Desde AFAMMER como cada 25 de noviembre nos unimos al Día Internacional para la Eliminación de la Violencia para la Mujer. Hoy, como ayer, alzamos la voz con firmeza para recordar que la violencia contra las mujeres sigue siendo una de las mayores violaciones de derechos humanos que se producen en el mundo.
Una violencia que no entiende de edades ni fronteras, y que en el medio rural adquiere formas más invisibles, pero no por ello menos letales.
De nuevo, reafirmamos nuestro compromiso con todas las mujeres que sufren violencia en silencio. Lo hacemos desde el corazón del medio rural, donde aún persisten barreras que dificultan la denuncia, el acceso a la protección y la posibilidad real de salir hacia una vida libre de miedo.
La violencia en nuestros pueblos existe. Es más invisible, más silenciada y más compleja. Pero está ahí, y nos llama a actuar.
En 2024, 48 mujeres fueron asesinadas en España por sus parejas o exparejas, y de ellas, 20 vivían en municipios rurales. Solo 15 de las víctimas habían denunciado previamente a su agresor, lo que evidencia las barreras estructurales que aún enfrentan muchas mujeres para acceder a la protección.
Entre esos obstáculos están el miedo, la dependencia económica o emocional, la desconfianza en los servicios públicos y la ausencia de referentes cercanos. En el medio rural, además, estos factores se agravan por el aislamiento geográfico, la escasez de servicios y una presión social constante que empuja al silencio.
Desde AFAMMER, volvemos a alzar la voz para denunciar una violencia que sigue golpeando especialmente a las más jóvenes, a las mujeres mayores y a quienes viven en zonas rurales. Una violencia que se amplifica con el uso de las tecnologías, se perpetúa en la desigualdad económica y afecta a miles de niños y niñas a través de la violencia vicaria. Este 25 de noviembre de 2025, reiteramos nuestro compromiso con la erradicación de todas las formas de violencia que sufren las mujeres, y reclamamos la implicación de toda la sociedad para acabar con esta grave vulneración de los derechos humanos.
En el Día Internacional contra la Violencia de Género desde AFAMMER pedimos:
- Romper el silencio, especialmente en el medio rural.
Porque en los municipios más pequeños las víctimas enfrentan una doble barrera: por un lado, viven en un entorno donde todo el mundo se conoce, y pesa demasiado “el que dirán y el miedo a ser señaladas, y por otra parte, sufren la falta de recursos y apoyos reales a su alrededor.
Según la última Macroencuesta de Violencia contra la Mujer, en los municipios de menos de 2.000 habitantes solo el 66,9 % de las víctimas verbaliza o denuncia su situación, frente al 83,3 % en las grandes ciudades. Este silencio es el primer obstáculo a vencer.
- Asegurar un compromiso presupuestario real y sostenido.
La lucha contra la violencia de género no puede depender del tamaño del municipio ni del signopolítico de las administraciones. Es urgente garantizar financiación específica para impulsar más programas de prevención, atención y protección a las víctimas en zonas rurales, así como recursos estables para las asociaciones que trabajan sobre el terreno. - Visibilizar y romper la invisibilidad de la violencia en el medio rural.
Es imprescindible que los planes estatales incluyan indicadores específicos para el entorno rural y que se apoye a los municipios más pequeños en el desarrollo de políticas de igualdad y prevención. - Frenar la violencia digital e impulsar la educación en igualdad desde edades tempranas.
La violencia digital se ha convertido en una de las formas más extendidas y normalizadas entre adolescentes y jóvenes.Según datos recientes, el 60 % de las jóvenes españolas hansufrido violencia sexual digital. Esta realidad exige una respuesta inmediata: educar en igualdad, respeto y uso seguro de las tecnologías, y hacerlo también en las escuelas rurales, donde la falta de recursos limita la prevención y el acompañamiento. - Garantizar atención integral a mujeres mayores y con discapacidad.
Estas mujeres son especialmente vulnerables, y en el medio rural aún más. El aislamiento social, la dependencia económica o física, y la escasez de recursos específicosimpiden que muchas puedan salir del círculo de la violencia. Necesitamos políticas públicas que no las dejen atrás. - Proteger de forma efectiva a los menores y prevenir la violencia vicaria.
En 2024, nueve niños y niñas fueron asesinados por seis agresores, siete de ellos por sus propios padres. La mayoría de estos crímenes se produjo en contextos de separación o custodia compartida, donde el sistema no supo detectar el riesgoni garantizar la seguridad de los menores.Urge establecer protocolos rigurosos de evaluación del riesgo, limitar el contacto con progenitores violentos y garantizar la protección integral de los hijos e hijas de las víctimas. - Reforzar la eficacia del sistema de protección integral.
Las medidas de protección solo funcionan si están bien aplicadas. Solo 15 de las 48 mujeres asesinadas en 2024 habían denunciado a su agresor, y algunas de ellas contaban con medidas que fueron quebrantadas.
Es imprescindible establecer protocolos eficaces para detectar cualquier fallo en el sistema de protección integral, desde la denuncia hasta la aplicación de medidas judiciales, sociales o policiales, y mejorar su coordinación.
Descarga el Manifiesto de AFAMMER por el día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer 2025 Aquí