La provincia de Alicante reafirma su peso como eje turístico de la Comunitat Valenciana incluso en los meses de menor actividad. Con 254 alojamientos y 90.304 plazas asociadas a HOSBEC, durante la temporada de otoño‐invierno se mantendrá operativa una media del 87,3% de su capacidad. La oferta disponible apenas varía entre octubre y marzo, con mínimos concentrados en enero pero siempre por encima de las 72.000 plazas abiertas, lo que evidencia una estructura empresarial resistente y estable.
Los motivos de cierre siguen el patrón habitual de los destinos consolidados: el fin de temporada explica el 71,7% de las inactividades, seguido de obras (17%) y vacaciones del personal (5%). Por tipología, se observa una disponibilidad muy uniforme: el 86,5% de los hoteles permanecerán abiertos, porcentaje similar en los bloques de apartamentos (87,3%) y ligeramente superior en los campings (89,1%), lo que muestra una estrategia de continuidad amplia en toda la oferta alojativa.
Dentro del conjunto provincial destaca Benidorm, que mantiene un nivel de actividad particularmente elevado. El 84,3% de los hoteles seguirán operativos, cifra que se dispara hasta el 92,9% en los bloques de apartamentos y se sitúa en el 84,5% en los campings. Aun así, el municipio acusa con claridad la estacionalidad: el 67,3% de los cierres se debe al fin de temporada y el 19,3% a obras, mientras que enero concentra el mayor impacto, con más de 10.500 plazas hoteleras y cerca de 3.400 plazas de apartamentos y campings fuera de servicio.
En la provincia de Valencia, integrada por 67 alojamientos que suman 14.445 plazas en HOSBEC, la temporada baja apenas tiene incidencia. Durante los meses analizados permanecerá disponible una media del 93,4% de la oferta, con un comportamiento especialmente favorable en octubre y marzo, cuando prácticamente la totalidad de las plazas continúan abiertas. Los cierres se limitan al segmento hotelero (únicamente un 7%) y responden casi exclusivamente al fin de temporada (86,1%) y a obras (13,9%).
El caso de la ciudad de Valencia es especialmente destacable, ya que no registra ningún cierre durante todo el periodo. La estacionalidad se concentra en destinos de sol y playa como Gandía, donde el 32,2% de los hoteles asociados interrumpen actividad por fin de temporada. Este contraste refleja la diversificación del mercado provincial y el papel de la capital como motor urbano desestacionalizador.
Castellón es la provincia donde la estacionalidad se manifiesta con mayor intensidad. Sus 39 alojamientos y 10.176 plazas asociadas operan durante esta temporada con una media del 63,8% de disponibilidad, con mínimos muy acentuados en enero, cuando solo permanecen abiertas 3.300 plazas. El 94,4% de los cierres obedece al fin de temporada, una dinámica que se refleja en destinos como Benicàssim, que mantiene cerradas el 41,4% de sus plazas, Oropesa del Mar con el 47,4% y Peñíscola, donde el 54,8% de la capacidad alojativa no está disponible en estos meses.