Más de 150 profesionales sanitarios aragoneses se forman en el I Curso de Humanización en la Atención Sanitaria

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Zaragoza ha acogido este 15 de diciembre de 2025 el acto de clausura de la I Edición del Curso de Humanización en la Atención Sanitaria, una iniciativa pionera que ha reunido a más de 150 profesionales sanitarios con un objetivo común: avanzar hacia una práctica clínica más ética, colaborativa y verdaderamente centrada en la persona.

Durante la cita se ha puesto el broche final a un programa formativo que arrancó el pasado 20 de octubre y que culminará oficialmente el 19 de diciembre, tras casi dos meses de trabajo intenso, reflexión y aprendizaje compartido. Y no solo se ha hecho balance de lo aprendido, sino también se ha proyectado el futuro de la humanización en el sistema sanitario aragonés. Se ha destacado: «Este curso no se limita a promover un trato más amable, sino que apuesta por transformar la cultura asistencial, integrando competencias profesionales, entornos de trabajo saludables y procesos clínicos que impacten de forma real en la experiencia del paciente y en el bienestar de los equipos».

Se trata de la primera edición de un curso nacido de la alianza estratégica entre la Dirección General de Cuidados y Humanización del Gobierno de Aragón, la Universidad de Navarra, la Fundación Humans y Merck, una colaboración público-privada que ha sido destacada como uno de los grandes valores del proyecto.

Tres ejes para avanzar hacia una atención más humana

A lo largo de la formación, los profesionales han trabajado en torno a tres grandes ejes de avance. El primero ha sido el desarrollo de competencias personales e interpersonales, consideradas prerrequisitos de una práctica humanizada: autoconocimiento, integridad, comunicación empática, coordinación entre profesionales y toma de decisiones compartida.

El segundo eje ha puesto el foco en el entorno de trabajo saludable y sostenible, entendiendo que no es posible cuidar bien si no se cuida también a quienes cuidan. Infraestructuras adecuadas, organización del trabajo y apoyo al profesional han sido abordados como condiciones habilitantes del cuidado centrado en la persona.

El tercer eje ha estado orientado al traslado a la práctica clínica, a través de casos de uso replicables que han servido como ejemplos concretos de humanización: desde la hospitalización a domicilio y el papel del cuidador, hasta el ingreso prolongado y el apoyo a las familias, la arquitectura humanizada, la oncología centrada en la persona, la comunicación de diagnósticos, el uso de inteligencia artificial como apoyo (IA “Scribe”), la soledad no deseada o la cronicidad compleja con cuidados paliativos.

Mensajes claros y compromisos de futuro

Durante la apertura institucional, Estíbaliz Tolosa destacó que el curso ha proporcionado a Aragón “un lenguaje común y un marco compartido para seguir consolidando la humanización”, alineado con la agenda pública de cuidados. Subrayó, además, el valor de las competencias trabajadas y de los casos compartidos como ejemplos de una cultura de cuidado que pone a la persona en el centro sin olvidar a los profesionales.

Por parte de Merck, su directora médica, Isabel Sánchez Magro, puso el acento en la responsabilidad de la industria de la salud para acompañar iniciativas basadas en evidencia que fortalezcan la relación asistencial. “Sumamos para que la humanización se viva en cada encuentro clínico”, señaló, insistiendo en la convergencia de valores como el trato digno, la comunicación de calidad y la decisión compartida.

Desde la Universidad de Navarra, Ana Carvajal remarcó que “la humanización se enseña, se practica y se evalúa”, defendiendo el papel de la academia en la formación competencial, la innovación para el cuidado centrado en la persona y la evaluación del aprendizaje y de la cultura organizativa mediante herramientas como el PCPI-S.

El presidente de la Fundación Humans, Julio Zarco, centró su intervención en la humanización como eje transformador del sistema sanitario, integrando ética, procesos y entorno. Recordó que humanizar no es una suma de acciones aisladas, sino una cultura compartida que debe sostenerse en el tiempo con estándares, gobernanza y escucha activa de pacientes y profesionales.

Un punto y seguido para la humanización

La clausura institucional, a cargo nuevamente de Estíbaliz Tolosa, cerró el acto con un mensaje claro: el curso ha generado capacidades y palancas de cambio, pero ahora toca consolidarlas. Aragón se sitúa así en una posición de liderazgo al apostar por una humanización medible, evaluable y sostenida en alianzas, con el compromiso de seguir avanzando en 2026 mediante prioridades concretas y una gobernanza que garantice resultados.

Más allá del cierre de una primera edición, el curso ha sido valorado como un punto de partida para seguir construyendo un sistema sanitario que no solo cure, sino que cuide, poniendo a la persona —paciente, familia y profesional— en el verdadero centro de la atención.

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