Las empresas aceleran la IA en selección, pero aún no logran convertirla en una ventaja estratégica - Asociación Española de Directivos

Compatibilità
Salva(0)
Condividi

La inteligencia artificial ya forma parte del día a día de la gestión del talento, pero su potencial real está lejos de aprovecharse. Esta es una de las principales conclusiones del análisis de Randstad Enterprise, que retrata un escenario tan avanzado en herramientas como rezagado en estrategia. Aunque el 87% de las empresas utiliza IA en sus procesos de selección, solo un 11% ha conseguido integrarla de manera profunda para tomar mejores decisiones y anticipar las necesidades de talento que llegarán en los próximos años.

La mayoría de compañías se mueve todavía en una fase táctica: automatiza tareas, redacta descripciones de puestos o filtra candidatos, pero sin transformar la arquitectura de su gestión de personas. Según Randstad, los sistemas completamente autónomos fallan en el 75% de los casos. Por el contrario, cuando la IA actúa como copiloto del reclutador, la productividad aumenta y se reducen sesgos.

Uno de los elementos más llamativos del informe es la llamada “paradoja del candidato”. Pese a que solo el 26% de los profesionales confía en que una IA evaluará su candidatura con justicia, un 39% ya usa estas mismas herramientas para mejorar sus currículums o preparar entrevistas. Y, por primera vez, aparecen comportamientos de riesgo: un 6% admite haber utilizado la IA para cometer algún tipo de fraude digital durante un proceso de selección.

El impacto tecnológico tampoco se limita a la contratación. La formación —un área históricamente rígida— vive una transformación acelerada. Sin embargo, el punto de partida sigue siendo débil: solo el 8% de las empresas tiene información fiable sobre las habilidades reales de su plantilla y apenas un 17% se siente capaz de anticipar qué competencias necesitará en los próximos años. La consecuencia es clara: únicamente el 13% de los empleados aplica lo aprendido en las formaciones, lo que refleja que muchos programas siguen desconectados del día a día del negocio.

Randstad subraya que las métricas tradicionales como las tasas de finalización o satisfacción ya no sirven para medir la calidad del aprendizaje. Las soluciones basadas en IA, como el aprendizaje adaptativo, el microlearning o los sistemas predictivos de brechas de habilidades, permiten diseñar itinerarios formativos más relevantes y medibles, pero aún se usan de forma incipiente.

En España, además, la formación se ha convertido en un elemento decisivo para retener talento. El 52,7% de los empleados asegura que no trabajaría en una empresa que no ofreciera oportunidades de aprendizaje, un porcentaje que asciende al 57,4% entre los mayores de 55 años. Y el interés por formarse crece: más del 55% quiere dedicar más de 30 horas anuales a mejorar sus habilidades, especialmente en ámbitos como la inteligencia artificial, la digitalización o la gestión de equipos. Pese a ello, la oferta sigue muy alejada de esa demanda: más de la mitad de la formación impartida sigue siendo normativa u obligatoria, mientras que solo un 8,2% se orienta a capacidades tecnológicas.

El informe apunta a una conclusión poco cómoda pero decisiva: la IA está transformando el talento más rápido de lo que las empresas están transformando su manera de gestionarlo. Y en esa brecha se jugará buena parte de la competitividad empresarial de la próxima década.

Puedes consultar el informe completo aquí.

Recapiti
Raúl Lozano