Desde hace más de una década, el protocolo y la organización de eventos se imparten como título oficial en varias universidades españolas, en cumplimiento con los requisitos del Espacio Europeo de Educación Superior. Por ejemplo, la Universidad Camilo José Cela (UCJC) ofrece un Grado en Protocolo y Organización de Eventos, verificado favorablemente desde el curso 2015–16. La Escuela Internacional de Protocolo, pionera en el sector, destaca también que esta carrera ya es una titulación oficial en España desde el año 2010.
Contar con una titulación oficial aporta legitimidad académica y profesional, y facilita el reconocimiento institucional en sectores tanto públicos como privados.
2. Retos: intrusismo y regulación profesional
Una de las principales reivindicaciones del sector es combatir el intrusismo profesional. El Código Penal español castiga con multa o incluso prisión (de seis meses a dos años) a personas que ejercen una profesión regulada sin el título habilitante correspondiente. En protocolo, esto se traduce en casos en los que personas sin formación pretenden asumir roles prestigiosos como jefes de protocolo.
Desde la AEP —y también otros colectivos profesionales del sector— se exige una regulación más clara, como la creación de un Colegio Profesional que reconozca de forma oficial los perfiles del protocolo, evite usurpaciones y respalde la profesión.
3. Asociación Española de Protocolo (AEP): misión y objetivos
La AEP es una entidad sin ánimo de lucro que agrupa a profesionales del protocolo, ceremonial y eventos en España, con delegaciones en 11 comunidades. Su misión central es:
- Defender y potenciar la profesión, promoviendo su reconocimiento académico e institucional.
- Combatir el intrusismo y establecer buenas prácticas.
- Impulsar la formación continua y la excelencia profesional.
- Crear sinergias entre profesionales, centros educativos y entidades.
- Ofrecer asesoramiento, oportunidades laborales y visibilidad a sus asociados, incluidos premios a la excelencia y eventos profesionales.
En su carta del presidente (junio 2025), Ramón Peche destaca el momento de transformación por el que pasa el sector y el papel estratégico de la AEP como referente nacional.
4. Defensa colegiada y lucha contra el intrusismo
En línea con su labor de defensa institucional, la Asociación Española de Protocolo (AEP) impulsa activamente la creación de Colegios Profesionales de Protocolo y Organización de Eventos en
España. Este paso permitiría dotar a la profesión de una estructura jurídica sólida, capaz de regular el ejercicio profesional, garantizar la calidad del servicio y combatir eficazmente el intrusismo. La
AEP considera que un colegio profesional no solo protegería los derechos de los titulados, sino que también reforzaría el reconocimiento social y administrativo del protocolo como una disciplina técnica, científica y estratégica dentro de las relaciones institucionales.
5. Defensa institucional y normativa
En su comunicación oficial del presidente de septiembre de 2024, la AEP expresó su preocupación por una nueva regulación del Ministerio de Educación (Real Decreto 711/2024), que establece una formación de nivel medio para auxiliares de protocolo. La AEP defendió que dichas funciones no deben confundirse con las competencias de profesionales con grado, máster o licenciatura en protocolo o disciplinas afines.
En una carta dirigida a la ministra de Educación, la AEP ofreció su colaboración técnica en la definición curricular, para evitar confusiones sobre las responsabilidades de los auxiliares frente a profesionales cualificados.
6. Colaboración colectiva: asociaciones y observatorio
Tanto la AEP como las otras asociaciones regionales como ATPG (Galicia), APECA (Asturias), ACPRI (Cataluña), ACRP (Córdoba) y la OICP, entre otras, comparten un mismo propósito: defender y dignificar la profesión del protocolo. En este sentido, es fundamental que todas las asociaciones unan esfuerzos y actúen de forma conjunta, porque una profesión unida es siempre más fuerte, más visible y más respetada que una dividida. Asimismo, los centros educativos que imparten titulaciones oficiales en protocolo y organización de eventos deberían sumarse activamente a esta línea de defensa, colaborando con las asociaciones profesionales, participando en sus iniciativas y dando a conocer el tejido asociativo a sus estudiantes. Solo a través de la cooperación entre asociaciones, instituciones académicas y profesionales se podrá consolidar el reconocimiento institucional y social que el protocolo merece.
Además, forma parte del Observatorio Profesional de Protocolo y Organización de Eventos (OPPE), creado en 2020 con el objetivo de investigar, difundir, impulsar la innovación y consolidar el reconocimiento profesional. Su “Declaración de Mérida” (2022) reivindica una mejor normativa, lucha contra el intrusismo y la inclusión de la figura del jefe de protocolo en la Administración estatal.
La OPPE y la AEP apoyaron, por ejemplo, la implantación en Aragón de la especialidad de Técnico Superior de Protocolo dentro de los cuerpos de funcionarios (Decreto 17/2023), que gestionó Asociación Aragonesa de Protocolo. La exigencia para acceder a estas plazas incluye poseer el título oficial de grado en protocolo o equivalente.
7. ¿Por qué es clave defender la profesión?
- Jurídicamente: el ejercicio ilícito de una profesión regulada está penado.
- Académicamente: la titulación oficial proporciona un respaldo científico y técnico.
- Profesionalmente: limita el intrusismo y promueve la excelencia.
- Institucionalmente: facilita que las administraciones reconozcan roles y competencias específicas (como jefe de protocolo).
- Socialmente: transmite una imagen coherente y profesional del colectivo.
Conclusión
La profesión de protocolo en España ha recorrido un camino sólido hacia la oficialidad académica y profesional. Gracias a la titulación oficial, la vigilancia del intrusismo y la movilización institucional de organizaciones como la Asociación Española de Protocolo, el sector cuenta hoy con una base firme para seguir avanzando.
Sin embargo, los retos persisten: la consolidación de un colegio profesional, el establecimiento de carreras funcionales en administraciones públicas, la diferenciación clara entre niveles de formación y la unión entre asociaciones son pasos esenciales para fortalecer el protagonismo del protocolo como disciplina social y técnica.
Este esfuerzo conjunto entre la AEP, instituciones educativas, observatorios profesionales y asociaciones regionales contribuye a que el protocolo gane reconocimiento, rigor y proyección en España.
Jorge Hurlé Palacio
Delegado en Asturias de la Asociación Española de Protocolo