básica en los algoritmos clínicos estandarizados para la detección temprana, seguimiento longitudinal y estratificación de riesgo en la enfermedad de Alzheimer.
Qué aporta Área Oftalmológica Avanzada.
En Área Oftalmológica Avanzada incorporamos la microscopía confocal hace 4 años y somos pioneros en el campo de las enfermedades neurodegenerativas y en el estudio del ojo seco neuropático, única forma de detectar la alteración de las fibras nerviosas responsables de la enfermedad y de sus síntomas. En estos últimos años hemos desarrollado protocolos de estudio combinando los datos obtenidos con el análisis de sobreexpresión genética en lágrima y mediante IA podemos mejorar los resultados en el diagnóstico y muy especialmente en la detección precoz de estas enfermedades.La microscopía confocal convierte la córnea en una “ventana accesible al cerebro”
