Bienestar emocional en la empresa: importante para personas e importante para la organización

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En estos últimos años el cuidado del bienestar emocional ha pasado a ser una prioridad, al menos en nuestra empresa. Nuestro equipo de personas ha dado un impulso a las acciones ligadas al desarrollo profesional, bienestar y responsabilidad social, tratando de favorecer un entorno más saludable para que el personal pueda dar lo mejor de sí, emocional, física y socialmente, a través de un cambio de valores y hábitos.

De hecho, como parte de nuestro Plan de Desarrollo, desde el área de Personas este año se ha desarrollado un programa específico de bienestar emocional, con el objetivo de mejorar el desarrollo profesional y personal de nuestra plantilla, atendiendo a sus propias demandas. Así, entre otras iniciativas, se han puesto en marcha diferentes talleres que buscan abordar aspectos de la salud emocional que sirvan para prevenir situaciones de estrés, ansiedad y otros desafíos emocionales, además de mitigar su impacto en las personas trabajadoras y el equipo profesional de nuestra organización.

¿Por qué es importante implantar un programa de bienestar emocional?

1. Para las personas trabajadoras

Proporciona herramientas para gestionar mejor el estrés, aumentar la autoconfianza, mejorar su resiliencia y encontrar equilibrio entre la vida profesional y personal. Contar con espacios seguros para expresar inquietudes, recibir apoyo psicológico, acceder a talleres de gestión emocional o participar en actividades que fomenten la conexión entre miembros del equipo tiene un impacto directo en cómo se vive el día a día laboral.

Quienes trabajan en una organización que cuida su bienestar emocional suelen mostrar mayor motivación, implicación y satisfacción profesional. Además, estos programas ayudan a prevenir problemas como el desgaste emocional y el burnout, dos fenómenos cada vez más frecuentes en el mercado laboral actual. Cuando una persona siente que la empresa escucha y actúa, no solo mejora su bienestar: crece su sentimiento de pertenencia y su compromiso con el proyecto común.

2. Para la empresa

Invertir en bienestar emocional es una muy buena decisión empresarial. Sin duda, equipos anímicamente saludables son más productivos, más creativos y tienen una menor rotación. Cuando las personas trabajadoras se sienten bien, trabajan mejor, y cuando trabajan mejor, los resultados acompañan. Esto es así.

Un programa de bienestar emocional también reduce el absentismo, facilita la gestión de conflictos y mejora el clima laboral. Las empresas que se preocupan por el bienestar de su plantilla suelen ser más atractivas para el talento, refuerzan su reputación y generan una cultura interna sólida basada en el respeto, la escucha y el desarrollo profesional. En un mercado cada vez más competitivo, contar con este tipo de iniciativas puede marcar la diferencia entre ser una empresa que simplemente busca profesionales o convertirse en una empresa en la que los profesionales desean trabajar.

Sesiones de acompañamiento psicológico, talleres de mindfulness, formaciones en gestión del estrés, liderazgo emocional o comunicación positiva… Sea cual sea el formato, el impacto de apostar por un programa de bienestar emocional es doble: mejora la experiencia de las personas y fortalece la competitividad de la empresa.

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