«El documento de Voluntades Previas es de gran ayuda para los médicos y para los familiares de los pacientes en estado crítico»

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Juan José Parra es médico en la Unidad de Cuidados Paliativos de Valdecilla y opina sobre el documento que plasma  la  voluntad  de los pacientes en el caso de no poder decidir por sí mismos     

El Dr. Juan José Parra obtuvo el grado de Medicina en Lima (Perú). Estudió los 7 años correspondientes a la carrera (duración habitual en Latinoamérica),  realizó  un año adicional de Servicio Médico Rural dirigido a la comunidad y decidió  venir a España para formarse como especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. La especialidad la realizó  en la Gerencia de Atención Primaria y en el Hospital
Universitario Marqués de Valdecilla y,  desde hace unos meses, trabaja en su Unidad de Cuidados Paliativos tras 6 años en el Servicio de Hospitalización Domiciliaria del  hospital.  En esta entrevista  para el Colegio de Médicos analiza la realidad del documento de Voluntades Previas.

-El Colegio de Médicos de Cantabria estrena un nuevo servicio para los colegiados: la gestión del documento de voluntades previas que determina la decisión previa del enfermo en el caso de que su gravedad le impida decidir por sí mismo si quiere que le prolonguen la vida, por ejemplo ¿en qué medida ayuda a los médicos este documento?

Es de gran ayuda, considerando que nosotros mismos algún día podríamos ser esa persona que se beneficie de haber tenido gestionadas las voluntades previas. Cuando uno es consciente y conserva facultad mental para poder tomar decisiones sobre sí mismo, es la persona quién decide qué actitud o abordaje terapéutico desea sobre su propia salud, preservando el principio de autonomía del paciente. Sin embargo, cuando esto no es factible por pérdida de capacidad mental debido a cualquier enfermedad grave asociada, es a través del Registro de Voluntades Previas, el que permite dejar reflejado por escrito, instrucciones de cómo desearías que se lleve a cabo la fase final de vida en la cual uno ya no es capaz de tomar decisiones por sí mismo.

Creo que toda entidad, sobre todo una tan importante como el Colegio de Médicos, que difunda y ayude a gestionar este documento, será siempre un avance para los colegiados.

– ¿Hay muchos casos de enfermos en situaciones muy graves en los que ellos no pueden decidir y sus familias deban optar por un abordaje del problema o el final de la vida? Y no me refiero a la eutanasia….

Así es, hay muchos casos, sin lugar a dudas. En esta situación se puede observar diversidad de opiniones dentro de la propia familia acerca de cuál podría ser el mejor abordaje en esta fase avanzada, desde continuar con procedimientos, terapias o medidas invasivas u optar por una limitación del esfuerzo terapéutico con aplicación de medidas necesarias personalizadas según el caso, para conseguir el confort de la
persona y, por consiguiente, de los que la rodean.

Estas decisiones, razonablemente complejas de tomar por parte de los familiares, no siempre traen acuerdos y a veces es difícil establecer lo que el paciente hubiese preferido. Nosotros, como parte de nuestra responsabilidad como profesionales médicos, intentamos evaluar y asesorar la situación clínica de forma integral a través de un equipo multidisciplinar con el objetivo de conseguir el beneficio de la persona cuándo éste no dejó por escrito sus voluntades previas.

-Como experto en cuidados paliativos ¿crees que es recomendable tener este documento de voluntades previas?

Sin lugar a duda, el documento de voluntades previas creo que ayuda muchísimo a los familiares de la persona de cara a respetar el deseo de su ser querido en ese momento tan crítico lleno de incertidumbre.  Y por  otro lado, a los médicos tratantes de ésta, quienes optarán por tomar las mejores decisiones terapéuticas respetando los deseos manifestados por la propia persona, intentando conseguir el máximo confort
posible para poder así preservar su dignidad.

Dicho esto, y para aclarar, no puedo considerarme un experto en cuidados paliativos, ya que este campo de la Medicina requiere de mucha experiencia. Tengo la suerte de trabajar con mis compañeros que llevan muchos años en ello y de los cuales estoy aprendiendo día a día las herramientas clínicas y psicológicas necesarias para poder acompañar a las personas y familiares en esta fase tan compleja y a la vez
enriquecedora, que es la fase final de vida de una persona.

-Y ¿crees que es más compleja la labor asistencial de los especialistas en paliativos que otras con mejores pronósticos?

Pienso que la complejidad en Medicina no viene dada por el resultado o pronóstico de la persona ya que muchas veces esto escapa de nuestras manos. La complejidad de nuestra profesión radica en las acciones y decisiones que tomamos cada día basadas en la siguiente pregunta: “¿Qué es lo mejor para esta persona en el contexto en el que se encuentra en este preciso momento?”. La labor asistencial de todos los médicos, independientemente del pronóstico, reflejan esta pregunta; y el contexto de cada persona, determina la complejidad.

Por otro lado, la labor asistencial de cualquier médico especialista que se dedique a manejar la fase final de vida de una persona ya sea desde Atención Primaria como a nivel hospitalario, es compleja desde el punto de vista que aborda un tema que a mi parecer sigue siendo tabú en nuestra sociedad, que es la muerte. Cualquier persona concebida desde un punto de vista biopsicosocial de por sí es compleja, más aún en
este tramo de la vida,  por lo que, si intentamos como profesionales educar, escuchar, comunicar y acompañar a las personas y a sus familiares sobre cómo llevar esta fase, creo que conseguiríamos de alguna manera, aliviar o mitigar el sufrimiento físico-emocional que conlleva.

-Valdecilla es un hospital líder en España en muchas especialidades, ¿también destaca en cuidados paliativos?

Gracias al esfuerzo de grandes profesionales como Mariví Rodríguez, Ana Manzanas, Alberto Noriega, Miguel Saura, Elvira Cantero, Luis Priede (actual coordinador de la Unidad) y al conjunto del personal médico, de enfermería, de psicología y administrativo, es que la Unidad de Cuidados Paliativos de Valdecilla ha ido con el tiempo abriendo camino para poder destacar en este ámbito en beneficio de las
personas.

Como toda especialidad, aún queda camino por recorrer para poder lograr una atención continuada con más recursos humanos y logísticos tanto a nivel hospitalario como a nivel ambulatorio.

-Y si hablamos de investigación ¿se ha avanzado mucho en paliativos en la última década?

Se realiza investigación en Cuidados Paliativos desde varios ámbitos. Se puede abordar desde el punto de vista clínico, así como también temas diversos enfocados en la esfera psicosocial como el cuidado, alivio del sufrimiento físico – emocional, espiritualidad, capacidad y competencia de los pacientes en la toma de decisiones, aspectos sociales, manejo psicológico por sobrecarga de los cuidadores; y otros como
el apoyo de la inteligencia artificial en la recolección de datos para la toma de decisiones o gestión de recursos, por mencionar algunos. Es un área como cualquier otra de la Medicina, donde se puede realizar investigación a cualquier nivel y en el que se está desarrollando continuamente.

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