“La Unión Europea tiene que promover la paz” - Étnor

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València, 13 nov.- Andrea Rizzi explica cómo debe reaccionar Europa para proteger los valores democráticos.

El corresponsal de Asuntos Globales del diario El País y autor del libro La era de la revancha, Andrea Rizzi, ofreció este miércoles la conferencia “La democracia y los valores europeos en la era de la revancha”, enmarcada en la celebración de la trigésima quinta edición del Seminario Permanente de Ética Económica y Empresarial de la Fundación Étnor.

En ella, Rizzi desgranó los diferentes pasos que debe dar la Unión Europea (UE) para fortalecerse ante un contexto de polarización y de auge de fuerzas extremistas: “La UE tiene que promover la paz y defenderla frente a los ataques de otros. La paz se construye de forma activa y los europeos debemos disuadir a alguien que ha demostrado estar dispuesto a usar la violencia”.

Y es que, según señaló Rizzi, “los valores democráticos están bajo asalto”, una situación que debe mantener en alerta a todo el continente europeo. “Nos debe mantener en alerta y, al mismo tiempo, ser conscientes de que tenemos el potencial y las capacidades para defenderlos desde Europa y proyectar el espíritu de defensa y resistencia de la democracia”, destacó.

El papel de Estados Unidos en la demolición del orden multilateral

Rizzi ejemplificó la pérdida de poder de los valores democráticos en la situación actual de Estados Unidos, está a la cabeza del proceso de demolición del “mundo multilateral basado en las reglas” que él mismo contribuyó a crear.

Además, definió como “peligrosa” la dependencia de Europa a nivel militar de Estados Unidos y a nivel tecnológico de China. También señaló como “desafíos” hechos como la invasión de Rusia a Ucrania después de la de Georgia en 2008 o el asalto al Capitolio de Washington en 2021.

“Hay un descontento con el sistema que da alas a las fuerzas extremistas y debemos avanzar en la competitividad, porque solo así podremos extraer la fortaleza necesaria para hacer presión. La culminación de la integración del mercado financiero común es un elemento clave para dar alas a la innovación y recuperar el terreno perdido”, explicó Rizzi.

A su vez, reclamó más inversión en innovación: “Estamos detrás en tecnología puntera, en emprendimiento, en telecomunicaciones, en energía… Tenemos que avanzar hacia una nueva deuda común europea para invertir y fomentar nuestra innovación y competitividad. No podemos dejarlo solo en manos del endeudamiento nacional”.

La soberanía digital y el apoyo a formaciones extremas

Para Rizzi, la tecnología es otro de los elementos a tener en cuenta en la batalla ante formaciones extremistas que ponen en riesgo el orden democrático europeo. En este sentido, habló del concepto de “soberanía digital”.

“Las formaciones extremas cuentan con un apoyo tecnológico que manipula el debate público, el entendimiento de lo que ocurre en la ciudadanía y hasta las capacidades cognitivas. Debemos tener un espacio de soberanía digital en Europa”.

Además, puso el foco en la educación como elemento potenciador de esa soberanía: “Hay que crear nuevas políticas de educación porque la mejor defensa ante la manipulación de la mente y del campo de batalla cognitivo es el espíritu crítico de cada ciudadano”.

En este punto, Rizzi introdujo el concepto de “cohesión social” como un elemento más: “Las fuerzas extremistas que están impugnando el sistema y sus valores han bebido mucho del desgarro entre las clases superiores y las clases populares. En España, con varios años de gobierno progresista, hay señales que alertan de que esa cohesión no está plenamente resuelta a pesar de los datos macroeconómicos positivos”.

“La cohesión social es algo que les interesa incluso a los defensores del capitalismo porque es fundamental para que el sistema funcione”, amplió.

La inmigración como un caballo de Troya

Otro de los puntos clave que, según Rizzi, amenaza a los valores de la democracia en Europa es la inmigración y el uso que las fuerzas extremistas hacen de ella para potenciar sus discursos.

“No se nos puede escapar que todas las propuestas populistas que han crecido en Europa y en Occidente lo hacen a lomos de una mezcla de factores socioeconómicos y culturales. No podemos mirar hacia otro lado”.

Comparó la situación de España con el resto de Europa y habló de “un caballo de Troya”: “En España, la situación es más llevadera porque la inmigración procede de un entorno cultural parecido, pero en Europa es como un caballo de Troya por el uso que ciertas fuerzas extremas hacen de esa inmigración”.

“Hay que esforzarse en reducir los flujos migratorios ilegales, pero siendo fieles a los valores, entendiendo que hay que diseñar nuevas políticas para estos nuevos tiempos y fortalecer nuestros tejidos productivos, nuestras empresas…”, amplió.

El papel individual del ser humano

Rizzi finalizó su recorrido haciendo énfasis en el papel del individuo: “Sería miope y paternalista pensar que las soluciones vienen solo de los grandes movimientos políticos. Está en nuestras manos resistir y rebelarnos contra estas corrientes”.

“Debemos ser protagonistas de la resistencia internacional. Si Europa frena las vías por las que crecen las fuerzas que ponen en cuestión su proyecto común, puede ser el epicentro de coaliciones de defensa porque es quien claramente tiene el músculo económico, la historia cultural, la preparación de los ciudadanos…”, añadió.

Rizzi recordó el mito de Medusa y Perseo para subrayar la agilidad y la capacidad de rebelión del héroe griego, relacionándolo con “la defensa de los cimientos básicos de la democracia”.

Finalizó con una llamada a los ciudadanos europeos a decir que no a dinámicas polarizantes: “Debemos reconstruir nuestras dimensiones colectivas porque, desgraciadamente, en este tiempo hay un nivel de polarización que hace que cueste ponerse de acuerdo en esa defensa. Debemos reconstruir un templo pulcro en el que no entre esta dialéctica política intoxicada, comenzar a leer otras fuentes, movilizarnos en la calle, escuchar más y reconocer las razones de otros”. Y concluyó con los versos de Eugenio Montale: “Busca la malla rota en la red que nos oprime, salta fuera, huye”. Está en manos de cada uno de nosotros oponer resistencia y rebelarnos, ir al otro lado de esa opresión y de esa manipulación, y “defender la democracia y los valores europeos con la voluntad de cooperar e integrarnos en el proyecto común europeo”.

“El mundo ha salido ya de etapas más oscuras que ésta: construyendo”

Ya en el turno de preguntas, Rizzi trasladó un mensaje positivo cuando fue cuestionado por la dependencia de la Unión Europea respecto a Estados Unidos: “Dependemos tanto que nos inhibe hasta en el plano comercial. Podíamos haber peleado más en el conflicto de los aranceles y no lo hicimos. Muchos europeos tienen miedo a confrontar a Estados Unidos”.

“Pero podemos resistir y el mundo ya ha salido de etapas más oscuras que ésta: construyendo. La Segunda Guerra Mundial, la creación de la Unión Europea, la justicia internacional… Podemos retomar esa senda, pero no será fácil”, añadió.

Preguntado por el papel del individuo y por la falta de pedagogía, Rizzi apeló a la emoción. Afirmó que existe una asimetría entre los mundos emocionales que crean quienes van más allá de las fake news y las respuestas racionales destinadas a contraponerlos. “Debemos encontrar las teclas de vibración emocional que funcionen, no es imposible porque nuestros valores son esplendidos”, dijo haciendo referencia a la importancia de emocionar desde el orgullo de los valores que caracterizan a Europa. Y lanzó una pregunta sobre la que, según él, todavía no tiene respuesta: “Desde luego mucho tiene que estar en la esperanza de la construcción, de la defensa de un mundo mejor, más luminoso, pero me pregunto si los políticos deberían utilizar el miedo, pero con consciencia, sin exagerar ni manipular. Hay motivos por los que estar preocupados y la Unión Europea es la respuesta, pero si estamos divididos, estamos expuestos a consecuencias graves, peligrosas e inquietantes”.

Rizzi también compartió el proyecto ‘Régimen 28’, cuya idea es tenerlo terminado en 2028 y que busca la simplificación de la burocracia mediante la creación de lo que sería una especie de nuevo estado administrativo dentro de la Unión, “que tiene una cierta fuerza colectiva”.

Recapiti
Daniel González