Chiclana de la Frontera ha dado un paso decisivo en su modernización turística con “Chiclana Turismo Digital”, un proyecto enmarcado en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y financiado con fondos europeos NextGenerationEU. La iniciativa coloca a la ciudad en la vanguardia de la innovación aplicada al turismo: más servicio y cercanía para quien nos visita, más oportunidades para el tejido local y una gestión del destino más eficiente y sostenible.
En el corazón del proyecto está la mejora de la experiencia antes, durante y después del viaje. La web turismo.chiclana.es se ha renovado para convertirse en la puerta de entrada al destino: más visual, multilingüe (inglés, alemán y francés) e integrada con redes sociales. Desde el móvil —y mucho antes de hacer la maleta—, los viajeros encuentran propuestas actualizadas, planifican rutas y guardan contenidos que luego podrán seguir en destino. Este rediseño no es solo estético: sirve también para dar visibilidad a empresas y recursos locales, conectando oferta y demanda con precisión.
Ya en la ciudad, pantallas informativas en puntos estratégicos —como el Mercado de Abastos o las oficinas de Turismo— acercan en tiempo real la agenda cultural, gastronómica, deportiva y comercial. Esta señalización dinámica, flexible y actualizable, informa y dinamiza a la vez: invita a descubrir, impulsa el comercio de proximidad y reparte mejor los flujos a lo largo del día o la temporada.
La tercera palanca es tecnológica y de gestión: el despliegue de dispositivos IoT permite conocer con datos la afluencia a espacios culturales y zonas de ocio. Con información en tiempo real, el Ayuntamiento puede anticiparse a saturaciones, reforzar servicios cuando hace falta y mejorar la convivencia entre residentes y visitantes. Digitalizar la gestión del destino no es un fin en sí mismo; es la base para tomar mejores decisiones, con evidencias y pensando en el bienestar de todos.
Para acompañar estas herramientas, el proyecto incorpora un Plan de marketing y comunicación digital que actualiza la imagen del destino, potencia la presencia online y migra muchos contenidos a formatos sin papel, accesibles mediante códigos QR. Ganamos en alcance, reducimos huella y contamos mejor —y a más público— lo que hace único a Chiclana: su patrimonio natural y cultural, su gastronomía, su comercio y ese estilo de vida atlántico que engancha todo el año.
El hilo conductor es claro: transformar el modelo turístico para hacerlo más eficiente, inclusivo y sostenible. No se trata solo de atraer más viajeros, sino de mejorar la experiencia y que el impacto económico se quede y se reparta mejor en la ciudad. La estrategia “Chiclana todo el año” gana músculo: diversificamos motivos de viaje —cultura, naturaleza, gastronomía, termalismo— y extendemos la actividad más allá del verano.
Nada de esto habría sido posible a este ritmo sin el impulso de los fondos europeos. Con una inversión total de 87.015,46 €, canalizada a través de la convocatoria de digitalización de destinos DTI, el proyecto ha permitido acelerar una transformación que, de otra forma, habría sido parcial y más lenta. La cofinanciación ha servido, además, para alinear la estrategia local con las prioridades europeas de digitalización, sostenibilidad y accesibilidad.
¿Y ahora qué? “Chiclana Turismo Digital” es punto de partida, no de llegada. Los datos que ya generan IoT y encuestas permitirán pulir campañas, programar mejor los servicios y abrir nuevas colaboraciones público-privadas. El objetivo es consolidar un destino que combina sol y playa con propuestas culturales, naturales y gastronómicas, y que suma a la digitalización una manera más humana de atender: cercana, clara y útil.
La transformación digital, bien entendida, va de personas. Va de escuchar, facilitar y conectar. En eso estamos: en seguir elevando el listón para que cada visita sea mejor, para que cada negocio encuentre su público y para que Chiclana mantenga su liderazgo turístico en la Bahía de Cádiz con una propuesta más competitiva y responsable.