Uno de los momentos más emocionantes de la noche fue la entrega de la XXX Beca FERO para Jóvenes Investigadores, que otorgamos a la Dra. Patricia Altea Manzano, jefa del Grupo de Regulación Metabólica y Señalización en Cáncer de CABIMER-CSIC (Sevilla), entregada por la Carolina Pola, Miembro del comité científico de la Fundación Ramón Areces.
La Dra. Patricia Altea Manzano, con 37 años, no solo dirige un grupo de investigación de ocho personas en CABIMER, Sevilla; su recorrido científico tiene también una dimensión internacional destacada. Se licenció en Ciencias Ambientales en la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla) en 2011, hizo dos másteres —uno en Biotecnología y otro en Ensayos Clínicos— y obtuvo el doctorado en Biomedicina por la Universidad de Granada en 2017, con la tesis sobre nanopartículas para liberación dirigida de fármacos.
Nos contaba fascinada que mientras estudiaba, quedó asombrada al ver todo lo podía llegar a descubrir sobre las células del cáncer.
En 2018, se trasladó a Bélgica para incorporarse como investigadora postdoctoral al laboratorio de Sarah-Maria Fendt en el VIB-KU Leuven Center for Cancer Biology (Lovaina), donde profundizó en los mecanismos metabólicos que usan las células metastásicas de cáncer de mama para adaptarse y sobrevivir en nuevos tejidos.
Además, su perfil cuenta con estancias y colaboraciones en instituciones de referencia en Reino Unido y Estados Unidos, lo que le ha dado una perspectiva global y multidisciplinar que ahora traslada a su propio laboratorio en España
El cáncer de mama sigue siendo el tumor más frecuente en mujeres y, aunque la inmunoterapia ha supuesto un gran avance, todavía no llega a todas las pacientes. Muchos tumores —los llamados fríos— son capaces de evadir este tipo de tratamiento.
Gracias a esta beca, dotada con 80.000 euros y con el apoyo de la Fundación Ramón Areces, la Dra. Altea Manzano liderará un proyecto pionero que busca “encender” los tumores fríos, ampliando así el beneficio de la inmunoterapia a más pacientes. Su investigación combina tecnologías como la secuenciación genética, la inteligencia artificial y la microscopía avanzada, con un único objetivo: transformar el conocimiento en nuevas oportunidades terapéuticas para las pacientes con cáncer de mama.
El colofón de la cena lo vivimos cuando al compás de la canción Viva la Vida de Coldplay, cada persona levantó su mano con la pulsera luminosa de Glow Experience. Fue un mar de luces que brillaba con fuerza, recordándonos que cada aportación, cada gesto de apoyo, es una chispa de esperanza. Juntos, somos luz para la investigación en cáncer y para todos los que sueñan con un futuro sin esta enfermedad.
La Gala de Valencia apenas celebra su segunda edición, pero ya se ha consolidado como una cita imprescindible. Gracias a quienes nos acompañasteis, a la Fundación Ramón Areces por ser el sponsor de la beca, a las mesas corporativas de Andbank, Banc de Sabadell y Cuatrecasas y a las empresas amigas, Cobega, Glow Experience, Turia y Cellers Scala Dei. Seguimos demostrando que cuando apoyamos la investigación, ofrecemos tiempo, futuro y esperanza para la investigación en cáncer.