Un exit, es decir, la salida de una startup mediante la venta de participaciones o acciones, suele ser uno de los hitos más relevantes en la trayectoria de un emprendedor o inversor. Puede suponer la consolidación de años de esfuerzo, riesgo y dedicación. Sin embargo, el importe final que queda en el bolsillo después de impuestos puede diferir radicalmente de lo que inicialmente se esperaba.
La diferencia entre un exit bien planificado y otro improvisado no está solo en los millones facturados, sino en la eficiencia fiscal con la que se estructura la operación. Dos fundadores que vendan por la misma cantidad pueden acabar con patrimonios netos muy distintos.
Errores comunes en un exit
En la práctica, la mayoría de los fundadores concentran su atención en la parte comercial de la operación y relegan los aspectos fiscales a un segundo plano. Este descuido puede ser muy costoso.
Errores típicos pueden ser:
- No anticipar la carga fiscal: asumir que la ganancia neta será igual a la bruta, sin contemplar los tramos impositivos.
- No estructurar con vehículos societarios: perder la oportunidad de diferir o reducir la tributación a través de sociedades holding.
- Ignorar incentivos fiscales: no aprovechar deducciones o exenciones que estaban disponibles desde el inicio.
- Cambiar de residencia sin estrategia: activar involuntariamente el Exit Tax al trasladarse fuera de España.
- Buscar soluciones de última hora: intentar modificar estructuras días antes de la venta, cuando ya es demasiado tarde o arriesgado.
Un ejemplo frecuente es el del fundador que, al recibir una oferta de compra, decide constituir una holding de urgencia. La Agencia Tributaria suele rechazar este tipo de movimientos oportunistas, y los beneficios fiscales se pierden.
Lección clave: la planificación fiscal debe empezar desde el pacto de socios inicial. Anticipar escenarios de salida y fijar estrategias en fases tempranas es la mejor defensa contra errores costosos.
Persona física vs. sociedad holding
Uno de los puntos más decisivos es si el fundador vende como persona física o a través de una sociedad holding.
Venta como persona física
En España, las plusvalías tributan en el IRPF (base del ahorro), con un esquema progresivo:
- Hasta 6.000 € → 19%
- De 6.000 a 50.000 € → 21%
- De 50.000 a 200.000 € → 23%
- De 200.000 € en adelante → 27–30% (según comunidad autónoma y normativa vigente).
Ejemplo:
Un fundador vende participaciones con una ganancia de 1.000.000 €. El tipo marginal será del 27%. El resultado: más de 250.000 € en impuestos.
Venta a través de una holding
Si la venta se realiza a través de una sociedad holding que cumpla los requisitos del artículo 21 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades, se aplica una exención del 95% sobre la plusvalía.
Esto implica que solo tributa el 5% de la ganancia, y al tipo general del 25%. En la práctica:
- Ganancia = 1.000.000 €
- Base imponible = 50.000 €
- Impuesto = 12.500 €
- Tipo efectivo = 1,25%
Conclusión: vender a través de una holding puede significar un ahorro de cientos de miles de euros, con el añadido de poder reinvertir desde la sociedad sin peaje fiscal inmediato.
Sociedades holding y diferimiento fiscal
Una sociedad holding es una entidad cuya actividad principal es la tenencia de participaciones en otras sociedades. Para acceder a los beneficios fiscales debe:
- Poseer al menos un 5% de participación.
- Haber mantenido dicha participación durante más de un año antes de la venta.
Ventajas clave
- Diferimiento fiscal: el capital permanece en la sociedad sin pasar al IRPF personal.
- Reinversión eficiente: se pueden adquirir nuevos activos, invertir en otros negocios o diversificar sin pagar impuestos inmediatos.
- Flexibilidad en dividendos: el reparto a la persona física se puede escalonar para optimizar el IRPF.
Advertencias
- La holding debe tener sustancia económica: estructura real, toma de decisiones, recursos propios. Una holding “de papel” puede ser considerada abusiva.
- Es posible crear una holding mediante el régimen de neutralidad fiscal (canje de valores), pero debe notificarse correctamente y cumplir los requisitos legales.
Incentivos fiscales para inversores
España ha introducido medidas para favorecer la inversión en startups y empresas de reciente creación.
Deducciones en el IRPF
- 50% de la inversión en cuota.
- Base máxima anual: 100.000 €.
- Aplicable tanto a inversores particulares como a business angels.
Requisitos
- Mantener la inversión al menos 3 años.
- No superar el 40% de participación directa o indirecta.
- La empresa no puede cotizar en mercados organizados.
- Declarar la operación en el modelo 165 de la AEAT.
Reinversión de ganancias
Si el inversor vende participaciones y reinvierte en otra startup, puede aplicar una exención sobre la ganancia. Esto permite que los beneficios se trasladen a una nueva inversión sin pagar impuestos en ese momento.
Tentación de la expatriación: Exit Tax
Muchos fundadores piensan en mudarse a jurisdicciones con menor presión fiscal antes de ejecutar un exit. Sin embargo, España aplica el Exit Tax, que grava las plusvalías latentes de acciones y participaciones cuando alguien deja de ser residente fiscal.
Excepciones
- Traslado a la UE/EEE: se puede solicitar un diferimiento de hasta 10 años.
- Si se vuelve a España antes de ese plazo, la ganancia latente puede tributar igualmente.
Riesgos
- La AEAT puede considerar artificial un cambio de residencia motivado únicamente por razones fiscales.
- Una planificación mal diseñada puede derivar en impuestos inmediatos y sanciones.
Conclusión
- El exit no se improvisa: se diseña desde el primer pacto de socios.
- Una buena planificación fiscal puede ser la diferencia entre un gran éxito y una oportunidad perdida.
- Usar holdings de forma estratégica.
- Anticipar la fiscalidad desde el inicio.
- Aprovechar los incentivos legales disponibles.
- Evitar movimientos improvisados de última hora.
En definitiva: lo que importa no es solo cuánto vendes, sino cuánto conservas después de impuestos.
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Artículo escrito por:
Equipo Fiscal
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