Medir para comunicar mejor - Torres y Carrera

Compatibilità
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La comunicación eficaz no se mide solo por su alcance, sino por su capacidad de generar impacto real. En un entorno donde las marcas compiten por posicionarse, la diferencia no reside únicamente en la creatividad del mensaje: también en tener definido, desde el inicio, qué resultado se quiere lograr. Convertir las ideas en estrategias y la creatividad en resultados tangibles exige un paso previo indispensable: establecer indicadores que permitan comprobar si el camino trazado conduce al objetivo. 

De la idea al impacto 

La creatividad sigue siendo un motor esencial de la comunicación, pero ya no basta. Lo que distingue a una estrategia sólida es su capacidad para traducir la inspiración en hechos medibles, para pasar de la idea al impacto. En ese tránsito entre lo que se imagina y lo que se logra, los KPIs (indicadores clave de rendimiento) son una guía. No son simples cifras: son señales que ayudan a evaluar si las acciones están cumpliendo su propósito. 

Cuando una marca decide contar una historia o lanzar un mensaje, el punto de partida no debería ser solo qué decir, sino qué esperamos provocar. Definir lo que se busca —un cambio en la percepción, un comportamiento concreto, una reacción medible— convierte la comunicación en una herramienta verdaderamente estratégica. Sin esa definición previa, cualquier acción se vuelve efímera y difícil de justificar en el tiempo. 

Analizar con propósito 

Los resultados en comunicación requieren una mirada profunda. Lo importante no es la cantidad, sino la calidad de la presencia: comprender qué tipo de exposición aporta valor y cómo se transforma en confianza, reputación o liderazgo. Los KPIs representan el vínculo entre la creatividad y la estrategia. 

Medir no es un ejercicio numérico, es un proceso de interpretación. Las cifras, por sí solas, no cuentan toda la historia: lo valioso es lo que permiten comprender sobre la eficacia de los mensajes y su alineación con los objetivos. La medición se convierte así en una herramienta de aprendizaje constante que facilita ajustar, afinar y potenciar aquello que realmente genera conexión con las audiencias. 

Creatividad con mentalidad estratégica 

En comunicación, la creatividad no termina con la idea: empieza cuando esa idea genera repercusión. En cada proyecto, la pregunta clave no es solo qué vamos a decir, sino qué efecto queremos generar y cómo sabremos si lo hemos conseguido. 

En Torres y Carrera lo tenemos claro: la creatividad sin medir se queda en promesa, y el verdadero valor surge cuando las ideas se transforman en impacto. Definir los KPIs adecuados no es un gesto técnico, sino una declaración de intención: comunicar con propósito, aprender de los resultados y mejorar continuamente. Porque lo que no se mide no se mejora, y lo que no mejora, difícilmente deja huella. 

Recapiti
Renata del Valle