Fuerte caída y gran concentración territorial de la Inversión Extranjera Directa en España en el primer semestre del año, Navarra una de las regiones españolas con menor atractivo económico
Institución Futuro analiza y explica los datos de Inversión extranjera en España, Navarra y otras comunidades españolas. Destaca la debilidad de España y a Navarra entre las regiones españolas con los peores datos. Madrid la región que concentra la mayor cantidad de inversión.
La Inversión Extranjera Directa (IED) en España en el primer semestre de 2025 alcanzó los 8.476 millones de euros, lo que supuso una fuerte caída respecto a los 21.407 millones del mismo periodo del año anterior. Este retroceso devuelve las cifras a niveles similares a los de 2020, marcados por la pandemia, y aleja a nuestro país del buen resultado registrado en 2018 (28.184 millones). En suma, los datos reflejan una elevada volatilidad y una tendencia descendente en los últimos ejercicios.
El reparto territorial de la inversión extranjera es muy desigual. Madrid concentra más de la mitad de la IED (53,2%), seguida a gran distancia por Cataluña (14%). Otras regiones como La Rioja (4,8%), Cantabria (4,4%) o País Vasco (3,4%) captan volúmenes moderados, mientras que Navarra apenas representa el 0,4% del total nacional, con 36,6 millones de euros. La concentración en Madrid subraya el atractivo de la capital para las inversiones, en contraste con la debilidad de la mayoría de las CCAA.
Inversión extranjera en Navarra y debilidad
En Navarra la evolución de la IED en la última década ha sido muy irregular. Tras un máximo histórico en 2016 (817,9 millones), los flujos se han desplomado en la mayoría de ejercicios, con algunos repuntes puntuales como en 2022 (580,1 millones). En el primer semestre de 2025 la cifra apenas asciende a 36,6 millones, lo que evidencia la escasa capacidad de atracción de capital extranjero sostenido en la Comunidad Foral.
Los datos confirman que la inversión extranjera en España atraviesa por un momento de debilidad, con un retroceso muy significativo en 2025. La fuerte concentración territorial -especialmente en Madrid y, en menor medida, en Cataluña- contrasta con la aportación marginal de la mayoría de CCAA, entre ellas Navarra, cuya evolución se caracteriza por picos aislados pero sin consolidación. Esta situación plantea un reto estratégico para España: si no se toman medidas estructurales, como reforzar la seguridad jurídica, simplificar el entramado normativo, garantizar un entorno legal estable o establecer una política fiscal competitiva, será complicado remontar.