A menudo se tiende a confundir las enfermedades del corazón, especialmente la insuficiencia cardíaca y las arritmias. Aunque ambas afectan a la forma en que el corazón late y bombea la sangre, no son lo mismo. Te explicamos en qué se parecen y qué las diferencia.
La insuficiencia cardíaca
La insuficiencia cardíaca es una afección en la que el corazón no puede bombear sangre oxigenada con fuerza suficiente para satisfacer las necesidades del organismo, lo que provoca una acumulación de líquido en los pulmones, las piernas y el abdomen. Esta situación puede tener diversas causas, como la obstrucción de las arterias coronarias o el debilitamiento del músculo cardíaco, y puede generar múltiples síntomas como: fatiga y cansancio, dificultad para respirar, tos o sibilancias, hinchazón en las zonas con más líquido, ritmo cardíaco rápido o irregular, aumento de peso, pérdida.
La arritmia
La arritmia, en cambio, es una alteración del ritmo cardíaco que puede hacer que el corazón late demasiado rápido, demasiado lento o de forma irregular. Se produce por un funcionamiento anómalo de los impulsos eléctricos que controlan los latidos del corazón y puede provocar síntomas como palpitaciones, mareos o desmayos, dolor torácico, falta de aire, debilidad o cansancio. Varios factores pueden aumentar el riesgo de sufrir arritmias, entre los que destacan la hipertensión arterial, la diabetes o la obesidad.
Semejanzas de la insuficiencia cardíaca y las arritmias
Tanto la insuficiencia cardíaca como las arritmias comparten factores en común: ambas están relacionadas con el envejecimiento y afectan principalmente a personas de edad avanzada. Asimismo, pueden tener un componente hereditario y, en algunos casos, una de estas enfermedades puede desencadenar o agravar a la otra.
Diferencias de estas dos afecciones cardíacas
Pese a tener algunas características comunes, las diferencias entre estas dos afecciones son significativas. Además de lo que ya hemos explicado sobre cada una de ellas, cabe destacar que la insuficiencia cardíaca suele aparecer de forma progresiva, mientras que la arritmia puede manifestarse de forma repentina y en episodios puntuales.
Por otra parte, aunque ambas requieren cambios de estilo de vida y medicación, la insuficiencia cardíaca responde mejor a diuréticos y betabloqueantes, mientras que las arritmias se tratan principalmente con fármacos antiarrítmicos y, a menudo, con procedimientos como la ablación o la cardioversión para restablecer.
Reconocer las diferencias entre estas dos enfermedades es clave para una mejor gestión y calidad de vida. Para más consejos de salud, no dudes en consultar el blog de Previsora General.
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