La estampa menos conocida (y que gana adeptos) de la Costa del Sol

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Aunque el mérito de atraer a millones de turistas cada año se lo ha granjeado principalmente el litoral que da nombre a la Costa del Sol, su interior aguarda pueblos de casas blancas y asombrosos paisajes que merecen una escapada, ideales para desconectar, aventurarse a hacer senderismo y disfrutar de la naturaleza.

Espectáculos naturales efímeros como el Bosque de Cobre en el Valle del Genal, el tesoro botánico de los pinsapos que alberga el Parque Nacional de la Sierra de las Nieves o las vertiginosas pasarelas ancladas a la roca del Caminito del Rey, son solo algunos de los atractivos que conforman la estampa del interior de la Costa del Sol.

En los últimos años, esta franja menos visible y concurrida de Málaga ha ganado fuerza: una décima parte (1.388.000) del total de los turistas que llegaron a la provincia en 2024 eligieron el interior.

La oferta de experiencias de naturaleza, culturales y gastronómicas también ha beneficiado a los municipios, ya que ha contribuido a dinamizar el empleo, ha supuesto la apertura de nuevos negocios y se ha consolidado como una herramienta para combatir la despoblación.

Un manto dorado regalo de la naturaleza

En contraste con su famosa costa, el interior de la Costa del Sol brinda experiencias como el Bosque de Cobre, llamado así por el escenario que ofrecen las hojas caducas de los castaños que cubren montes de tonos ocres, amarillos y naranjas, fundamentalmente en el Valle del Genal, en la comarca de la Serranía de Ronda.

Estos árboles, que han dado lugar a tradiciones como los tostones donde se asan castañas, y gastronomía típica como sopas o dulces a base de este fruto, conviven con otras especies como encinas o alcornoques.

Las laderas pueden recorrerse a través de diversos senderos, y también hay miradores para disfrutar del cambiante paisaje que se extiende por una docena de municipios.

Uno de ellos es Parauta, que cuenta desde 2022 con un singular itinerario, ideal para visitar en familia, denominado El Bosque Encantado, en el que habitan duendes, hadas, gnomos y otros seres mágicos tallados en troncos de castaños por un artista local.

Esta iniciativa ha supuesto «un revulsivo total» en esta localidad de unos 300 habitantes, que ha pasado de contar con un bar a tres, además de tiendas de comestibles e incluso camiones de comida y artesanía durante los fines de semana, ha afirmado a EFE su alcaldesa, Katrin Ortega.

A diferencia del Bosque de Cobre, cuyo mayor esplendor se produce a mediados de noviembre y concentra las visitas en otoño distribuidas en varios municipios, el Bosque Encantado ha permitido atraer a Parauta turistas todo el año, ha explicado.

Desde este mundo imaginario se puede continuar la visita a unos 12 kilómetros, en Júzcar, que se promociona como La Aldea Azul por el color con el que se pintaron sus casas, hasta entonces blancas, para el estreno mundial de la película ‘Los Pitufos 3D’ en 2011.

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Turismo activo en la Sierra Nieves

A la espalda de Marbella, tierra adentro, se encuentra otro espacio de gran interés y belleza, el Parque Natural de la Sierra de las Nieves, también catalogado como Reserva de la Biosfera.

El parque alberga el sistema subterráneo más extenso de Andalucía, el Complejo Nevero-Aire, con 26 kilómetros de galerías y un desnivel máximo de 955 metros, además de extensas zonas de pinsapares.

El pinsapo es un árbol de la familia de los abetos que está considerado una joya botánica. El más conocido, que está catalogado como monumento natural, es el Pinsapo de las Escaleretas, con más de 26 metros de altura.

Rutas guiadas por el interior del parque natural y en bicicleta de montaña, escalada, espeleología, senderismo, quads, e incluso observación de la vida de las abejas, son algunas de las actividades que pueden practicarse en la zona.

   Vivir la experiencia del Caminito del Rey

A menos de 60 kilómetros de la capital malagueña, en Ardales, se inicia el recorrido, de entre tres y cuatro horas de duración, por el Caminito del Rey, una senda construida en las paredes del Desfiladero de los Gaitanes a una distancia media de 100 metros sobre el río Guadalhorce que ofrece unas impresionantes vistas.

El sendero, que llegó a ser considerado como uno de los más peligrosos del mundo antes de su rehabilitación, se ha convertido desde su reapertura al público en 2015 en un reclamo turístico en sí mismo y un revulsivo económico para los municipios del entorno: 3 millones de personas han transitado por sus pasarelas en diez años.

Ya están en marcha las obras de ampliación del enclave, que en los próximos meses contará con el puente colgante peatonal más largo de España, de 110 metros de longitud y suspendido a una altura máxima de unos 50 metros, lo que supondrá un nuevo aliciente para el turismo activo y de interior.EFE

mdr/vg

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