España puede brillar en Navidad

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Las primeras luces navideñas ya iluminan las calles de Europa y los comercios ultiman sus estrategias para una campaña que suele marcar el pulso del consumo. Sin embargo, este año la atmósfera festiva contrasta con un deterioro persistente de la confianza del consumidor. Detrás de la aparente normalidad, el ánimo sigue debilitado y amenaza con influir tanto en las ventas de esta campaña como en la evolución de la demanda interna en los próximos meses.

Los indicadores elaborados por la Comisión Europea continúan reflejando un consumidor cauto y reticente a realizar compras de mayor importe. Esta debilidad no responde solo a la pérdida de confianza, sino también a la existencia de un ahorro acumulado que, en muchos países, aún no ha empezado a deshacerse. La tasa de ahorro de la eurozona se mantiene alrededor del 14,5 % de la renta disponible, unos tres puntos por encima de su promedio histórico. Esta tendencia revela un enfoque precautorio que frena el gasto inmediato, aunque podría convertirse en un motor de consumo cuando aparezcan señales claras de estabilización económica.

El exceso de ahorro frena el gasto… por ahora

En este contexto de prudencia europea, España se sitúa como una excepción destacada. La demanda interna avanza con más firmeza que en las principales economías del entorno y el ahorro y el crédito muestran un dinamismo superior. Según Eurostat, el consumo doméstico español se encuentra casi un 10% por encima del nivel previo a la pandemia, muy por delante de Alemania, Francia o Italia. La recuperación de la inversión residencial también gana tracción: el crédito hipotecario vuelve a crecer cerca de un 3% interanual y los tipos de interés han descendido de forma significativa.

El ahorro familiar

A su vez, la bolsa de ahorro de las familias —todavía unos cinco puntos por encima de los niveles de 2019— se convierte en un elemento clave de cara a la campaña navideña. Este colchón, junto con el impulso de los mercados financieros, aumenta el potencial de gasto. La experiencia de ciclos anteriores muestra que, cuando la confianza se estabiliza y los precios se moderan, parte de ese ahorro retenido fluye hacia el consumo discrecional, aunque de manera selectiva y con una mayor sensibilidad al precio.

El entorno financiero también acompaña

El IBEX 35 acumula más de un 38 % de revalorización en 2025 y ha superado máximos plurianuales, situándose entre los índices más alcistas de Europa. Su elevada exposición a banca y energía aporta estabilidad y atractivo, reforzando el patrimonio financiero de hogares e inversores. Ese efecto riqueza suele traducirse en mayor consumo y más inversión.

Baja el coste de productos protagonistas

Paradójicamente, los hogares afrontarán esta Navidad con precios más bajos en productos típicos como el cacao y el azúcar, tras dos años de tensiones en materias primas. Esta moderación aliviará los costes de la cesta navideña y podría animar el gasto en alimentación. Aunque la prudencia sigue marcada en los indicadores europeos, el caso español muestra elementos suficientes para anticipar una campaña más dinámica de lo previsto.

Perspectiva macroeconómica

La eurozona se adentra en 2026 con menor inflación, condiciones financieras más relajadas y un impulso fiscal adicional derivado del Recovery and Resilience Facility, especialmente visible en España e Italia. Aun así, la fuerte caída del índice de confianza de la Universidad de Michigan hasta los 50,3 puntos —cerca de mínimos históricos— recuerda que el deterioro del sentimiento no es solo europeo. Una pérdida de empuje del consumo estadounidense puede enfriar la demanda global. No obstante, la inversión en datos, automatización y semiconductores continúa avanzando, compensando parte de esa debilidad y abriendo oportunidades selectivas para los inversores.

En resumen, la campaña navideña llega con un consumidor más racional y orientado al valor. Pero España vuelve a diferenciarse: más crecimiento, más crédito, más inversión residencial y un patrimonio financiero en niveles elevados que podrían traducirse en un comportamiento más expansivo tanto en consumo como en inversión.

Europa encenderá sus luces esta Navidad, pero España tiene margen para brillar más. El impulso final dependerá de la confianza, pero los ingredientes necesarios para superar las expectativas comienzan a alinearse.

Fátima Mendoza
Analista
Recapiti
Armando