El pasado jueves, 17 de octubre, el Grupo Español para el Crecimiento Verde organizó un Desayuno de trabajo junto a Enerfip en el Espacio Wayra de Telefónica, bajo el título “Soluciones innovadoras de financiación para impulsar la transición ecológica”. La sesión tuvo como objetivo presentar varias de las herramientas financieras existentes en el mercado para facilitar y acelerar la transición verde, para lo cual ambas entidades reunieron a varios expertos de distinto perfil que presentaron sus soluciones y experiencias.
La bienvenida corrió a cargo del coordinador del Grupo de Trabajo de Finanzas Sostenibles del GECV y Global Head Sustainability Intelligence & Advocacy de BBVA, Toni Ballabriga, quien presentó a los ponentes y destacó la importancia de estas jornadas para poner en común conocimientos e ideas novedosas con las que seguir avanzando en la creación de sinergias.
Tras la apertura, se dio paso al panel principal, moderado por la gerente del GECV, Carmen Navarro; e integrado por Eduardo Calderón, CEO de Enerfip España; José Álvarez, director financiero de Comunidad Solar; y José Moncada, CEO de Bolsa Social y vicepresidente de Spain NAB.
En una primera ronda de intervenciones, Eduardo Calderón abordó la problemática de la aceptación social y la integración de los proyectos renovables en los territorios: “En España se puede hacer bastante más en este sentido. Desde nuestra experiencia, cuando nos acercamos a las regiones más remota nos encontramos con mucho desconocimiento. Desde Enerfip hacemos planteamientos de mínimos y una labor pedagógica muy fuerte, hemos creado un producto que se adapta a lo que nos encontremos a nivel local”. José Álvarez describió la labor de Comunidad Solar y las ventajas que tiene invertir en comunidades energéticas: “El coste de inversión es muy reducido, ya que, al ser una comunidad municipal se van a sumar muchas personas y el coste se reparte. El cliente va a pagar únicamente lo que consuma, y eso supone un recorte de entre un 70-80% de la factura de la luz”. Por su parte, José Moncada habló del papel de SpainNAB, una asociación que promueve la inversión de impacto en España: “Se trata de una estrategia de inversión sostenible que quiere contribuir a financiar soluciones que ayuden en los retos medioambientales que tenemos. Se basa en 3 pilares: Intencionalidad en generar rentabilidad creando un impacto positivo; Medición, comparando con estándares internacionales y verificando el impacto: y Adicionalidad, contribuyendo de forma específica a un problema medioambiental que no esté suficientemente abordado”.
Durante la segunda ronda de preguntas, Calderón hizo hincapié en el papel de las inversiones en el desarrollo de proyectos de almacenamiento de energía y movilidad sostenible: “La financiación tradicional no está asumiendo esta necesidad de los proyectos. Desde Enerfip lanzamos bonos con plazos de 1 a 3 años, y este corto plazo es clave para el desarrollo de proyectos renovables, más aún con la capacidad que tiene España en ese ámbito. Si no se abre esta posibilidad, los proyectos saldrían adelante 4 o 5 años más tarde”. Desde el prisma de hacer frente a la crisis energética de los últimos años debido a la Guerra de Ucrania, que hizo que precios como el transporte incrementaran notablemente las facturas eléctricas, Álvarez insistió en que “las comunidades energéticas dan tranquilidad en ese sentido, ya que el transporte es 0, y eso constituye una ventaja competitiva. Pase lo que pase, las comunidades van a generar su propia energía”. Finalmente, Moncada analizó la figura jurídica de las Sociedades de Beneficio e Interés Común (SBIC), materializada a través del Decreto Ley que aprueba la creación del Fondo de Impacto Social (FIS) gestionado por COFIEDES, que catalogó como “una iniciativa muy interesante para dar reconocimiento jurídico a las empresas con este propósito. Lo importante, más allá de la forma, es la misión. Un impacto hacia el exterior para atraer capital privado. Eso sí, es un reto enorme, con 18 meses para ejecutarlo, siendo deuda europea de los Fondos Next Generation. No obstante, se trata de una buena oportunidad para España, situándonos a la cabeza en inversión de impacto”.
Por último, Carmen Navarro preguntó a los tres ponentes qué les pedirían al resto de actores (gobiernos, empresas, sector financiero, ciudadanía/clientes, organizaciones de la sociedad civil) para que se pueda avanzar más rápidamente en la descarbonización y poder ampliar su impacto. Eduardo Calderón puso el foco en el gobierno: “al final son los que pueden dirigir esta inversión. Uno de los principales problemas es canalizarla, falta agilidad y a veces es complicado que llegue donde se necesita”. José Álvarez señaló el acceso a la inversión: “sigue siendo muy difícil. Hay muchas empresas con buenas ideas, pero no pueden llevarlas a cabo por un tema de regulación. A nivel municipal pasa lo mismo, avanzar es lentísimo”. En último término, José Moncada llamó a una acción transversal: “necesitamos un país más favorable para este tipo de proyectos. La administración es fundamental, pero también requiere de la colaboración entre todos los sectores, hay que trabajar más en red. Tampoco debemos olvidarnos de nosotros mismos, nos lo tenemos que creer. Debemos tomar acción”.
