Cualquier empresa sabe la importancia que tiene el buen diseño para llegar al cliente y vender de forma efectiva. Por eso, si te quieres dedicar al marketing, es muy importante saber qué funciones de un diseñador de producto son esenciales para las compañías.
Hoy vamos a abordar este tema, explicándote todos los conceptos que necesitas saber antes de dirigir tu andadura profesional hacia esa rama. ¿Nos acompañas?
Qué hace realmente un diseñador de producto
Los diseñadores de productos son los encargados de dar forma a la imagen de los productos o servicios destinados a venta. Una labor que va más allá de la mera ejecución, ya que abarca diferentes aspectos que es necesario dominar para ofrecer un rendimiento óptimo.
Entre sus funciones se encuentran:
- Análisis y estudio previo: todo trabajo de diseño visual necesita una fase previa en la que se extraen tanto las ideas, como los motivos. Cuanto más se trabaje este paso, más posibilidades de éxito se suelen obtener.
- Prototipado y bocetos: una vez recopilada esta información, llega la hora de ponerse manos a la obra y crear. Es la parte más práctica, donde se ponen en liza todas las habilidades de las diseñadoras y diseñadores.
- Presentación: si importantes son las dos funciones anteriores, esta no es menor. Pues el transmitir el sentido de los trabajos realizados para que el cliente o el superior lo entienda, será clave para obtener el visto bueno. Muchos trabajos vistos sin más no dicen nada, pero una buena historia puede marcar la diferencia.
- Aplicaciones: y, por último, suele ser habitual rediseñar o aplicar diferentes versiones a formatos, tanto digitales como físicos. No deja de ser una continuación de lo anterior, pero requerirá buenas dosis de creatividad.
Buena parte de este proceso se apoya en metodologías creativas como el Design Thinking, que fomentan la empatía con el usuario y la búsqueda de soluciones innovadoras.
Diferencias entre diseño industrial y diseño de producto
Aunque a menudo se confunden, el diseño industrial y el diseño de producto no son exactamente lo mismo. El primero se centra en la producción en serie y la optimización técnica, buscando crear objetos funcionales, duraderos y eficientes en su fabricación.
Es un campo muy ligado a la ingeniería, donde aspectos como los materiales, los procesos industriales y la ergonomía son fundamentales.
El diseño de producto, en cambio, amplía su mirada hacia la experiencia del usuario y la comunicación. No solo busca que el objeto funcione, sino que también enganche al público, encaje con la marca y destaque en el mercado.
Competencias más valoradas en el sector
Teniendo esto claro, podemos tener claro qué es lo que más buscan las empresas que requieren de este tipo de profesionales. Aquí te dejamos algunas de las características más importantes:
- Personas resolutivas: se suele priorizar perfiles que sean capaces de aportar soluciones e ideas, especialmente cuando los productos a diseñar supongan un reto.
- Creatividad: un valor clave y que debe ir de la mano de cualquier persona que quiera dedicarse al mundo del diseño. La capacidad de ver donde otros no ven da muchos puntos extra.
- Comunicación visual: tan importante como diseñar es saber transmitir la idea detrás de cada propuesta. Por eso, las empresas valoran a quienes son capaces de explicar con claridad el sentido de su trabajo.
- Adaptabilidad tecnológica: el mundo del diseño evoluciona a gran velocidad, y dominar las herramientas digitales más actuales es imprescindible si se quiere estar a la altura del sector.
El diseño de producto requiere una mirada amplia, que combine creatividad, narrativa visual y comprensión del público. Por eso, muchos profesionales con formación en comunicación audiovisual lo ven como un camino factible a estudiar después de comunicación audiovisual.
Formación necesaria para ser diseñador de productos
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No solo aprenderás teoría, sino que trabajarás con proyectos reales y profesorado en activo, lo que te permitirá entender cómo se mueve el mercado desde dentro.
Además, los grupos reducidos, las oportunidades de networking y la posibilidad de crear tu propio portfolio profesional convertirán tu paso por la escuela en una experiencia que te preparará para entrar de lleno en el mercado laboral.
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