Copilot vs ChatGPT: cuándo usar cada uno | OpenWebinars

Compatibilità
Salva(0)
Condividi

Qué resuelve mejor cada uno por tarea

Antes de elegir asistente conviene mirar tareas concretas y decidir quién será principal por flujo. Así evitas solapamientos y mides impacto con dos métricas simples: tiempo hasta el primer valor y tasa de finalización.

Correo y bandeja de entrada

El correo concentra buena parte del día. Aquí la inserción en el cliente y el respeto a permisos marcan la diferencia.

  • Cuándo rinde más Copilot: trabajas en Outlook, necesitas resumir hilos largos, proponer borradores y ajustar tono sin salir del cliente.
  • Cuándo rinde más ChatGPT: quieres plantillas transversales por equipo, variantes de estilo y consolidar información de varias fuentes antes de pegar en el correo.
  • Decisión práctica: si Outlook es el centro, Copilot como principal y ChatGPT para estandarizar textos y guías de tono reutilizables.

El criterio clave en correo es reducir pasos: ayuda in-app cuando importa la velocidad, espacio de chat cuando buscas consistencia editorial entre equipos.

Reuniones y calendario

Las reuniones ganan cuando automatizas recapitulación y tareas y reduces el tiempo de actas.

  • Cuándo rinde más Copilot: si vivís en Teams, quieres resumen accionable con puntos clave y tareas y que queden encadenados a tus herramientas de la suite.
  • Cuándo rinde más ChatGPT: recibes actas de distintas fuentes, necesitas limpiar y homogeneizar transcripciones o crear resúmenes por audiencia (dirección, clientes, técnico).
  • Decisión práctica: Teams como centro → Copilot. Material heterogéneo o multi-suite → ChatGPT para normalizar y redistribuir.

El objetivo es minimizar fricción: in-app cuando todo nace en la suite, transversal cuando gestionas formatos variados.

Documentos y redacción

La creación y revisión de documentos mezcla arranque rápido y coherencia de plantillas con exploración de ideas.

  • Cuándo rinde más Copilot: mantener coherencia en Word, generar primer borrador desde un briefing, reescritura y ajuste de tono dentro del archivo.
  • Cuándo rinde más ChatGPT: estructurar documentos desde cero, explorar voces y estandarizar secciones para luego llevarlas a tu repositorio.
  • Decisión práctica: plantillas corporativas y control de formato → Copilot. Ideación, variantes y guías de estilo → ChatGPT.

Cierra cada documento con un resumen y una lista de pendientes generados por el asistente para acelerar revisiones.

Hojas de cálculo y análisis rápido

En hojas, la prioridad es aclarar fórmulas, detectar patrones y producir gráficos iniciales sin atascarse.

  • Cuándo rinde más Copilot: libros de Excel en la nube corporativa, con sugerencias de fórmulas, tendencias y explicaciones sobre tu propio fichero.
  • Cuándo rinde más ChatGPT: explicar fórmulas paso a paso, generar datos de prueba, esbozar transformaciones y luego aplicarlas en tu hoja.
  • Decisión práctica: análisis in-place sobre tus libros → Copilot. Aprendizaje y prototipos fuera del fichero productivo → ChatGPT.

Valida siempre con una muestra pequeña antes de presentar resultados y documenta supuestos para evitar conclusiones frágiles.

Presentaciones y storytelling

Un buen deck combina narrativa, visuales y coherencia de marca.

  • Cuándo rinde más Copilot: convertir documentos en decks en minutos, generar diapositivas y notas y aplicar temas sin salir de la app.
  • Cuándo rinde más ChatGPT: diseñar la historia, crear mensajes clave, esqueletos de deck reutilizables y variantes por audiencia antes de maquetar.
  • Decisión práctica: tienes un informe y necesitas un deck rápido → Copilot. Quieres afinar narrativa y “slide writing” → ChatGPT y luego pasas a la suite.

Antes de cerrar, pide al asistente una lista de riesgos o preguntas esperadas para preparar la defensa del deck.

Crea modelos de IA que marquen la diferencia

Adquiere las habilidades clave para construir sistemas inteligentes. Domina técnicas avanzadas para destacar en el sector tecnológico.

Descubrir planes

Seguridad, gobierno del dato y costes

Antes de escalar cualquiera de los dos asistentes conviene alinear seguridad, gobierno y presupuesto con tus políticas internas. Aquí verás qué cubre cada solución y cómo estimar el retorno sin complicaciones, con enlaces oficiales para ampliar.

Seguridad y gobierno del dato

La regla práctica es sencilla: usa los controles del ecosistema donde ya viven tus datos. Microsoft Copilot para Microsoft 365 hereda permisos y gobierno del tenant, con DLP, eDiscovery y auditoría según tu configuración; puedes ampliar en la página de Copilot para Microsoft 365 en Microsoft Learn. ChatGPT ofrece administración empresarial con SSO, SCIM y control por espacios y roles en ChatGPT Team y ChatGPT Enterprise, con política de datos para organizaciones.

  • Copilot: respeta permisos de OneDrive/SharePoint, mantiene el contenido en tu tenant y se integra con tus políticas de cumplimiento.
  • ChatGPT: permite espacios de trabajo por equipo, roles y SSO/SCIM; la política de datos para planes de equipo y empresa está documentada en su sitio oficial.
  • Recomendación: documenta en una página interna qué se puede subir, qué conectores están aprobados y qué no. Evita zonas grises y recuerda que el consentimiento explícito del equipo reduce riesgos.

Cierra este apartado con un chequeo de acceso por perfiles críticos y un test de borrado y revocación. Comprobar que puedes retirar accesos y que el dato deja de estar disponible es tan importante como activarlos.

Costes y licencias

Los modelos de coste difieren y conviene compararlos en una hoja simple. Copilot para Microsoft 365 se licencia por usuario y requiere ediciones compatibles de Microsoft 365, con detalles en planes y precios de Copilot. ChatGPT ofrece Plus, Team, Business y Enterprise, con precio por usuario y API facturada aparte; la información de producto y planes está en ChatGPT Team y ChatGPT Enterprise.

  • Copilot: piensa en usuarios intensivos de Outlook/Teams/Office. El valor aparece cuando hay muchos archivos en la nube corporativa y procesos documentales recurrentes.
  • ChatGPT: aporta amplitud para ideación, estandarización, documentación transversal y conectores. Puede cubrir a equipos sin M365 o complementar en entornos mixtos.
  • API: si planeas automatizaciones o integraciones personalizadas, presupuesta consumo de API aparte y establece límites por proyecto.

Cierra la estimación con una columna de personas objetivo y otra de no objetivo. Evitar licenciar a quien no lo usará es la forma más rápida de mejorar el ROI.

Cómo medir el ROI sin complicaciones

La decisión debe basarse en métricas sencillas, comparables entre herramientas y fáciles de obtener en una semana.

  • Finalización de tarea: porcentaje de correos procesados, actas listas o documentos borrador que pasan revisión a la primera.
  • Tiempo hasta el primer valor: minutos desde abrir la tarea hasta tener una salida utilizable.
  • Calidad percibida: una pregunta de 1 a 5 sobre claridad del resultado por parte del revisor.
  • Horas ahorradas: diferencia antes/después multiplicada por cadencia semanal.

Para cerrar el cálculo, usa una hoja con casos por rol, tiempo base, tiempo asistido y coste horario aproximado. Con dos semanas de datos ya puedes justificar si escala, itera o se detiene.

En resumen, alinea la elección con tu marco de seguridad, licencia a quien realmente lo use y decide con métricas mínimas. Con estos fundamentos, el resto del artículo puede centrarse en la adopción por entorno y el piloto corto para convertir hipótesis en resultados.

Guía de decisión por entorno

Elegir bien no es absoluto, es contextual. Define un asistente principal por flujo según dónde vive tu trabajo y cómo colaboráis. Estos tres escenarios cubren la mayoría de equipos y te ayudan a decidir sin solapamientos.

Si usas Microsoft 365 en todo el ciclo

Cuando el día transcurre en Outlook, Teams, Word, Excel y PowerPoint, prima la ayuda in-app y el respeto a permisos existentes.

  • Asistente principal: Microsoft Copilot para correo, reuniones, documentos, hojas y presentaciones dentro de la suite.
  • Complemento útil: ChatGPT para ideación transversal, creación de guías de estilo y estandarización de textos que luego pegarás en Office.
  • Acciones rápidas: comprueba que los archivos están en OneDrive/SharePoint, valida visibilidad del botón y acuerda usos permitidos con IT.

Con este enfoque reduces clics, mantienes trazabilidad y obtienes valor inmediato sin cambiar hábitos ni rutas de archivo.

Si tu entorno es mixto o multi-suite

En equipos que alternan herramientas, lo clave es evitar duplicidades y asignar el fuerte de cada uno.

  • Asistente principal por flujo: Copilot para lo que ocurre en aplicaciones Microsoft 365; ChatGPT para trabajo interfuncional que cruza fuentes, formatos y equipos.
  • Límites claros: define qué va al chat (borradores globales, resúmenes de investigación, plantillas), y qué se hace in-app (responder hilos, recap de Teams, aplicar temas en PowerPoint).
  • Gobierno ligero: una página interna con conectores aprobados, nombres de espacios y propiedad de contenidos.

Así cada herramienta brilla en su ámbito y el equipo sabe dónde empezar según la tarea, sin fricción ni “versiones paralelas”.

Si arrancas sin suite corporativa o con herramientas dispares

Cuando no hay un ecosistema dominante, conviene empezar por flexibilidad y hábitos antes de escalar.

  • Asistente principal: ChatGPT con espacios de equipo para centralizar conversaciones, adjuntos y conectores comunes.
  • Complemento futuro: si adoptas Microsoft 365, añade Copilot allí donde aporte velocidad in-app.
  • Primeros pasos: crea plantillas de tono, un glosario y un repositorio de prompts y ejemplos, y mide el uso por casos en lugar de por personas.

Este arranque te da tracción rápida, sin bloquearte por licencias o migraciones, y deja la puerta abierta a sumar Copilot cuando tenga sentido.

Plan de piloto en 7 días

El objetivo es decidir con datos cuál será tu asistente principal por flujo, sin interrumpir el trabajo. Este plan cabe en una semana, requiere un grupo pequeño (8–12 personas) y establece umbrales simples para escalar, iterar o cerrar.

Día 1: Preparación y criterios

Antes de tocar herramientas, define el alcance, quién participa y cómo medirás el resultado. Alinea expectativas entre negocio e IT y deja por escrito qué tareas se probarán.

  • Grupo piloto: 8–12 personas representando correo, reuniones, documentos, hojas y presentaciones.
  • Flujos: elige 4 microtareas (p. ej., resumir hilo, recap de reunión, primer borrador de documento, gráfico rápido).
  • Umbrales: finalización > 60 % y tiempo al primer valor < 60 s por tarea.
  • Instrumentación: hoja compartida con tiempos antes/después y una escala 1–5 de calidad percibida.

Con el terreno preparado, evitarás debates subjetivos al cierre y podrás tomar una decisión defendible.

Día 2: Microformación y guías de uso

Una sesión corta mejora la adopción y reduce errores. La clave es enseñar tres acciones por asistente y dejar una “chuleta” reusable.

  • Demostraciones: correo (resumen + borrador), reunión (recap), documento/hoja (primer borrador o fórmula).
  • Chuleta: 1 página con pasos, límites de uso y buenas prácticas de tono.
  • Gobierno: lista de conectores aprobados y qué no subir.

Con este material el equipo puede practicar sin fricción y con expectativas claras.

Días 3–4: Correo y reuniones

Empieza por donde más tiempo se pierde. Registra números y frases literales para dar contexto a los datos.

  • Correo: procesa 30 mensajes por persona con el asistente elegido; anota minutos por correo y si la respuesta salió a la primera.
  • Reuniones: valida que la recapitulación cubre acuerdos y tareas y que puedes compartirla sin edición larga.
  • Riesgos: anota casos donde el asistente inventa o omite puntos críticos y cómo lo corregiste.

Al final del día 4 deberías ver una reducción clara en tiempo y una mejora en consistencia.

Día 5: Documentos y presentaciones

Pon a prueba el arranque en frío y la capacidad de mantener coherencia de marca y de estructura.

  • Documento: genera un primer borrador desde un briefing; registra minutos hasta versión utilizable y cambios necesarios.
  • Presentación: crea un deck de 8–10 diapositivas; mide maquetación y necesidad de retoques de estilo.
  • Checklist: pide al asistente un resumen y una lista de pendientes para acelerar revisión.

Con esto verás el impacto real en la creación de materiales de trabajo.

Día 6: Hojas y análisis ligero

Evalúa la velocidad para obtener una primera lectura de datos, sin convertirlo en informe final.

  • Excel/Sheets: solicita fórmulas, tendencias y un gráfico inicial; registra correcciones manuales.
  • Sanidad de datos: valida resultados con una muestra pequeña y documenta supuestos.
  • Resultado: deja un breve comentario de claridad (1–5) por cada visual.

Este día te da señal sobre análisis exploratorio y explicabilidad.

Día 7: Revisión, métricas y decisión

Cierra el piloto con números y evidencia cualitativa. La decisión debe ser binaria por flujo: asistente principal, complemento o iterar.

  • Consolida: finalización, tiempo al primer valor, incidencias y 5 citas literales del equipo.
  • Decide: si superas umbrales, escala al siguiente anillo; si no, itera 1 semana sobre el mayor bloqueo y repite medición.
  • Entrega: informe de 1 página con qué probaste, qué ocurrió y qué harás ahora (más un enlace a ejemplos).

Con este ritual conviertes un experimento en una decisión objetiva y fácil de comunicar.

Recapiti