La conducción bajo condiciones meteorológicas adversas constituye uno de los mayores retos para la seguridad vial. La lluvia intensa, la nieve, el hielo, la niebla o el viento fuerte alteran de forma significativa la adherencia, la visibilidad y la estabilidad del vehículo, incrementando el riesgo de siniestro.
Por tanto, adoptar las medidas específicas, según cada fenómeno, es esencial para evitar posibles accidentes y garantizar una respuesta eficaz ante imprevistos.
Conducción más segura bajo la lluvia
La lluvia disminuye la fricción entre neumático y asfalto, lo que alarga la distancia de frenado y dificulta el control del vehículo. Para minimizar estos efectos, os dejamos algunas recomendaciones:
- Reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad
La adherencia disminuye notablemente con el asfalto mojado, hasta un 50 %, por lo que el vehículo necesita más metros para frenar. Se recomienda aumentar de forma significativa la distancia con el vehículo precedente. - Conducir con suavidad
Las maniobras bruscas favorecen la pérdida de control. Se recomienda hacerlo de forma progresiva al frenar, girar o acelerar. - Prevenir el empañamiento de los cristales
Utilizar el aire acondicionado junto con la calefacción, o sistemas automáticos de desempañado, para mantener la visibilidad.
- Gestionar el aquaplaning
En caso de pérdida de contacto del neumático con el asfalto:
. Mantener la calma y sujetar el volante con firmeza.
. No frenar de golpe.
. Esperar a que el neumático recupere adherencia antes de corregir la trayectoria. - Utilizar el alumbrado apropiado
Activar las luces de cruce para mejorar la visibilidad propia y la de los demás conductores. Mantener la máxima atención en zonas encharcadas o con riesgo de inundación.
- Realizar adelantamientos seguros
Subir la velocidad del limpiaparabrisas. - Revisar el estado de los neumáticos
Una presión adecuada y un dibujo suficiente son esenciales para evacuar el agua y minimizar el riesgo de aquaplaning.
Recomendaciones ante riadas o zonas inundadas
Una lluvia intensa puede convertir un cauce habitualmente seco en un torrente de agua que inunda la calzada.
- Consultar previamente las predicciones meteorológicas
Además de las recomendaciones de las autoridades. - Restringir los trayectos en zonas con aviso de lluvias intensas
Permanecer atentos a su evolución. - Valorar la situación y evitar atravesar zonas inundadas
El nivel del agua, la corriente o el estado del firme pueden ser difíciles de evaluar. La recomendación principal es no cruzar y buscar una ruta alternativa. - Dar la vuelta ante avenidas de agua
Si una corriente cruza la vía, lo más seguro es retroceder y no intentar pasar, aunque parezca poco profundo. - Evitar detenerse en cauces secos
Pueden verse afectados por crecidas repentinas tras lluvias intensas en zonas cercanas.
¿Qué hacer si el vehículo es alcanzado por lluvia intensa?
- Llamar a Emergencias (112), ante una situación de apuro o carreteras anegadas.
- Mantener la calma y permanecer visible desde el exterior.
¿Y si el vehículo es arrastrado por la corriente?
- Salir del vehículo si se puede abrir la puerta (abrir a favor de la corriente) o la ventanilla (si no puede bajarse, intentar romperla con la hebilla del cinturón de seguridad).
- Intentar abandonar el coche cuando la corriente lo permita
- Buscar un punto elevado, como el techo, por seguridad y para ser rescatado.
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Conducir con condiciones meteorológicas adversas