Hiperhidrosis: causas, síntomas y tratamientos disponibles
La hiperhidrosis es una afección caracterizada por la sudoración excesiva, incluso en situaciones en las que no es necesaria para regular la temperatura corporal. Esta condición puede afectar la calidad de vida de quienes la padecen, provocando incomodidad, ansiedad y dificultades en las relaciones sociales o laborales. Agradecemos la colaboración del Doctor Edwin Gallegos Esquivel, especialista en Cirugía Torácica en el Hospital Universitario Viamed Santa Elena, por su valiosa contribución en la elaboración de este artículo.
¿Qué es la hiperhidrosis?
La hiperhidrosis es una condición médica que se manifiesta con una producción excesiva de sudor. Se estima que afecta aproximadamente al 3% de la población mundial, aunque muchas personas no buscan tratamiento por desconocimiento o vergüenza.
Tipos de hiperhidrosis
Existen dos tipos principales de hiperhidrosis:
- Hiperhidrosis primaria o focal
- No está asociada a otra enfermedad subyacente.
- Generalmente comienza en la infancia o adolescencia.
- Afecta áreas específicas del cuerpo, como axilas, palmas de las manos, plantas de los pies o rostro.
- Suele presentarse de manera simétrica (en ambos lados del cuerpo).
- Hiperhidrosis secundaria o generalizada
- Es consecuencia de otra condición médica (como diabetes, hipertiroidismo o infecciones) o del uso de ciertos medicamentos.
- Puede afectar todo el cuerpo o grandes áreas.
- La sudoración suele ocurrir tanto de día como de noche.
Tipos de hiperhidrosis según su localización
Dependiendo de la zona del cuerpo afectada, la hiperhidrosis puede clasificarse en:
- Hiperhidrosis axilar: Es la más común y afecta las axilas, dificultando el uso de ropa ajustada y generando incomodidad social.
- Hiperhidrosis palmar: Provoca sudoración excesiva en las palmas de las manos, lo que puede dificultar actividades cotidianas como escribir, dar la mano o manipular objetos.
- Hiperhidrosis plantar: Afecta la planta de los pies, generando sensación de humedad constante, resbalones y mal olor debido a la proliferación de bacterias.
- Hiperhidrosis craneofacial: Se manifiesta en el rostro y el cuero cabelludo, con sudoración abundante en la frente, mejillas y cabeza, lo que puede ser especialmente incómodo en situaciones sociales o profesionales.
- Hiperhidrosis inguinal: Ocurre en la zona de la ingle y los muslos, causando molestias al vestir ciertas prendas y aumentando el riesgo de irritaciones en la piel.
Causas de la hiperhidrosis
Las causas de la hiperhidrosis dependen de su tipo:
Hiperhidrosis primaria: Se cree que está relacionada con una hiperactividad del sistema nervioso simpático, que regula las glándulas sudoríparas. También puede haber un componente genético, ya que muchas personas con hiperhidrosis tienen antecedentes familiares de la afección.
Hiperhidrosis secundaria: Puede ser provocada por:
- Enfermedades metabólicas (hipertiroidismo, diabetes).
- Infecciones (tuberculosis, VIH).
- Trastornos neurológicos.
- Ciertos medicamentos (antidepresivos, analgésicos).
- Cambios hormonales (menopausia, embarazo).
Síntomas de la hiperhidrosis
Los síntomas varían en intensidad, pero los más comunes incluyen:
- Sudoración excesiva en manos, pies, axilas o cara.
- Episodios de sudoración que no están relacionados con la temperatura ambiental.
- Manchas de sudor visibles en la ropa.
- Sensación de humedad constante en la piel.
- Dificultad para sujetar objetos debido a la sudoración en las manos.
- Impacto emocional, ansiedad o vergüenza social.
Diagnóstico de la hiperhidrosis
Para diagnosticar la hiperhidrosis, un médico evaluará los síntomas y antecedentes médicos del paciente. En algunos casos, puede solicitar pruebas adicionales, como:
- Test de almidón-yodo: Se aplica yodo en la piel y luego almidón para identificar áreas de sudoración excesiva.
- Prueba del papel secante: Se coloca un papel especial sobre la piel para medir la cantidad de sudor.
- Análisis de sangre o estudios hormonales para descartar enfermedades subyacentes en casos de hiperhidrosis secundaria.
Tratamientos para la hiperhidrosis
Existen diversas opciones para tratar la hiperhidrosis, desde soluciones tópicas hasta procedimientos médicos más avanzados.
- Antitranspirantes con cloruro de aluminio
- Los antitranspirantes de venta libre o recetados ayudan a bloquear las glándulas sudoríparas. Son una opción inicial efectiva para casos leves.
- Medicación oral
- Algunos medicamentos, como los anticolinérgicos, reducen la actividad de las glándulas sudoríparas. Sin embargo, pueden tener efectos secundarios como sequedad bucal o visión borrosa.
- Toxina botulínica (Botox)
- Las inyecciones de toxina botulínica bloquean temporalmente los nervios responsables de la sudoración. Es un tratamiento eficaz para la hiperhidrosis axilar, palmar y plantar, con resultados que duran entre 4 y 6 meses.
- Iontoforesis
- Este procedimiento utiliza corriente eléctrica de bajo voltaje para inhibir la actividad de las glándulas sudoríparas en manos y pies. Se requiere constancia para mantener los resultados.
- Cirugía (Simpatectomía torácica endoscópica – STE)
- En casos graves, se puede recurrir a la simpatectomía, una cirugía en la que se bloquean los nervios que activan la sudoración excesiva. Sin embargo, puede tener riesgos, como la sudoración compensatoria en otras áreas del cuerpo.
- Tratamientos con láser o microondas
- Algunos procedimientos modernos destruyen las glándulas sudoríparas con calor, ofreciendo una solución más duradera sin necesidad de cirugía invasiva.
Consejos para controlar la hiperhidrosis en el día a día
Además de los tratamientos médicos, algunos hábitos pueden ayudar a reducir la sudoración y mejorar la calidad de vida:
- Usar ropa de algodón y evitar tejidos sintéticos.
- Aplicar antitranspirantes antes de dormir para una mejor absorción.
- Mantener una correcta higiene y cambiarse de ropa cuando sea necesario.
- Evitar alimentos picantes, cafeína y alcohol, que pueden aumentar la sudoración.
- Practicar técnicas de relajación, como meditación o yoga, para reducir el estrés.
La hiperhidrosis es una afección que puede afectar significativamente la vida diaria, pero existen múltiples opciones de tratamiento para controlarla. Desde soluciones tópicas hasta procedimientos médicos avanzados, cada paciente puede encontrar la alternativa más adecuada según sus necesidades.
Si experimentas sudoración excesiva y buscas una solución efectiva, consulta con un especialista para recibir un diagnóstico preciso y conocer el mejor tratamiento para tu caso.
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