El singular parentesco de la musaraña elefante

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Desde la descripción de las primeras especies en el primer tercio del siglo XIX las musarañas elefante, también conocidas como sengis, atrajeron a los zoólogos por su peculiar morfología. Como se las consideraba estrechamente emparentadas con las verdaderas musarañas, los erizos y los topos, se las incluyó en el orden Insectivora. Con el tiempo se vio que eran un orden independiente: Macroscelidea.

Musaraña elefante de Peters (Rhynchocyon petersi) colectada en Zanzíbar (Tailandia), colección de Mamíferos del MNCN. Imagen: Servicio Fotografía MNCN.

Investigaciones recientes sugieren que podrían pertenecer a un superorden de mamíferos placentarios, Afrotheria, que incluye siete grupos con escasa semejanza entre sí: elefantes, dugongos y manatíes, damanes, cerdos hormigueros, sengis, topos dorados y tenrecs. Este clado, que agrupa animales tan diferentes como el tenrec de cola larga menor (Microgale longicaudata) de solo 10 gramos de peso y el elefante africano (Loxodonta africana) de 4.000 kilos, desciende de un ancestro común que habitó en algún lugar de lo que hoy es África.

Los afroterios representan una de las principales radiaciones evolutivas de los mamíferos. Los siete grupos que lo forman representan casi un tercio de todos los órdenes de mamíferos actuales, aunque solo aportan unas 80 de las aproximadamente 1260 especies de mamíferos que se encuentran en África y Madagascar. El continente africano permaneció relativamente aislado hace entre 105 y 40 Ma y es probable que durante ese periodo los afroterios evolucionaran adaptándose a diferentes nichos ecológicos.

Ejemplar de musaraña elefante norteafricana (Petrosaltator rozeti) colectada en el Rif oriental por Ángel Cabrera, colección de Mamíferos del MNCN. Imagen: José María Cazcarra.

Las musarañas elefante son endémicas de África, ocupando todo el continente excepto África occidental y el Sáhara. Actualmente se reconocen 19 especies agrupadas en 5 géneros y una única familia. Se trata de especies de tamaño muy diverso, desde la musaraña elefante de Peters (Rhynchocyon petersi) de 500 gramos de peso, a la musaraña elefante norteafricana (Elephantulus rozeti) de sólo 50 gramos.

Esta última, a la que también se conoce como asarfif o rata de trompa berberisca, es la única que está presente en el noroeste de África. Se parece a un ratón, tiene las orejas grandes y la cola larga. Su pelaje es pardo y muy discreto. Llama la atención por su hocico, que es largo y flexible. Lo utiliza como sonda para rastrear el olor de invertebrados en su entorno, tales como hormigas, termitas y escarabajos. Está adaptada para el salto, ya que sus extremidades posteriores son mucho más largas que las anteriores. Debajo de la cola tiene unas glándulas muy desarrolladas que utiliza para marcar su territorio. Se encuentra en lugares pedregosos donde hace su madriguera en un agujero no muy profundo. En invierno se la ve en las horas centrales del día al sol, mientras que en verano tiene hábitos crepusculares.

Fue descubierta en 1832 por el geógrafo francés Claude-Antoine Rozet (1798-1858), quien en su libro Voyage dans la régence d’Alger…, revela que la pieza más interesante de su colección de animales de Berbería es un animal muy raro en la zona de Orán, donde encontraron dos ejemplares, uno de ellos vivo. Él creía que se trataba de un género nuevo hallado unos años antes en el cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica), del que sólo se conocía una especie, Macroscelides typus Smith, que no se había visto en ningún otro lugar.

Rozet explica que el espécimen conservado en alcohol lo envió al Museo de Estrasburgo donde el zoólogo francés Georges Louis Duvernoy (1777-1855) lo examinó y describió una nueva especie en 1833 a la que denominó Macroscelides rozeti en honor a su descubridor. El geógrafo también comenta en su libro anécdotas curiosas de su estancia en Orán referidas a este diminuto mamífero: cómo comía pequeños trozos de pan y fruta, y cómo le vio beber vino de la mano de un soldado, lamiéndola como un perro.

Musaraña elefante norteafricana de la zona de Kebdana (A) y de Mogador (B), Marruecos. Dibujos de Ángel Cabrera (1932). Imagen: Archivo MNCN, sig. ACN80D/005/00582.

Otro zoólogo que estudió la especie, entonces ya incluida en el género Elephantulus, fue el español Ángel Cabrera (1879-1960), quien describió cuatro subespecies en 1932, aunque hoy sólo están reconocidas dos: E. rozeti deserti y E. rozeti moratus. Cabrera, que puede ser considerado el mejor mastozoólogo del siglo XX, trabajó 25 años en el MNCN. En la primavera de 1919 capturó tres ejemplares en Kebdana (Marruecos) que conservó vivos varios días, aprovechando para hacer apuntes del natural. Estos especímenes se conservan en la colección de Mamíferos del Museo.

La historia taxonómica del género Elephantulus es un tanto compleja por diversos motivos como identificaciones erróneas, ejemplares perdidos y aplicación confusa de los nombres. Desde la descripción de la primera musaraña elefante en 1800, a la creación del nuevo género Petrosaltator para la musaraña elefante norteafricana en 2016, hay mucha investigación. Nos referimos a la morfología clásica y también a la filogenia molecular, una técnica que permite datar la divergencia de dos especies.

Apuntes del natural de la musaraña elefante norteafricana por Ángel Cabrera. Imagen: Archivo MNCN, sig. ACN80D/005/00597.

Al parecer, Petrosaltator rozeti, la única especie de musaraña elefante que habita al norte del Sáhara, sería el grupo hermano de la musaraña elefante de cuatro dedos (Petrodromus tetradactylus), que vive justo al sur del Sáhara. La separación entre estas dos especies coincidió con importantes eventos climáticos que tuvieron lugar en el Mioceno, ocasionando el enfriamiento y la aridificación de las latitudes medias de África, y un cambio en el Sáhara, que pasaría de un ambiente tropical a uno árido. La investigación sugiere que las consecuencias ambientales asociadas con este período desempeñaron un papel importante en la radiación de las musarañas elefante.

Más allá de la controvertida taxonomía de este simpático mamífero, ahora tenéis la ocasión de ver el espécimen colectado por Cabrera y los dibujos que hizo de la especie en la exposición “Ángel Cabrera, el naturalista infinito” que se celebra en el MNCN del 9 de octubre de 2025 al 29 de marzo de 2026.

Referencias:

Arnold, P. 2019. A short history of scientific illustration of sengis. Afrotherian Conservation, 15: 14-17.

Cabrera, A. 1932. Género Elephantulus. En: Los Mamíferos de Marruecos. Trabajos del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Serie Zoológica, 57: 33-50.

Douady, C. J., Catzeflis, F., Raman, J., Springer, M. S. y Stanhope M. J. 2003. The Sahara as a vicariant agent, and the role of Miocene climatic events, in the diversification of the mammalian order Macroscelidea (elephant shrews). Proceedings of the National Academy of Sciences USA 100: 8325-8330.

Dumbacher, J. P., Carlen, E. J. y Rathbun, G. B. 2016. Petrosaltator gen. nov., un nuevo género que reemplaza al sengi norteafricano Elephantulus rozeti (Macroscelidea; Macroscelididae). Zootaxa 4136: 567-579.

Rozet, M. 1833. Voyage dans la régence d'Alger, ou, Description du pays occupé par l'armée française en Afrique: contenant des observations sur la géographie physique, la géologie, la météorologie, l'histoire naturelle... etc. Tomo Primero: pp. 244-247. Arthus Bertrand, Ed. París.

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Martínez López Carmen