La responsabilidad social de las fundaciones
Vivimos en un tiempo de polarización y de hiperconexión digital, donde el ruido informativo amenaza con tapar lo esencial. En este contexto, la comunicación con propósito adquiere un valor renovado: no solo informa, sino que puede transformar, sensibilizar y generar conciencia colectiva. Para las fundaciones, este reto es aún mayor. No se trata únicamente de desarrollar proyectos sociales, sino también de comunicar de forma que esos proyectos multipliquen su impacto y abran conversaciones necesarias.
La Fundación Alba Torres Carrera nació hace 20 años con una vocación clara: apoyar a la infancia y la juventud en situación de vulnerabilidad. Desde entonces, hemos acompañado a más de 3.000 niños, impulsado 15 proyectos propios y colaborado con más de 20 entidades sociales. Lo hemos hecho en ámbitos tan diversos como la educación, el deporte, la cultura, el medioambiente o la ayuda en emergencias junto a ONG como Cruz Roja, Aldeas Infantiles u Open Arms.
De la ayuda directa a la sensibilización colectiva
En estos años hemos comprobado que la ayuda directa es imprescindible, pero no suficiente. Tan importante como financiar un comedor escolar o conceder una beca es generar conciencia sobre la necesidad de que esa ayuda exista. Comunicar desde la responsabilidad significa dar voz a quienes no siempre la tienen, abrir espacios de reflexión y recordar a la sociedad que detrás de cada proyecto hay personas con nombre y con historia.
Innovar en lo humano
A menudo se habla de innovación en términos tecnológicos. Pero hay otra innovación, menos visible y más necesaria: la innovación en lo humano. Esa que consiste en tender puentes entre colectivos, en fomentar la convivencia frente a la polarización, en recordar que la empatía también se aprende. Con esta filosofía nació #Beland, una iniciativa de la Fundación que propone un nuevo lenguaje social basado en la convivencia, la empatía y la construcción de futuro común. Un proyecto que demuestra que también desde la comunicación se puede educar, inspirar y transformar.
El valor de las alianzas
Nada de esto sería posible sin alianzas. Una fundación no actúa en solitario: suma esfuerzos con empresas, administraciones y entidades sociales. Y la comunicación es la herramienta que hace visible esa suma, que la legitima y que genera la confianza necesaria para atraer más apoyos.
Comunicar para cuidar
Comunicar responsablemente no es un añadido, es parte esencial de la misión de una fundación. Es cuidar el mensaje tanto como cuidamos a las personas a las que queremos llegar. Es hablar con cercanía, con transparencia y con coherencia. Y es, sobre todo, una forma de seguir cuidando del futuro: de los niños, de los jóvenes y de la sociedad en la que todos queremos vivir.
