Las aplicaciones móviles forman parte de nuestra vida diaria, pero no siempre está claro qué es exactamente una app, qué tipos existen y cómo pueden ayudar a una organización a mejorar su rendimiento. Entenderlo bien es el primer paso para decidir si tu empresa necesita una app y qué enfoque tiene más sentido.
Qué significa “app” y cómo ha evolucionado
Todo el mundo utiliza aplicaciones en su móvil o tablet, pero no siempre se tiene claro qué es una app. El término app es una abreviatura de la palabra inglesa application, y hace referencia a un programa de software diseñado para ejecutarse en un dispositivo concreto, ya se trate de un smartphone, una tablet, un ordenador o incluso un reloj inteligente.
En sus inicios, cuando los teléfonos móviles empezaron a ganar capacidades, ya existían pequeñas aplicaciones instaladas de serie que hoy podríamos considerar las primeras apps: calendarios, agendas o juegos como Tetris y Snake en aquellos Nokia casi indestructibles. Con la aparición de los smartphones y las tiendas de aplicaciones (App Store, Google Play), el concepto se ha extendido a miles de millones de usuarios y a casi cualquier necesidad imaginable: comunicación, banca, salud, deporte, educación, productividad…
Hoy, una app no es solo “un icono en la pantalla”; es un canal de relación, un punto de acceso a datos y servicios y, en muchos casos, una pieza clave en la estrategia digital de las empresas.
Para qué sirve una app en una empresa
Más allá del uso personal, las apps se han consolidado como herramientas clave para las organizaciones. Algunas de las funciones más habituales son:
Cuando estas aplicaciones se diseñan integradas con el resto de sistemas de la organización (ERP, CRM, plataformas de gestión, soluciones de ciberseguridad), se convierten en verdaderos aplicativos digitales que ayudan a reducir la distancia entre lo que la empresa hace hoy y lo que podría hacer si explotara mejor sus datos y procesos.
Tipos de aplicaciones móviles: visión rápida
A la hora de desarrollar una aplicación móvil, es importante tener claro qué tipo de app se quiere crear y qué implica cada opción a nivel de tecnología, costes y experiencia de usuario. De forma general, podemos distinguir cuatro enfoques principales:
Cada enfoque tiene sus ventajas e inconvenientes. Si quieres profundizar en esto, puedes ampliar en el artículo específico sobre tipos de aplicaciones móviles, donde se detalla cada categoría con más ejemplos y comparativas.
Cuándo tiene sentido desarrollar una app a medida
No todas las organizaciones necesitan desarrollar una app desde cero. En muchos casos, una herramienta estándar o una solución ya existente puede ser suficiente. Sin embargo, el desarrollo a medida cobra sentido cuando:
En estos escenarios, una app a medida deja de ser “un extra” para convertirse en una pieza estratégica dentro de la arquitectura digital de la organización.
¿Por dónde empezar si quieres desarrollar una app?
Si tu empresa está en el punto de “tenemos una idea de app, pero no sabemos por dónde empezar”, un buen recorrido puede ser:
En Cuatroochenta, a través de 480:DEV, acompañamos a las organizaciones precisamente en ese punto de partida, ayudándolas a convertir una necesidad en una aplicación móvil que aporte valor real y medible.
