Alicante. Jueves,16 de octubre de 2025
La Universidad de Alicante se sitúa las diez universidades españolas mejor valoradas en el nuevo Ranquin CYD de Universidades Sostenibles, una clasificación elaborada por la Fundación CYD que analiza la implicación de las universidades en dimensiones sociales y medioambientales como la igualdad, la inclusión, la acción social, la salud o la lucha frente al cambio climático.
Este reconocimiento coloca a la institución alicantina en el octavo puesto, junto a otras universidades públicas destacadas, como las de València, Girona, Málaga o Salamanca.
La rectora de la Universidad de Alicante, Amparo Navarro, ha valorado estos resultados como “un revulsivo que nos anima a seguir en esta senda de concienciación social y medioambiental en la que participa toda la comunidad universitaria”.
En este sentido, Amparo Navarro ha subrayado especialmente el valor de las acciones de voluntariado impulsadas desde la institución, entre las que destacan once proyectos activos, muchos de ellos con impacto directo en los barrios de la zona norte de Alicante, donde se trabaja para paliar carencias educativas y sociales desde un enfoque inclusivo y participativo.
“Nos sentimos especialmente orgullosos de estas iniciativas de voluntariado, que no solo refuerzan el vínculo con la ciudad, sino que promueven la cohesión intergeneracional y el apoyo personalizado a jóvenes en situación de vulnerabilidad”, ha señalado.
Otro de los ejes que han llevado a la Universidad de Alicante a destacar en este ranquin ha sido su apuesta decidida por la transición energética y la sostenibilidad ambiental desde una visión integral.
Así, en los dos últimos años, la UA ha impulsado la instalación de ocho plantas solares de autoconsumo, con más de 3.600 módulos fotovoltaicos que permitirán evitar la emisión de cerca de 800 toneladas de CO₂ anuales, al tiempo que ha mejorado el rendimiento energético de sus edificios, como la Biblioteca Universitaria y la Escuela Politécnica IV, mediante sistemas de eficiencia inteligente, iluminación LED sectorizada y aislamiento térmico avanzado. Estas actuaciones se complementan con la exigencia de que todo el suministro eléctrico contratado para el campus provenga al 100 % de fuentes renovables.
Asímismo, la UA ha logrado una reducción de más de 250 toneladas de CO₂ inscritas en el Registro Nacional de Huella de Carbono y publica de forma periódica sus datos de consumo energético y de agua como ejercicio de transparencia institucional.
Pulmones verdes
La rectora también ha recordado que “nuestro campus es uno de los escasos pulmones verdes de nuestro entorno”, un espacio que se mantiene gracias a un sistema hídrico propio basado en el uso de agua tratada procedente de un acuífero local, almacenada en el lago artificial del Bosque Ilustrado, que abastece el riego de más de un millón de metros cuadrados de zonas verdes sin recurrir al agua potable convencional.
Este ecosistema natural se convierte, además, en un aula abierta para la sensibilización ambiental y la ciencia ciudadana, con iniciativas como la instalación de hoteles de insectos para polinizadores, el programa eBird-UA de seguimiento de avifauna o la difusión de recursos como el inventario botánico UverdA y la Guía fotográfica de árboles y arbustos singulares.
La UA también impulsa acciones de economía circular como el programa UA Reutiliza o las campañas de recogida solidaria de tapones y ropa, e involucra activamente a su comunidad con convocatorias de innovación social, aprendizaje-servicio y proyectos alineados con la Agenda 2030.
Todo ello se enmarca en una política global de campus saludable y sostenible, en la que también se ha reforzado la movilidad sostenible con iniciativas como el carpooling (Hoop Carpool, TRIBBU), el fomento del uso de bicicletas con talleres y aparcamientos seguros, y el avance hacia un campus completamente libre de humos, uno de los primeros en España en lograr esta certificación.
