El compliance laboral, un reto silencioso para RRHH - AEDRH

Compatibilità
Salva(0)
Condividi

En muchas organizaciones, el cumplimiento normativo laboral sigue percibiéndose como un asunto técnico o ajeno a la estrategia de negocio. Sin embargo, desde el área de Recursos Humanos, se ha convertido en una tarea diaria que requiere no solo conocimiento jurídico, sino también visión organizativa, sensibilidad social y capacidad de liderazgo. Hoy, Recursos Humanos ya no es solo quien gestiona nóminas o selecciona perfiles, sino quien vela por el cumplimiento de las obligaciones legales, por la coherencia interna de la cultura corporativa y por el cuidado de las personas. Todo al mismo tiempo. Y, a menudo, sin los recursos suficientes para hacerlo.

El aumento constante de normativa laboral ha tensionado especialmente a las pymes, que deben adaptarse a nuevos marcos regulatorios con rapidez, claridad y rigor. Cuestiones como el teletrabajo, la protección de datos, los planes de igualdad o LGTBI no solo implican un cumplimiento formal, sino una correcta interpretación y una integración práctica en la operativa diaria. No se trata únicamente de aplicar la norma, sino de traducirla en decisiones que tengan sentido dentro de la organización, que estén alineadas con sus valores y que se puedan sostener en el tiempo.

Esta complejidad normativa exige a los departamentos de RRHH asumir un papel de garantes del compliance laboral, pero esa labor no puede hacerse en solitario. El apoyo legal especializado y el acompañamiento externo son fundamentales, especialmente, en empresas con estructuras reducidas y donde la carga operativa impide muchas veces parar a pensar en la estrategia.

El cumplimiento laboral no debería vivirse como una carga porque bien gestionado puede ser una oportunidad para reforzar la cultura corporativa, profesionalizar la gestión de personas y construir organizaciones más sostenibles, seguras y respetuosas. Por eso, Recursos Humanos debe liderar procesos de sensibilización internos sobre temas clave como la igualdad, la ciberseguridad o la desconexión digital, entre otros. No basta con tener políticas; hay que activarlas, comunicarlas, formar a los equipos y medir su impacto real. Un fallo en materia de cumplimiento puede derivar en sanciones, pero también en pérdida de reputación, fuga de talento y conflictividad interna. Y cuando el entorno es complejo, lo último que necesita una empresa es abrir frentes evitables.

Gestionar bien el talento y cuidar a las personas trabajadoras también es una forma de cumplir la ley. Escuchar, reconocer, formar y motivar son acciones que fortalecen la vinculación con la empresa y reducen riesgos laborales. La experiencia del empleado o empleada debe trabajarse desde el primer día hasta su salida y para ello es necesario medir el compromiso de los equipos, tomar decisiones basadas en datos y revisar de forma periódica las políticas internas. Sin cultura de evaluación, no hay mejora posible.

Los profesionales de RRHH están hoy en un punto de cruce entre lo legal, lo humano y lo estratégico. Se les exige conocer la normativa, entender la realidad de los equipos, anticipar problemas y proponer soluciones que equilibren intereses. No es una tarea sencilla, pero tampoco es secundaria. Cumplir con la ley en el ámbito laboral no es un trámite; es parte del modelo de empresa que queremos construir. Y, en ese camino, Recursos Humanos tiene un papel decisivo para garantizar que el cumplimiento no se limite al papel, sino que se convierta en una práctica real y coherente con los valores de cada organización.

Gemma Martos López, directora del área laboral y directora corporativa de Personas y Organización en CE Consulting y miembro de la Asociación Española de Directores de Recursos Humanos (AEDRH).

Entradas relacionadas:

Recapiti
Maria Mosquera