Ayuso y Pradales, el cara a cara · Consultora de Comunicación - Hauda

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Es conocido que entre Isabel Díaz Ayuso e Imanol Pradales no existe mucha simpatía. Ya se cruzaron este 2025 en la Conferencia de Presidentes, cuando el lehendakari hizo su intervención en euskera y la presidenta madrileña se levantó de la mesa en señal de desacuerdo.
Fue un gesto pequeño, pero cargado de significado: en política, los silencios y los movimientos hablan tanto como las palabras.

Desde entonces, la tensión entre ambos se ha mantenido latente, casi como una línea subterránea entre dos formas de entender España: la de Ayuso, más centralista y provocadora, y la de Pradales, más institucional y representativa de la diversidad territorial.

“Ayuso entzun, Euskadi euskaldun”

El pasado domingo, en el Alderdi Eguna, el día grande del Partido Nacionalista Vasco, Pradales aprovechó su intervención para enviarle un mensaje directo, pero sereno:
“Ayuso entzun, Euskadi euskaldun.”

A modo de bertsolari, el lehendakari le recordó que en Euskadi se habla euskera, y que esa pluralidad forma parte del ADN político y cultural vasco. No fue una frase improvisada: fue una pincelada calculada dentro de un discurso destinado a reforzar identidad y orgullo colectivo.

El efecto fue inmediato. En cuestión de minutos, las redes se llenaron de fragmentos del vídeo, compartidos por militantes, cargos y simpatizantes del PNV. Fue el único vídeo del Alderdi Eguna que se viralizó, y no por casualidad.
El PNV reaccionó rápido y supo rentabilizar el momento. Convirtió la frase del lehendakari en una herramienta de cohesión interna, en una forma de unir a la militancia alrededor de un adversario externo, Díaz Ayuso.

En comunicación política, esa capacidad de aprovechar una confrontación para fortalecer el “nosotros” es oro puro.

https://vm.tiktok.com/ZNd76Vau8

La respuesta de Ayuso: de la política al terreno del escándalo

Al día siguiente, lunes, Ayuso acudió al programa de Ana Rosa Quintana en Telecinco. Preguntada por las palabras del lehendakari, respondió que Pradales vino a decir “Ayuso entzun, pim pam pum” como hacía la banda terrorista ETA antiguamente a la hora de amenazar a alguien.

La afirmación era falsa, pero la mentira no tuvo consecuencias. Nadie en el plató corrigió sus palabras. Ana Rosa guardó silencio. Ningún dirigente del Partido Popular se desmarcó abiertamente. Durante los primeros días de esa semana, muchos periodistas intentaron obtener alguna declaración que matizara lo dicho, sin éxito.

El resultado fue doble: Ayuso mantuvo su perfil combativo y Pradales reforzó su liderazgo interno gracias al rechazo que su adversaria provoca entre el electorado nacionalista. Ambos ganaron algo, aunque en campos distintos.

Cuando la mentira no penaliza

La frase de Ayuso marcó la agenda mediática. Pero lo más relevante no fue la polémica en sí, sino la ausencia de coste político. Mentir sobre una acusación tan grave, vincular un mensaje en euskera con la violencia terrorista, no tuvo repercusiones. Ni en su entorno, ni en la entrevista, ni en los medios.

La escena ilustra un fenómeno cada vez más frecuente en la comunicación política: la impunidad del discurso emocional. El mensaje no busca ser cierto, busca ser eficaz.
Y cuando lo consigue, el coste desaparece.

De la confrontación al trend

Lo que nadie esperaba era que este cruce de declaraciones terminara convertiéndose en un fenómeno viral.
Un creador digital mezcló las frases de ambos “Ayuso entzun” y “pim pam pum”, les añadió una base rítmica y publicó el resultado en TikTok.
El audio se volvió tendencia nacional.

Miles de personas lo usaron para hacer vídeos, memes y parodias. El “pim pam pum” se bailó, se reinterpretó y se convirtió en un símbolo de la cultura política digital.

La política, una vez más, traspasó los límites del discurso institucional y se coló en el terreno del entretenimiento. Lo que en el pasado habría quedado en una polémica entre partidos, hoy se convierte en contenido reproducible, remixable y compartible.

https://vm.tiktok.com/ZNd763sho

Claves de comunicación política

El caso Ayuso & Pradales deja varias lecciones para quienes analizan o practican comunicación política:

  1. El PNV supo capitalizar la confrontación. Aprovechó la reacción de Ayuso para reforzar su relato identitario y movilizar emocionalmente a su base.
  2. Ayuso mantuvo su narrativa. Siguió fiel a su estilo de oposición simbólica, utilizando la exageración y la provocación como herramientas de visibilidad.
  3. Los medios tradicionales pierden control. El centro del debate ya no está en los platós ni en los titulares, sino en los timelines de TikTok y X.
  4. La verdad compite con el ritmo. En una sociedad saturada de información, lo que importa no es tanto el dato como el impacto emocional.

Reflexión final

El “pim pam pum” de Ayuso y Pradales resume la política actual: inmediata, emocional y moldeada por los algoritmos.
El PNV encontró en el enfrentamiento una forma de reforzar identidad; Ayuso, una nueva polémica que la mantiene en el centro del debate; y la ciudadanía, un audio para convertir la política en espectáculo.

Curioso, ¿no? Que la mentira no tenga consecuencias. Y que la verdad, para ser escuchada, tenga que ponerse en ritmo.

Recapiti
Aner Ansorena