Ayer tuve la oportunidad de impartir el taller “Mundo laboral: Comunicación y Personalidad”, dentro del Programa: Proyectos Integrales para Jóvenes, una intervencion dentro del Curso: Formación bonificada y Estrategias comerciales. Una sesión especialmente orientada a comprender cómo las diferencias individuales influyen en nuestra forma de comunicarnos y relacionarnos en el entorno profesional.
Y, muy especialmente, cómo la Alta Sensibilidad aporta una mirada única y profundamente valiosa a la comunicación dentro de las organizaciones.
Durante el taller abordamos:
🔹 Los estilos de personalidad en el trabajo y cómo se manifiestan en dinámicas reales: toma de decisiones, gestión de conflictos, liderazgo y colaboración.
🔹 La comunicación desde la profundidad perceptiva que caracteriza a las Personas Altamente Sensibles (PAS): atención al matiz, lectura emocional fina, mayor capacidad de anticipación y análisis.
🔹 Cómo adaptar la comunicación para favorecer entornos más empáticos, respetuosos y eficientes, considerando el modo específico en que las PAS procesan la información (más profundo, más detallado y con mayor impacto emocional).
🔹 Estrategias para prevenir la sobrecarga, regular la intensidad y fomentar conversaciones más claras, seguras y constructivas.
🔹 El papel de la sensibilidad como competencia profesional, clave para la innovación, el liderazgo transformacional y el bienestar laboral.
Fue una experiencia enriquecedora, con participantes que mostraron un gran interés por integrar la diversidad sensorial y emocional en su forma de trabajar.
Las reflexiones compartidas demostraron algo esencial: cuando entendemos la personalidad y la sensibilidad como recursos, la comunicación mejora y las organizaciones se vuelven más humanas y saludables.
Agradezco profundamente la implicación de todas las personas que asistieron y su apertura a esta mirada.
Seguimos impulsando espacios formativos que promueven organizaciones más sensibles, conscientes y orientadas al bienestar.