- El estado actual de la Inteligencia Artificial en el sector asegurador
La inteligencia artificial (IA), y en particular la irrupción de la inteligencia artificial generativa (GenAI), se ha consolidado como una de las principales palancas de transformación del sector asegurador. Según KPMG, las aseguradoras están por encima de la media global en inversión en casos de uso de IA, especialmente en áreas como pricing, siniestros, atención al cliente y prevención del fraude. Sin embargo, existe una clara brecha entre la fase de prueba y la puesta en producción real de las soluciones.
Muchas entidades ya utilizan modelos tradicionales de machine learning para mejorar la precisión actuarial, la tarificación o la detección de anomalías. La GenAI, por su parte, abre un nuevo abanico de oportunidades en automatización documental, asistentes virtuales, generación de contenidos, análisis de sentimiento y personalización avanzada. No obstante, el ritmo de adopción sigue siendo lento debido a la complejidad de los sistemas legacy, la fragmentación de los datos y la falta de una estrategia integral.
KPMG destaca que el verdadero factor limitante no es la tecnología, sino la calidad del dato, la gobernanza y la preparación organizativa. Sin datos limpios, integrados y accesibles, los modelos de IA pierden valor, generan sesgos y comprometen la confianza.
- Cómo están abordando las aseguradoras su transformación con IA
Las aseguradoras están adoptando estrategias diversas para integrar la IA, normalmente combinando tres enfoques: comprar soluciones en el mercado, desarrollar capacidades internas o aplicar un modelo híbrido. Cerca de la mitad de las compañías que experimentan con IA ya han creado centros de excelencia para coordinar iniciativas transversales.
La transformación, sin embargo, no es únicamente tecnológica. El informe subraya que el éxito depende de contar con una base sólida de transformación digital previa: infraestructuras cloud, arquitecturas ágiles, gobierno del dato y liderazgo claro desde la alta dirección. Sin el impulso estratégico del comité ejecutivo, las iniciativas de IA tienden a quedarse en pilotos aislados.
Los casos de uso ya en producción muestran beneficios tangibles. Algunas entidades utilizan la IA para automatizar el análisis de documentación en siniestros, activar pagos casi en tiempo real, optimizar campañas comerciales o mejorar la eficiencia de los equipos operativos. Aun así, la mayoría de las aseguradoras mantiene una postura prudente ante la expansión masiva de la IA por los riesgos asociados a la seguridad, la privacidad, la ética y el cumplimiento normativo.
- Medir la madurez en IA: un paso imprescindible
Uno de los grandes aportes del informe de KPMG es su modelo de evaluación de madurez en IA, basado en seis pilares: estrategia y visión, personas y cultura, datos y modelado, tecnología, gobierno y riesgos, y preparación operativa. Cada dimensión se evalúa en cinco niveles, desde “elemental” hasta “líder”.
Los resultados globales muestran que muchas aseguradoras se sitúan en niveles operativos en tecnología y datos, pero siguen rezagadas en gobierno, cultura y alineación estratégica. Esta desconexión explica por qué muchos proyectos no escalan a nivel corporativo.
KPMG insiste en que no es recomendable implantar IA de forma masiva sin un diagnóstico previo honesto. La evaluación de madurez permite priorizar inversiones, detectar cuellos de botella y definir una hoja de ruta realista. Además, recuerda que la IA no debe convertirse en la solución por defecto a todos los problemas: en muchos casos, tecnologías más simples aportan un retorno superior con menor riesgo.
- Riesgos, regulación y el papel de la IA como asistente
El avance de la IA trae consigo riesgos relevantes. Entre los más críticos destacan el sesgo algorítmico, la discriminación indirecta en la tarificación, las brechas de privacidad, la ciberseguridad, el uso indebido de GenAI por parte de empleados (“shadow AI”) y el creciente impacto medioambiental derivado del consumo energético de los modelos.
La regulación también avanza rápidamente. La entrada en vigor del AI Act de la Unión Europea marca un punto de inflexión, obligando a las aseguradoras a reforzar sus marcos de gobernanza, trazabilidad y explicabilidad de sus modelos. La confianza del cliente se convierte, además, en un activo estratégico.
Frente a estos desafíos, KPMG propone un enfoque claro: la IA debe concebirse como un asistente del profesional, no como su sustituto. El modelo “human-in-the-loop” sigue siendo esencial en decisiones críticas como suscripción, siniestros complejos o rechazo de coberturas. La combinación de IA + juicio humano permite escalar eficiencia sin perder control ni sensibilidad.
Conclusiones y recomendaciones para la acción
El mensaje del informe es directo: la IA no es una opción, es una necesidad estratégica para la competitividad del seguro, pero su implantación debe ser responsable, estructurada y orientada al negocio. La ventaja no la obtendrán quienes adopten más rápido la tecnología, sino quienes lo hagan con mayor coherencia organizativa.
Recomendaciones clave para la acción:
- Definir una estrategia de IA alineada con el negocio, liderada desde el comité de dirección, con objetivos claros de impacto operativo, comercial y de experiencia de cliente.
- Invertir prioritariamente en la calidad del dato y la arquitectura tecnológica, antes de escalar modelos avanzados.
- Evaluar la madurez en IA de forma estructurada, utilizando marcos como el de KPMG para identificar brechas reales.
- Fortalecer la gobernanza y la ética, anticipándose al entorno regulatorio y protegiendo la confianza del cliente.
- Impulsar la capacitación del talento, fomentando una cultura de colaboración entre negocio, tecnología y datos.
- Adoptar la IA como asistente del profesional, garantizando siempre supervisión humana en procesos críticos.
En definitiva, el sector asegurador se encuentra ante una oportunidad histórica de transformación. Aquellas organizaciones que consigan integrar la IA con visión estratégica, rigor en la gestión del riesgo y foco en las personas estarán en una posición privilegiada para liderar el seguro del futuro.