En el Departamento de Educación de Menores de FAMMA siempre hacemos un seguimiento individualizado de los estudiantes, puesto que entendemos que cada niño y niña tiene diferentes necesidades y ritmos de aprendizaje, así como talentos.
Por ello trabajamos en muchas ocasiones atendiendo a la teoría de Howard Gardner. Howard Garner, nacido en EE. UU. en el año 1943, fue un psicólogo y profesor que revolucionó la forma de entender la inteligencia, enterrando la idea de que el verdadero talento es únicamente el relacionado con la lógica-matemática.
Según la Teoría de las Inteligencias Múltiples, no existe una sola manera de ser inteligente, cada persona destaca de formas diferentes, y, por lo tanto, tienen talentos únicos. Inicialmente, este estudio solo contemplaba 7 talentos: lingüístico, lógico-matemático, musical, corporal- cinestésico, espacial, interpersonal e intrapersonal; sin embargo, hoy en día, también se da cabida al natural e incluso se siguen explorando otras variantes.
Esta teoría surgió a raíz de una investigación sobre la mente humana y el aprendizaje, en 1983. Gardner observó que las pruebas de inteligencia tradicionales solo medían la capacidad verbal y lógica, quedándose obsoletas, ya que no identificaban todas las formas en las que las personas podían ser inteligentes. Este gran descubrimiento fue materializado a través de su libro »Frames of Mind».
La teoría de Gardner ha sido un aporte importante en la inclusión educativa, haciendo que la enseñanza en todos los ámbitos de la vida sea más flexible y personalizada. Además, ha posibilitado una adaptación a las necesidades actuales de la sociedad, que van más allá de los conocimientos académicos, y que requieren de otras destrezas como la creatividad y la resolución de conflictos.
Trabajar desde este cambio de paradigma sobre la inteligencia, nos permitirá como educadores y familiares de los menores adaptarnos a los intereses y motivaciones personales de cada menor, y permitir que se desarrollen desde su propia esencia sacando el mejor partido a sus fortalezas, así como identificar sus dificultades desde un marco más estructurado.
A continuación, queremos explicarte, como lector de confianza, cuatro de estos talentos que actualmente comienzan a tenerse en cuenta. Además, os ofrecemos actividades y ejercicios relacionados con cada uno de ellos, ya que, al tratarse de un enfoque más novedoso, todavía existen menos recursos disponibles.
1. Musical: ritmo y melodía sin límites.
Por lo general las características que presentan estos menores son las siguientes:
- Rapidez para identificar canciones, sin necesidad de haber escuchado toda la melodía.
- Interés por el canto y por tocar instrumentos.
- Facilidad a la hora de reconocer y recordar patrones sonoros y rítmicos.
- Inventan canciones, rimas o sonidos originales.
- Integran conceptos y conocimientos más fácilmente cuando se presenta de manera sonora o con ritmo.
- Usan la música para expresar sus emociones y sentimientos.
- Prestan más atención a ejercicios y juegos que contengan sonidos rítmicos.
En este caso, las actividades que recomendamos son las siguientes, para las diferentes áreas de desarrollo del menor:
- Refuerzo educativo, en estas asignaturas:
– Inglés: cantar canciones en inglés, completar frases incompletas de canciones y escuchar y repetir letras en este idioma.
– Lengua: crear canciones con nuevo vocabulario, dictado de canciones, contar cuentos con música y melodías sobre las letras del abecedario.
– Matemáticas: juegos de patrones musicales (aprender secuencias de números) y contar movimientos por medio de palmadas y diferentes ritmos.
- A la hora de identificar y controlar sus emociones: creación de melodías según el estado de ánimo, utilización de instrumentos de diferente percusión según las emociones que siente el menor, y dibujar sentimientos y preocupaciones con música de fondo.
- Enfocadas en trabajar las funciones cognitivas: memorizar secuencias de notas y sonidos (memorización), identificar cambios en la música y patrones de ritmo (atención selectiva) y resolver secuencias rítmicas (resolución de problemas).
2. Naturalista, facilidad para reconectar con el entorno.
Los menores que disponen de este talento presentan una gran capacidad de identificar elementos del entorno, clasificarlos y relacionarse con ellos. Este tipo de inteligencia hace que los niños sientan interés por explorar el mundo natural y traten de formular hipótesis y buscar explicaciones al surgimiento de los fenómenos naturales. Y presentando así las siguientes características:
- Agrupan y clasifican adecuadamente cada tipo de animales, elementos de la naturaleza, cambio de estaciones y fenómenos naturales.
- Se preocupan por los seres vivos y conocen su forma de alimentarse y vivir.
- Sienten interés por disfrutar de actividades al aire libre.
- Tienen mejores resultados académicos en asignaturas como Biología y Geología.
Las actividades que recomendamos, en aquellos menores que tengan este talento altamente desarrollado son:
- Refuerzo educativo, en estas asignaturas:
– Inglés: actividad al aire libre para buscar elementos naturales y aprender vocabulario en inglés, realizar un diario de seguimiento en inglés sobre el cuidado de una planta y realizar actividades de laboratorio en este idioma.
– Matemáticas: conteo (con piedras, hojas o palos), secuenciación de elementos naturales, clasificación de objetos según su forma geométrica y realizar operaciones en la arena.
– Música: realizar melodías (con hojas, copas con agua y chocando piedras o palitos) e inventarse canciones sobre los fenómenos naturales.
– Lengua: realizar un texto argumentativo sobre la excursión a un refugio de animales o una salida al aire libre, realizar un diario de la naturaleza y llevar un seguimiento del cuidado de animales o plantas.
- Para la resolución de emociones desde FAMMA recomendamos: meditar al aire libre, hacer ejercicios de respiración en los que se nombren a animales (como, por ejemplo, la respiración de la abeja) e identificar sus emociones con los fenómenos naturales (siendo por ejemplo la tristeza un cielo nublado y la alegría un cielo despejado).
Para trabajar funciones cognitivas: memorizar las características de una hoja o de un animal(memoria), escuchar instrucciones de cómo plantar una semilla y hacer crecer una planta (escucha activa) e identificar el sonido de la naturaleza que se corresponde con la imagen (atención y concentración).
3. Interpersonal, conectando con el mundo
Este es un concepto que se suele confundir con gran facilidad con el término que posteriormente también explicaremos, el intrapersonal; por lo tanto, hay que prestar especial importancia a estos apartados y aprender a diferenciarlos.
Los niños y niñas con inteligencia interpersonal tienen grandes facilidades para relacionarse con los demás, tener una comunicación funcional y bidireccional, entender las emociones del resto de personas y mediar o resolver conflictos. Tienen en común que:
- Comprenden las emociones y sentimientos de los demás, y saben cómo cuidar y resolver las preocupaciones del resto de personas.
