Tomar oportunidades, enfrentar miedos: la historia de Bethsaida

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Autor: firmainvitadapj
25 febrero, 2025

Las historias de vida nos revelan cómo los esfuerzos de cooperación al desarrollo no sólo transcienden fronteras, sino también los miedos que llevamos y sostenemos a lo largo de la vida. Miedos que pueden resonar y marcar nuestro proyecto de vida.

Es por ello que cada componente brindado desde el proyecto implementado por el Centro de Formación y Orientación del programa de Formación y Empleo del Servicio Social Pasionista y Fad Juventud, con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid, ha dejado una huella significativa en la vida de Bethsaida.

Ahora camina con seguridad para luchar por sus sueños, valora todo su potencial y se deja acompañar cuando ha sido necesario. En esta ocasión, abre su corazón y, desde su propia voz, nos cuenta su experiencia para motivar a otras juventudes a tomar las oportunidades, y siempre atreverse a intentarlo.

Esta es la entrevista de Bethsaida Abigail García, salvadoreña, de 22 años, graduada del curso de mesero con especialidad en barismo. Actualmente, Bethsaida está en la universidad cursando la carrera de profesorado en educación básica y educación media.

Así inicia mi historia

¿Cómo te enteraste del programa de formación y empleo de SSPAS? ¿Qué esperabas encontrar cuando decidiste participar?

«Primero lo vi en una publicidad, pero no le presté mucha atención y lo deslicé. Luego una amiga me lo mostró y me dijo que lo intentara».

Entonces lo pensé y busqué información, para ver si era real, y luego pregunté si aún podía inscribirme. Viendo los cursos me interesó el de mesero con especialidad en barismo, porque el área del café es algo que me interesa y quería aprender más para sumar habilidades y buscar un empleo.

Mi primera impresión fue que el curso sería muy técnico, que solo iba a ir a aprender lo relacionado con el oficio. Pero al llegar, el ambiente fue distinto a lo que imaginaba: inclusivo, seguro y con oportunidades que iban más allá del aprendizaje técnico. Eso fue lo que me animó a elegirlo.

En ese momento, yo estaba buscando trabajo, porque había suspendido mis estudios y necesitaba conseguir un empleo. No había tenido suerte, pero sabía que tenía que seguir intentando, y esta oportunidad me dio una nueva perspectiva.

El camino de la juventud en El Salvador

Desde tu perspectiva, ¿cuáles son los mayores desafíos que enfrentan los y las jóvenes para alcanzar sus metas educativas o entrar al mundo laboral?

«El mayor reto es la falta de oportunidades, tanto en la educación como en el empleo».

Desde mi perspectiva, en cuanto a lo educativo, nos vemos limitados por la economía, sobre todo cuando se trata de ir a la universidad. Muchos de mis compañeros han tenido que dejar la universidad porque necesitan trabajar y no hay flexibilidad para hacer ambas cosas a la vez.

En lo laboral, la falta de oportunidades para los jóvenes es un gran problema. Es difícil encontrar un trabajo si no tienes experiencia, y si no tienes contactos o estudios universitarios, es aún más difícil. Aunque los sueldos son bajos, las empresas exigen demasiado y está muy normalizada la explotación laboral y los malos tratos.

Lo mismo ocurre con los derechos laborales, especialmente cuando somos jóvenes, porque existe esa falta de información sobre lo que nos corresponde. No es algo en lo que nos eduquen, ni nos enseñan lo que valen nuestros derechos laborales y cómo hacerlos valer. Hay mucha desinformación y desconocimiento en esta área.

Cuando somos jóvenes, las personas y las empresas se aprovechan de eso, por nuestra falta de experiencia. Saben que no tenemos conocimientos y pueden aprovecharse de eso. Eso desanima a los jóvenes para seguir intentándolo, y también hace que muchos se resignen, pensando que esa es la única opción.

En mi caso, el tema de los derechos laborales fue algo que aprendí más en profundidad en el curso, así como el tema de las prestaciones y los contratos. Como lo mencioné anteriormente, no es común que nos eduquen y nos proporcionen ese conocimiento: uno tiene que buscarlo y es difícil que nos llegue ese conocimiento.

En el país hay falta de oportunidades para todos. No todas las personas cuentan con los mismos recursos. Aquí en San Salvador es donde se concentran las oportunidades de trabajo y las universidades, por lo que muchas personas vienen desde lejos, y eso les afecta e influye mucho.

Tu experiencia con SSPAS

¿Cómo describirías tu paso por los procesos que SSPAS impulsa? ¿Hubo algún momento especial que recuerdes con cariño o que haya marcado un cambio en ti?

«Nunca imaginé que yo sería la elegida para dar el discurso de graduación».

En general, toda la experiencia en el Centro de Formación la recuerdo con bastante cariño y fue muy significativa para mí. La pasé muy bien en el curso.

A mí al principio me cuesta socializar y ser abierta, pero ahí tuve más seguridad para conocer a mis compañeros. Al final empecé a hablar más con ellos, pero es algo que me hubiese gustado hacerlo desde antes, pues había un ambiente de confianza y compañerismo. Las clases eran bastante dinámicas y divertidas, y las personas nos impartían el curso eran expertas en el tema. Siempre nos daban su apoyo, y no se sentía esa presión durante las clases, eran comprensivos y nos brindaban sus conocimientos para aprender.

Mi anécdota es que fui parte de los que dieron el discurso en la graduación. De todas las personas del curso, la última en la que habría pensado era en mí, porque veía a otros compañeros con más potencial para que ser los elegidos. Cuando recibí la llamada preguntando si quería hacerlo y que habían pensado en mí, fue una gran sorpresa. Me propusieron ese reto y lo estuve pensando mucho pero, a pesar de que tenía esa inseguridad, al final acepté. Tuve que mentalizarme y escribir el discurso, lo pensé mucho, porque nunca había escrito uno y quería transmitir lo que pensaba a través de mi experiencia y darles un mensaje a mis compañeros.

El día de la graduación estaba bastante nerviosa, pero pude enfrentar un miedo que tenía y me hizo feliz poder hacerlo. Al final, algunas personas me dijeron que les había gustado mi discurso, y eso me dio aún más felicidad de haberlo hecho y de que mis palabras les hubieran llegado. Eso es algo que no podré olvidar. Para mí fue un reto, porque tengo problemas para hablar en público, me pongo bastante nerviosa y también por el tema de la ansiedad. En experiencias pasadas, he tenido ataques de ansiedad, y eso me daba miedo. Solo pensaba en cosas que ya me habían pasado, me aferraba a esos recuerdos y creía que no podría ser capaz, lo que me limitaba bastante a la hora de intentar cosas nuevas y creer en mí. Aceptar el reto y hacerlo fue bastante significativo para mí.

Tuve un acompañamiento para afrontar este reto, pues Nancy y Melissa veían ese potencial en mí, y me sentí bastante apoyada en ese sentido. Eso fue lo que me motivó al aceptarlo. Melissa me dio apoyo desde el área de la psicología: me escuchó, me dio tips para regular mis emociones y tener más control sobre la ansiedad, me brindó métodos de respiración, me proporcionó consejos y pude hablar con ella de inquietudes y pensamientos. Me sentí en confianza, porque ser escuchada ayuda a sentirte mejor y te motiva.

Mi ansiedad venía desde antes por problemas familiares. A eso se sumó que, mientras yo estaba en el curso, mi mamá se fue del país, a Italia, lo que complicó aún más lo que sentía.

En Proyecto de Vida teníamos un cuaderno para ir haciendo actividades, donde podíamos hablar de las emociones, de los sentimientos, de nuestra autopercepción, también de nuestro proyecto de vida, y de lo que queríamos hacer. Era un espacio para ir reflexionando y analizando nuestras metas.

También Nancy nos apoyaba bastante. Por ejemplo, en Proyecto de Vida, yo no sabía qué poner, y ella me dejó una notita para que lo pensara mejor y me orientó.

Un nuevo rumbo

Después de participar en las actividades de SSPAS, ¿ha cambiado en algo tu plan de vida? ¿Cómo ves tu futuro ahora?

“Sí, cambió mi proyecto de vida. Antes de eso ni siquiera tenía.”

Solo tenía ideas vagas de lo que quería hacer, pero no tenía nada claro, simplemente vivía el día a día. Sin embargo, pude tener más claridad sobre lo que quería y, a través del apoyo que me brindaron, sentí más motivación. Ahora veo el futuro con más esperanza.

No tengo un plan completamente detallado, pero sí tengo claro lo que quiero conseguir y que puedo visualizar en un futuro: finalizar mi carrera en el tiempo establecido. La carrera dura tres años, así que espero terminarla en ese período y poder ejercer de ello. Mientras tanto, quiero seguir haciendo cosas que me gustan y, sobre todo, seguir aprendiendo.

Tu esencia en tres palabras

Si tuvieras que elegir tres cualidades que te definan, ¿cuáles serían y por qué?

“Amable, comprometida y honesta”.

Soy bastante amable con los demás, doy ese trato agradable, sin importar quién sea. También me gusta ayudar siempre que puedo y estar disponible para quienes lo necesiten.

Además, siento que soy una persona comprometida. Es decir, si hago alguna promesa o digo que haré algo, voy a hacer lo posible por cumplirlo. Aunque a veces las cosas no resultan como queremos, o se me dificulta por alguna razón, siempre trataré de compensarlo.

También soy bastante honesta, porque algo que no me gusta son las mentiras. Si me piden algún consejo u opinión, lo digo de la manera más sincera, pero siempre con respeto. Me gusta expresar lo que siento y pienso, manteniéndome fiel a mis ideales.

Recomendación personal

Si un amigo o amiga te preguntara si vale la pena sumarse a SSPAS, ¿qué le dirías? ¿Por qué lo recomendarías (o no)?

“Es un lugar donde puede encontrar un espacio seguro.”

Sí, totalmente, lo recomendaría. Le diría que es un lugar donde puede encontrar un espacio seguro y amigable, con un equipo profesional y comprometido. No solo va a aprender mucho, sino que también recibirá apoyo en otras áreas y tendrá acceso a nuevas oportunidades.

Por ejemplo, con respecto al tema de la búsqueda de empleo, no se trata solo de adquirir conocimientos en el curso, sino de acceder a herramientas y acompañamiento que realmente te fortalecen.

Tu mensaje al mundo

¿Qué más te gustaría compartir con quienes leerán tu historia? Puede ser un consejo, una anécdota o simplemente unas palabras que representen tu experiencia.

«Si tienes una oportunidad, tómala».

Me gustaría decirles que, si tienen alguna oportunidad de realizar algo, la tomen. Las cosas pueden resultar o no, pero lo importante es intentarlo. Independientemente del resultado, siempre se aprende, y eso suma experiencias.

Personalmente, sé que no es fácil. Los miedos y las inseguridades nos detienen, y tomar el valor de enfrentarlos no siempre es sencillo. En el pasado me hubiese gustado tener esto más presente, porque muchas veces no tuve la seguridad para tomar las oportunidades que se me presentaron. A veces pienso que, si las hubiese tomado, mi realidad seguramente sería diferente  y habría logrado otras cosas. Pero no se puede retroceder en el tiempo, y solo me queda aprender de eso y no repetir en el futuro cosas que considero que fueron errores.

Algo también que me ha costado tener presente es que no todos somos iguales. Cada persona aprende y avanza a su propio ritmo, y compararnos con los demás puede ser muy dañino. Sé que es difícil no hacerlo, pues sentimos esa presión a nuestro alrededor. También nos enfrentamos a que nos comparen con otras personas y es difícil separarlo y saber que no tiene que ser así.

Existen diferentes factores, oportunidades y circunstancias que determinan nuestra vida. Aunque no tenemos el control sobre algunas cosas, estas pueden terminar afectándonos. Por eso, hay que aprender a vivir nuestra propia vida, sin dejarnos llevar por influencias externas y seguir el camino que realmente deseamos, nuestros propios sueños, porque, al final, somos nosotros quienes los vamos a vivir.

Recapiti
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