El festival Locos por la Música celebró anoche su segunda edición en Valencia, esta vez en Roig Arena, uno de los recintos más modernos y con mayor capacidad de la ciudad. Cerca de 10.000 personas disfrutaron de más de siete horas de música en directo, reviviendo los grandes éxitos del pop y rock español de los años 80 y 90.
Girasoules abre la noche con nostalgia
La jornada comenzó con Girasoules, la banda valenciana formada en 1991, influenciada por el pop británico, estadounidense y folk. Tras su disolución en 2001, el grupo regresó para esta edición y conectó de inmediato con el público, abriendo una noche cargada de recuerdos.
Amistades Peligrosas enciende al público con su europop
El escenario continuó con Amistades Peligrosas, uno de los dúos más icónicos de los años 90. Su mezcla de europop y sonidos celtas, acompañada de letras provocadoras y un fuerte mensaje social y político, hizo que los asistentes se levantaran de sus asientos y celebraran su legado.
La Guardia y Los Rebeldes mantienen viva la esencia del pop-rock
Alrededor de las 19:00 horas, La Guardia desplegó su pop-rock característico, conectando con el público a través de canciones que marcaron varias generaciones.
Después llegó Los Rebeldes, liderados por Carlos Segarra, que subieron la energía con su rock and roll y rockabilly. Con himnos como “Mediterráneo” y “Bajo la luz de la luna”, demostraron que su espíritu rebelde sigue intacto.
Rafa Sánchez y Revólver protagonizan momentos emotivos
Rafa Sánchez, cofundador de La Unión, llevó al público por un recorrido musical lleno de emoción y simbolismo. Canciones como “Lobo-Hombre en París” y “Sildavia” despertaron ovaciones constantes, reafirmando el legado del pop español.
Por su parte, Revólver sorprendió con un arranque emotivo: un homenaje a Robe Iniesta interpretando “La vereda de la puerta de atrás”. Carlos Goñi y su banda continuaron con clásicos como “El roce de tu piel” y “Si es tan solo amor”, reforzando la carga emocional del festival.
Seguridad Social cierra la noche con rock mestizo
El broche de oro lo puso Seguridad Social, que despidió el festival con una hora de rock mestizo lleno de energía. Éxitos como “Chiquilla”, “Quiero tener tu presencia” y “Comerranas” transformaron Roig Arena en un gran coro colectivo, demostrando el poder de la música para unir generaciones.