En el último programa de «Con Buena Energía«, en colaboración con EsRadio Elche, Manuel Romero, gerente de ETRES Consultores y Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, analizó un tema que nos afecta directamente cada invierno: la calefacción, y cómo podría evolucionar en los próximos diez años. ¿Seguiremos usando gas en nuestros edificios o nos moveremos hacia un modelo eléctrico, más eficiente y sostenible?.
La calefacción actual y los cambios que se avecinan
Un vistazo rápido a nuestros hogares lo confirma: la mayoría de edificios todavía dependen de calderas de gas tradicionales. Pero el futuro promete cambios significativos. Europa está impulsando edificios más eficientes y menos contaminantes, donde la calefacción será principalmente eléctrica y cada instalación podrá generar y gestionar su propia energía.
Manuel Romero explica que este cambio no solo implica reemplazar calderas, sino transformar la forma en que usamos la energía: de un modelo centralizado y dependiente de combustible fósiles a uno distribuido, eficiente y renovable.
Noticia energética recientes y su impacto
Antes de entrar en detalles, se destaco un fenómeno reciente que está modificando la demanda eléctrica: el autoconsumo solar residencial.
- Datos de Redeia muestran que noviembre y diciembre han registrado un aumento significativo del autoconsumo, especialmente en zonza urbanas y costeras.
- Al mediodía, la demanda de la red es más baja de lo habitual debido a la producción solar.
- Por la noche, sin radiación, el consumo vuelve a subir, generando picos que requieren flexibilidad, almacenamiento y gestión inteligente.
Este fenómeno, conocido como «efecto diente de sierra del autoconsumo», ya se observó en Alemania e Italia y ahora está presente en España. La combinación de electrificación de la calefacción y vehículos eléctricos obliga a que los edificios y la red se adapten a nuevas dinámicas de consumo.
Qué significa el futuro de la calefacción
El futuro de la calefacción no es simplemente reemplazar caldera. Implica tres cambios estructurales:
- Electrificación de los edificios: Europa promueve que los edificios dejen de depender del gas y otros com bestiales fósiles. La electricidad renovable será la base de la calefacción futura.
- Mayor eficiencia energética: Bombas de calor, aislamiento mejorado y sistemas de monitorización reducirán significativamente la demanda de energía.
- Generación distribuida: Cada edificio podrá generar, almacenar y gestionar su propia energía, reduciendo pérdidas y aumentando la estabilidad de la red.
El futuro no se limita a cambiar equipos, sino a repensar toda la estrategia de consumo y generación de energía en los edificios.
Directivas europeas que marcan el camino
Europa ya ha establecido normas que guían esta transición:
- EPBD 2024/1275: exige que los edificios sean ZEB (Zero Emission Building), sin emisiones de carbono in situ y con consumo energético cubierto por renovables.
- RED III 2023/2413: obliga a que la calefacción y refrigeración utilicen cada vez más energía renovable, incluyendo bombas de calor, solar térmica y gases renovables limitados.
- EED 2023/1791: establece límites al consumo total de energía, favoreciendo tecnologías altamente eficientes.
Europa no prohíbe las caldera de golpe, pero las va arrinconando progresivamente hacia 2030-2040, haciendo que la electrificación sea inevitable.
Calderas de gas: situación actual y perspectivas
El declive del gas doméstico será gradual pero constante:
- Las calderas existentes seguirán funcionando, pero reemplazar piezas o equipos será cada vez más complicado y caro.
- El gas será menos competitivo debido a costes, normativa y contaminación. Las bombas de calor empiezan a ser más rentables y eficientes.
- Otros países ya avanzan: Alemania exige que nuevas calefacciones tengan un 65% de renovadles: Países Bajos apuesta por un sistema híbridos desde 2026; Bélgica retira calderas de gasóleo. España sigue la misma tendencia, con cambios en el CTE DB-HE
El uso del gas reducirá progresivamente, y mantener un sistema convencional será menos práctico y rentable.
Bombas de calor, la calefacción del futuro
La electricidad, principalmente a través de bombas de calor, se perfila como la tecnología dominante.
Sus ventajas incluyen:
- Son 3 a 5 veces más eficientes que calderas convencionales.
- Proporcionan calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria.
- Se integran con radiadores, suelos radiante y fancoils.
- Funcionan con energía solar residencial, aumentando la eficiencia y reduciendo costes.
En obra nueva, sobre todo en Alicante, las bombas de calor ya son la opción mayoritaria.
Gas renovable: papel limitado
Aunque existen alternativas como biometano e hidrógeno verde, su impacto en viviendas será limitado.
El biometano puede inyectarse en redes, pero su producción es escasa y cara. El hidrógeno verde se destinará principalmente a industrias, trasporte pesado y almacenamiento energético.
Recomendaciones finales
Manuel Romero resume el futuro de la calefacción en tres palabras clave: electrificación, eficiencia y renovables.
Europa promueve edificios sin combustibles fósiles, más eficientes y sostenibles. La bombas de calor serán la tecnología dominante: eficientes, versátiles y compatibles con renovables.
Las caldera de gas no desaparecerán de inmediato, pero su us será cada vez mas reducido.
El gas renovable será un complemente, no la solución masiva.
Consejo para los oyentes: si tu caldera está al final de su vida útil, considera una bomba de calor. Esto permitirá ahorrar energía, reducir costes y prepararte para la transición energética que ya está en marcha.
Conclusión
El futuro de la calefacción combina tecnología, eficiencia y transición energética.
Los edificios se transformaran en unidades autónomas, capaces de generar, almacenar y gestionar su propia energía.
Como Romero concluye: «El cambio no es inmediato, pero está en marcha. Prepararse hoy significa ahorrar, ser más sostenible y tener un hogar más eficiente mañana.»
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