Al salir de la autoescuela con nuestro carnet de conducir bajo el brazo, no solamente cabe pensar en las ventajas que tendremos como conductoras o conductores, también debemos tener en cuenta lo que implica tener el carnet de conducir y toda la responsabilidad que conlleva.
Y es que desde entonces deberemos saber cómo deberíamos actuar si tuviésemos un accidente de tráfico.
Especialmente en períodos vacacionales, ya sea en verano, como en Semana Santa o Navidad, suelen producirse numerosos desplazamientos relacionados con momentos felices y en familia. Por ello mismo se nos hace necesario guardar un excesivo cuidado y precaución para la hora de los desplazamientos en vehículo. Tomando un especial carácter en función de las condiciones meteorológicas.
No solamente debemos extremar la #precaución en nuestra conducción, sino que debemos tener en cuenta cómo actuar y qué es lo que no debemos hacer.
Cerca de tres cuartas partes de las muertes que se producen por accidentes de tráfico se dan en los primeros sesenta minutos inmediatamente posteriores al accidente. Por ese mismo motivo es fundamental acortar los tiempos de rescate aplicando la conducta PAS: Proteger, Avisar y Socorrer.
Proteger la zona del accidente.
Estando en el vehículo accidentado, lo primero que haremos es echar freno de mano para inmovilizar el coche y apagaremos el contacto, evitando siempre fumar.
Cuando presenciemos o vivamos un accidente en la carretera, encenderemos las luces de emergencia, deteniéndonos lo antes posible a la derecha de la calzada. Buscaremos la zona más segura posible, sin que ello implique que tengamos que conducir marcha atrás para volver al lugar de un accidente.
Pese a que suele ser común colocar los chalecos reflectantes en el maletero del coche, es obligatorio salir del coche con el chaleco ya puesto, por lo que deberían estar guardadas dentro del habitáculo del coche. Siempre saliendo por la parte derecha del coche y protegiéndonos tras todas las medidas de seguridad que tengamos.
Debemos ser lo más visibles posible en cualquier tipo de vía cuanto antes. Por eso en autovías y autopistas colocaremos los triángulos de emergencia a una distancia mínima de 50 metros previos al lugar del accidente. En carreteras secundarias, sin embargo, a la misma distancia tanto delante como detrás del vehículo.
Avisar a emergencias.
Una vez asegurada la seguridad, tanto nuestra como de la zona, debemos avisar al servicio de emergencias (112). Dentro de lo posible deberíamos mantener la calma, pudiendo acceder o bien a un teléfono móvil o puesto SOS de la carretera.
Deberemos indicar lio más ciertamente posible dónde es el accidente, aclarando la vía o carretera donde ha ocurrido y el sentido, ya que esta información permitirá a los y las profesionales ayudarnos en el lugar al menor tiempo posible. Así como avisar del número de víctimas del accidente, tanto las que estén dentro, como fuera del o los vehículos. Y en qué estado se encuentran.
Socorrer a las víctimas.
De forma preventiva, lo ideal sería que todos y todas los y las conductores o conductoras supiesen primeros auxilios, ya que se llegarían a salvar muchas más vidas de las ya muchas que se consiguen salvar ahora.
Tras comprobar las constantes vitales de las víctimas. Si la persona herida está inconsciente pero respira con normalidad, colocaremos con mucho cuidado a la víctima en posición de recuperación. Y ante cualquier hemorragia, habremos de tratar de detenerla aplicando un vendaje compresivo.
Nunca hay que mover a una víctima si su vida no corre peligro.
Tampoco deberemos quitarle en ningún momento el casco a ninguna de las víctimas, a no ser que no respire o lo haga con dificultad, que esté vomitando o haya vomitado, ya que se podría asfixiar con el casco puesto. Al retirar el casco a un o una motorista podemos estar provocando daños irreparables en la víctima, así que habremos de extremar la precaución.
