Campaña contra el desperdicio de alimentos: “Mi delito fue no estar al día”
Queremos compartir una iniciativa muy especial en la que vamos a participar coincidiendo con el 29 de septiembre, Día Internacional contra la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos.
Cada día, en nuestra ciudad y también en nuestras casas y comedores escolares, se desperdicia una gran cantidad de comida. Esto no solo significa tirar alimentos que podrían haberse aprovechado, sino también malgastar agua, energía y los recursos con los que se han producido.
Con la campaña “Mi delito fue no estar al día”, queremos llamar la atención sobre una realidad que muchas veces pasa desapercibida: alimentos en buen estado que se tiran simplemente por no haberse consumido a tiempo. Esta campaña forma parte del proyecto ESCOLES QUE APROFITEN en Valencia, una iniciativa impulsada por la organización JUSTICIA ALIMENTARIA, con la que estamos trabajando para reducir el desperdicio alimentario en el cole y sensibilizar a nuestro alumnado en esta temática.
¿Qué haremos en el colegio?
Durante la semana del 29 de septiembre, trabajaremos este tema en el comedor y en algunas actividades en clase, invitando al alumnado a reflexionar y a proponer soluciones creativas para reducir el desperdicio.
Iniciaremos la campaña poniendo una caja de cartón en el centro con el lema: MI DELITO FUE NO ESTAR AL DÍA, que rellenaremos con trozos de pan duro que el alumnado traerá de sus casas. Para ello, os pedimos colaboración, recolectando el pan duro que os sobre en casa y trayéndolo al cole el día de la actividad. Con las clases de 3º ciclo debatiremos sobre la cantidad de pan que se desperdicia cada día, leeremos la ficha policial de ese alimento, donde estará descrito el delito por el que acabó en la basura, y posibles vías de reinserción, que serían las formas en las que podemos darle una segunda vida para que no lo desperdiciemos.
¿Cómo podéis colaborar las familias?
- Hablando en casa con vuestros hijos e hijas sobre la importancia de aprovechar los alimentos.
- Revisando en familia los platos para detectar qué suele sobrar y por qué.
- Ajustando las raciones según el apetito real.
- Practicando pequeños gestos de aprovechamiento: congelar, planificar menús, aprovechar sobras, etc.
Nuestro objetivo es que todos pensemos: “¿Cuánta comida tiro y qué puedo hacer para evitarlo?” y que nos sintamos parte de la solución. Os animamos a sumaros a esta campaña. Entre todos y todas podemos conseguir que haya menos despilfarro y más conciencia en nuestra comunidad educativa.