Vuelve el evento presencial. Ya sin mascarillas, nos vemos las caras de nuevo y celebramos que seguimos vivos y sanos, que la pandemia no pudo con nosotros. Y hablamos. Y recordamos. Y reímos. Y volvemos a conocer y reconocer gente. Ya era hora.
He asistido a la presentación en Madrid del informe sobre el Estado de Comunicación en España 2021-22, que viene firmado por la Asociación de Directivos de la Comunicación (DIRCOM) y cuyo trabajo de investigación han realizado las profesoras Ángeles Moreno y Cristina Fuentes Lara, de la Universidad Rey Juan Carlos.
El informe se basa en una encuesta con n = “400 profesionales y directivos/as de Comunicación”. Es decir, los resultados que se extraen de él hay que contextualizarlos en el sentido que propongo en el título del post: es lo que piensan los profesionales y directivos de Comunicación españoles (permitidme que a partir de ahora los englobe a todos como DIRCOM) sobre el estado de su profesión. No hay, por el momento, datos sobre lo que piensan los CEO, aunque del interés de llegar a tenerlos también se ha hablado en la presentación del informe.
Parafraseando a Antonio Tabucchi, creo que resulta muy interesante conocer qué sostienen los DIRCOM. ¡Cómo disfruté de lo que sostenía Pereira!
Los DIRCOM sostienen que la Dirección de Comunicación se ha consolidado como área clave en las organizaciones, en el primer nivel ejecutivo. Sostienen los DIRCOM que la relevancia que otorgan los CEO al desempeño de la función de Comunicación se ha reforzado respecto a la anterior edición del informe (ECE 2017). Aumentan de uno a tres de cada diez (28%) los DIRCOM que sostienen que los CEO otorgan una valoración de “muy importante” a su área. Si unimos a los CEO que la valoran como “muy importante” y los que la valoran como “importante”, la cifra aumenta a 7 de cada 10. Ergo, un 70% de CEO españoles considera como importante o muy importante la función de Comunicación, los DIRCOM sostienen.
Una primera conclusión sobre estos datos es que los profesionales/directivos de Comunicación españoles tenemos nuestro trabajo en bastante alta estima. Cosa que está bien, porque lo contrario es peor. Tampoco se podía esperar menos autoestima de unos encuestados que tienen estudios universitarios en un 99% de los casos y, de entre ellos, un 62,5% tiene un máster y un 10% un doctorado. Lo cual nos lleva a asumir que bien formados sí que estamos. Creciditos, también.
Poniéndonos un poco más serios, celebramos que la autopercepción de la importancia de las tareas comunicativas que hacen los DIRCOM y sus equipos en sus organizaciones haya aumentado mucho en 4 años, desde el estudio de 2017 al estudio de 2021-22.
Este buen dato se explica principalmente, según indicaba el presidente de DIRCOM, Miguel López-Quesada, por la radical implicación que los profesionales de la Comunicación hemos tenido durante la pandemia en el sostenimiento de las cuestiones más esenciales para las organizaciones, es decir, la información sobre la salud laboral más básica para evitar contagios de COVID19 en el trabajo o algo tan práctico como si mañana o la semana que viene se podía ir a la oficina o seguíamos online. Incluso los equipos de los DIRCOM han tenido una presencia importante en labores “mayores” de comunicación interna. Los hay, y en Comunideas podemos contar algún ejemplo, que han hecho posible transformar la cultura de sus compañeros/clientes hacia la colaboración telemática y las herramientas digitales para algo tan primordial, no os vais a sorprender, como que la empresa siguiera en marcha. Ni más ni menos.
Este importante papel de los DIRCOM explica esta parte del informe que cito a continuación y que sitúa la “Comunicación interna y la gestión del cambio” como la tercera de las funciones que más se ejercen, solo detrás de la web, las redes sociales y la cosa de las notas de prensa y atender las llamadas de los plumillas. Cierto que esta tendencia se vislumbraba en 2017, pero ahora se consolida con fuerza:
En cuanto a las funciones que realizan con mayor frecuencia los departamentos de Comunicación se enumeran las siguientes: en primer lugar, la “Comunicación online y Social Media” (57,5%), seguida de las “Relaciones con los medios” (55,3%) la “Comunicación interna y la gestión del cambio” (30,8%) y la “Estrategia y coordinación de la función de comunicación” (27%).
Parece pertinente preguntarse si esta tendencia ha sido solo cosa de la pandemia o ha venido para quedarse. El informe y el DIRCOM de Aqualia, que ha participado en el debate posterior a la presentación de resultados del informe, sostienen que sí, que esta tendencia no es pasajera y que tiene que ver con “un futuro inmediato con una estructuración de la actividad comunicativa y una búsqueda del impacto de la profesión que gira en torno a un eje conformado por la tecnología y el regreso a lo más humano, y en el que el liderazgo de los directivos de Comunicación es vital para orientar a las organizaciones”.
Ojalá el informe tenga razón. Ese futuro nos gusta. Nos gusta tanto como la tendencia según la cual, y siempre según sostienen los DIRCOM, “se recupera la RSC y el desarrollo sostenible, con la incorporación de los criterios ESG, que pasa de una ponderación del 27,1% en 2017 a una del 42% como pronóstico para los próximos años”.
Enhorabuena a DIRCOM y a las investigadoras por el informe.
Ahora, tras el resumen de lo que más ha llamado la atención, toca sumergirse en los datos de detalle.
Descarga del informe completo en pdf -> dircom.org/ece-21-22
Periodista y comunicador. Profesor asociado en la Universidad Carlos III de Madrid. Soy especialista en comunicación y estrategia en los ámbitos de la salud, el medio ambiente, la sostenibilidad y la ciencia. He trabajado dos décadas como asesor de comunicación para diversas administraciones públicas. Fui periodista en la Cadena SER, CNN+ y Antena 3 Radio.
