La fragmentación de la protección de la cadena de suministros dificulta su expansión

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Últimamente las empresas están teniendo que afrontar una serie de incidentes que, por su masificación, como en el caso de los ciberataques, o su gran impacto general, como el apagón eléctrico del pasado abril, están produciendo roturas en las cadenas de suministros, que generan importantes estragos económicos. Sin embargo, y a pesar del creciente interés, las pymes siguen reacias a contratar seguros que protejan estos procesos. En parte, por la escasa percepción del riesgo, pero también por la gran fragmentación del producto, ya que no existe una única solución aseguradora que cubra toda la línea de abastecimiento.

Álvaro Sáez, secretario de Aunna Asociación y socio y director de Trebia Correduría de Seguros, considera que para que los seguros que afecten a la cadena de suministros tengan un mayor calado hace falta que se den varias condiciones, entre ellas la percepción de la necesidad: “Los clientes, en su gran mayoría, perciben el riesgo por todos los acontecimientos que se han ido dando en los últimos años”, corrobora, aludiendo a eventos como la pandemia de coronavirus, el bloqueo del canal de Suez en 2021 o el apagón en España. También es relevante el auge de la internacionalización, con la cantidad de proveedores a nivel mundial que van teniendo los clientes, incluidas las pymes, por lo que pueden afectarles multitud de situaciones. “La problemática es que, a día de hoy, las coberturas para cubrir los riesgos de la cadena de suministros no están pensadas en su gran mayoría para las pymes”, asume, a la vez que reconoce que también “hay mucho camino por recorrer en el conocimiento de los corredores, que es una figura muy importante, canalizadora de información”. En esta línea, explica que es esencial el papel de los asegurados, de hacer un buen trabajo previo, con unos análisis de datos, un análisis del riesgo, unas medidas preventivas y unos planes de contingencia, que resultan muy importante a la hora de encarar los riesgos. La tecnología también puede ayudar mucho en el crecimiento de estos seguros, como el IoT, los canalizadores de determinación climáticos o predictivos, la inteligencia artificial… Así como que los productos vayan siendo más modulables, menos estandarizados: “Que no dependamos solo de un programa internacional muy hecho a medida del cliente, sino algo que nos pueda permitir ir avanzando poco a poco”, explica.

Pablo González, Portfolio Manager de Property en QBE Iberia, también aprecia que los eventos mediáticos que están sucediendo en los últimos años están ayudando mucho a concienciar a los clientes, “pero nos falta dar el siguiente paso de enfocarlo de forma más individualizada a los riesgos que puede identificar cada empresa final”. Así, aprecia que el cliente que está más desarrollado, que tiene una gerencia de riesgos más especializada tiene identificado a sus clientes y proveedores, y sabe que, si le falla un proveedor crítico, el problema no es un evento de mercado, es un evento suyo que le posiciona de forma muy diferente con sus clientes, ya que puede perder una ventaja competitiva que tenía. De ahí que piense que hay que transmitirles que además de los eventos mediáticos también se les va a proteger frente a esos incidentes más particulares que pueden hacerles perder cuota de mercado o beneficios: “Si conseguimos dar ese siguiente paso, mostrar el enfoque individualizado para que vean su impacto directo y cómo se podrían proteger, ganaríamos mucho en el despegue de la comercialización de este producto”, concibe, por lo que hace un llamamiento a compañías y corredores para conseguir concienciar.

Llegar a las pymes

“Los corredores nos transmiten que sus clientes están preocupados por este riesgo y cada vez les pregunta más por qué tipo de soluciones podrían encontrar”, asegura Javier López, director de Oferta y Distribución de Assek Europa. Ahora bien, “a veces esa percepción del riesgo en una pyme no es tanta, porque no se tiene un gerente de riesgos con un departamento que tenga tan localizado en el mapa de riesgos este aspecto”. Por eso considera que la profesionalización y el que el corredor esté acostumbrado y se sienta a gusto con el producto, lo conozca, pueda responder dudas sobre él… es muy importante. Además, añade otra figura importante: el regulador. “Necesitaríamos un poco de esfuerzo, porque el cliente es consciente de la necesidad, el sector es consciente de que hay que ofrecer una solución y tenemos que involucrar a quien nos regula a todos para que sea consciente de que hay que adscribir este tipo de producto a un ramo para que tenga el mínimo control necesario y exigible”, propone, toda vez que estos seguros son variados y están adscritos a ramos tan diversos como Pérdidas Pecuniarias, Daños o Mercancías.

“Para poder popularizar la comercialización de este producto, hay que ir a las pymes a concienciarlas de la necesidad de identificar y tratar bien este riesgo para que puedan hacer una transferencia adecuada al mercado”, destaca Néstor Díaz, responsable del área de Gerencia de Riesgos y Programas de Seguros para Empresas de Ágora Broker, toda vez que las grandes empresas están más concienciadas. De hecho, según su experiencia, ya no en pequeñas empresas, sino en las medianas todavía “cuesta hacerles ver bien la parte de pérdida de beneficios, que a veces la contratan, pero sin una concienciación, sin un análisis previo para identificar riesgos un poco en profundidad”. Añade que en muchas ocasiones se recomienda acompañarlo de un plan de continuidad, pero “las pymes están muy lejos de llegar a hacer eso”, que sería el complemento porque le pueden pagar la pérdida de beneficios, pero si pierde a sus clientes, se va a encontrar con muchas dificultades de recuperar su nivel de actividad. Además, señala que son muchas las casuísticas que pueden afectar a la cadena de suministros, y las compañías no ofrecen un producto independiente con amplias garantías, por lo que hay mucho desconocimiento por parte de los mediadores y de los clientes.

“Pero, ¿existe el seguro de cadena de suministro? ¿El mercado percibe que esto existe?”, se cuestiona Luis Heras, director general de Nuvu Agencia de Suscripción, ya que él no ha encontrado ninguno. “Tenemos que ser nosotros, los profesionales del mundo del seguro, los que ofrezcamos una solución a los clientes, pero está tan fragmentado que es complicado”, se queja, toda vez que se dispersa en otros ramos o coberturas, como interrupción de negocio, Pérdida de Beneficios, Daños Transporte, Cíber, Crédito… Y eso que el mapeo de los riesgos sí cree que ya está hecho, que ya se sabe en qué partes de la cadena de suministro está el riesgo. “Ahora mismo está fragmentado, son distintas partes y lo que tenemos que hacer es por lo menos esas partes terminarlas de explicar bien, ya que hay componentes muy distintos, desde Cíber que es un seguro nuevo, hasta Daños y Mercancías, que son teóricamente lo más antiguos dentro del mundo seguro”, aprecia.

Riesgos a cubrir

Efectivamente, Javier López valora que los riesgos que afectan a la cadena de suministros están muy dispersos entre varios ramos. Además de que, a quien cubre la Pérdida de Beneficios le cuesta ver las problemáticas que hay en Mercancías y a la inversa: “O vamos todos de la mano o, si no, vamos a ir un poco desviados”, afirma.

Con todo, Néstor Díaz especifica que al final la cobertura que da el seguro en sí ante los incidentes en una cadena de suministros es una pérdida de beneficios, porque los percances que se pueden producir, desde la quiebra de un proveedor a un ciberataque, se incluyen en esa cobertura, no ya las mercancías, ni la rotura de una maquinaria ni el incendio en las instalaciones de un proveedor. Insiste en que las incidencias que se pueden producir son muchas y no sabe hasta qué punto el mercado está preparado para identificar muy bien y analizar este riesgo con un cliente.

Pablo González coincide en que, en las pólizas de Daños Materiales, lo habitual es que lo que se cubra es la pérdida de beneficios, cuando el hecho causante es un hecho que habría estado amparado en dicha póliza. “Ahí la casuística es limitada, pero bastante amplia a pesar de estas limitaciones”, incide. Ahora bien, cree que hay otros aspectos, como que el proveedor decida dejar de suministrar o quiebre, en los que sí falta bastante rodaje a todo el mercado asegurador para encontrar una solución paquetizada. Reitera, eso sí, que la pérdida de beneficios que se integra en Daños Materiales ya es muy amplia y “para mí sería un éxito que muchas compañías lo contrataran porque son sublímites que ofrecemos habitualmente, y no terminan de ver el beneficio que tienen, que es amplísimo”. “Lo que pasa es que necesitamos ese primer paso, que lo integren y que lo vean. Y luego llegará el segundo, que es el que integre toda la cadena de suministro y otros riesgos”, sostiene.

El problema es que, como expresa Álvaro Sáez, hay una gran cantidad de hechos que puedan dar cobertura a lo que entendemos por cadena de suministro. “Como hay un compendio tan grande yo creo que una de las cosas que se necesita es un trabajo colaborativo, de soluciones y de ideas que ya se hayan venido haciendo en otros ramos y en otras compañías”, aprecia, y pone el ejemplo del seguro de Crédito, que, aunque lo que cubre es el impago del cliente, no al proveedor en sí, la información que la aseguradora está utilizando podría ser muy válida para detectar incapacidades financieras de un proveedor. “Hay que intentar enriquecer la información para poder dar un plus mayor, porque con todas las dificultades que tiene el seguro de Daños, la parte colaborativa puede ayudar mucho a facilitar la decisión en la toma de riesgos, o la actuación preventiva al siniestro, del mismo modo es importante ir creciendo en determinadas cuestiones tan básicas como la determinación de la capacidad financiera del proveedor del cliente que puede ayudar a prevenir un acontecimiento negativo en el mismo al verse interrumpido el suministro de mercancías por esta causa. Hay soluciones en el mercado que se deben utiliza, de manera colaborativa, para dar soluciones a estos riesgo”, asegura.

“Los riesgos son muy heterogéneos, por eso hay que ver cuál es la exposición que tiene a esos riesgos cada cliente”, comenta López, porque en una cadena de suministros no todas las personas que están implicadas tienen la misma exposición a un mismo hecho: “Te pide la misma cobertura de guerra el propietario de las mercancías que está en una región conflictiva que el transitario, cuando igual no necesita la misma cobertura”, ejemplifica. “Tenemos que poder identificarlo, porque igual es la forma de mostrarles que realmente tienen mucha exposición”, sentencia.

Producto flexible

Luis Heras apuesta por establecer distintos módulos para hacer el producto accesible, dando diversas opciones para acercarlo a las pymes y al cliente en general. Además, cree que debe haber una fortaleza de datos enorme, aunque valora que agregar esos datos también es complicado. “Necesitamos ayuda si queremos plantear un producto con módulos completos o que la suma de los módulos sea algo parecido a un seguro de cadena de suministro”, sugiere, teniendo en cuenta que al final hay que detectar las carencias que se tienen para dar con una solución y poder ofrecerla al mercado.

El director de Oferta y Distribución de Assek Europa advierte que, si bien estamos buscando la solución en las compañías, “igual la solución quien la tiene es el corredor de armar este tipo de producto con las soluciones que ofrecemos”, de transporte de mercancías, de daños, de crédito... “Igual es más el corredor el que tiene que armar ese puzle, con lo que hay actualmente en el mercado”, reitera.

“Efectivamente una de las funciones que tenemos nosotros ahora mismo es precisamente el montar el puzle, en muchos casos incluso el montar el programa internacional, y esto es lo que complica la estandarización del producto”, explica Sáez, aunque sugiere que se requiere que “las piezas” estén muy definidas, con límites muy establecidos, con capacidades para asumir riesgos muy concretos por parte de las compañías… para intentar atraer al cliente con un producto muy medido.

Díaz, sin embargo, no se muestra convencido de esta solución: “Cuesta encajar lo básico en muchas ocasiones como para plantear un puzle a ver qué compañía te lo hace”, protesta, aparte de que cree que plantear algo exclusivo, el mercado no lo encaja, ya que primero necesita volumen para realizar soluciones específicas. Por eso, propone mejor una alianza entre las compañías con la mediación basándose en el análisis de riesgo de los clientes, buscando paquetes con las coberturas más significativas, “o las que más se crea que se pueden dar en un momento dado, que puede ser un siniestro en un transporte, un incendio en el proveedor, un ataque informático o un riesgo geopolítico en la región del proveedor”, y hacer paquetes muy definidos de la casuística más habitual que se puede dar y la que pueda impactar más en el cliente. “Pero creo que es un trabajo largo y normalmente hecho por parte de las compañías”, matiza, toda vez que es complicado que un corredor plantee una operación de rotura de cadena de suministro con un montón de coberturas que un cliente quiere transferir.

Ganar volumen

González reconoce que las compañías necesitan volumen para poder aguantar los siniestros cuando ocurran y que sea algo sostenible en el tiempo: “El primer paso es que los clientes se conciencien y empiecen a comprar las coberturas que ya ofrecemos, como pueden ser las de contingencias por hechos de daños materiales que ocurren en instalaciones de proveedores o coberturas de mercancías, para que en un futuro podamos desarrollar un producto más específico”, afirma, ya que otorgaría un volumen para poder aguantar los siniestros, pues no sería sostenible empezar directamente con un producto muy complejo, con muchos módulos, donde a lo mejor, el primer siniestro sea muy grande. “Las compañías tenemos que ir, poco a poco, acompañando a la mediación y a los clientes para que esto sea algo que demos lo más rápido posible”, añade, pero siempre con un volumen, que es esencial para la comercialización.

No obstante, como señala Javier López, director de Oferta y Distribución de Assek Europa, actualmente, la cantidad de coberturas que entran en juego dentro de la cadena de suministro es muy difícil encontrarlas en una sola aseguradora, y, sobre todo, encontrarlas como especialistas que dominen cada uno de esos aspectos: “Es complicado que una única compañía vaya a proponer la solución que el mercado sí está esperando”, reitera como el primer obstáculo al que se enfrenta el sector para desarrollar un producto de cadena de suministro.

El responsable del área de Gerencia de Riesgos y Programas de Seguros para Empresas de Ágora Broker aprecia que, al menos, habría que empezar por madurar la pérdida de beneficios en los clientes, ya que, aunque se comercializan muchas pólizas de este tipo, suelen ser muy básicas, especialmente entre las pymes. Y una vez que este aspecto esté madurado, dará pie a que el cliente vaya viendo esa necesidad de transferir otro tipo de riesgos dentro de lo que es la rotura de su cadena de suministro.

Para Heras, la dificultad es que hay que asegurar un sistema, porque “la cadena de suministro es un sistema y por eso es tan difícil”. Además, aprecia que normalmente los diseños de nuevas pólizas o coberturas lo lideren las grandes empresas, que son las más interesadas en estos productos. “De momento, para ser posibilistas, tiene que ser un tema de módulos y un tema de concienciación. Al final, a lo mejor la solución es una contribución a un seguro de un sistema, una mutualización de todo un sistema de riesgo”, aprecia.

Modo de indemnizar

En lo que los profesionales, participantes en la mesa redonda de Pymeseguros, no ven dificultades es a la hora de estipular las indemnizaciones en este tipo de siniestros, ya que no se diferenciará mucho de otros ramos, como reseña Javier López. Ahora bien, “el quid de la cuestión está más en cómo se han fijado los límites”, que las propias empresas les cuesta tener claro realmente cuantificar cuál es su exposición a ese tipo de eventos, a las pérdidas que les podrían ocasionar... “En cuanto a la tramitación realmente de un evento de este tipo no difiere tanto, pero sí en cuanto al trabajo, en la suscripción, en cómo estableceríamos los límites”, resume.

Sin embargo, para Néstor Díaz, responsable del área de Gerencia de Riesgos y Programas de Seguros para Empresas de Ágora Broker, tampoco supondría excesivos problemas, ya que aprecia que el límite está ya en el margen bruto del cliente, “más o menos sus beneficios, los gastos fijos y algún coste adicional extraordinario que haya que tener en cuenta por lo que sea para minimizar. Pero es muy claro y objetivo”, sostiene.

“La clave para que la indemnización sea lo más ajustada posible es la misma que en un seguro de Pérdida de Beneficios, que haya un buen respaldo documental. Y si participan peritos especializados, todo siempre es más sencillo”, asegura el Portfolio Manager de Property en QBE Iberia, para quien es fundamental contar con la máxima información por parte del cliente.

Pérdida de beneficios

Más dificultades hay en la asunción del riesgo por parte de las empresas. Como destaca el secretario de Aunna Asociación y socio y director de Trebia Correduría de Seguros, la pérdida de beneficios tangible por parte del cliente es cuando sufre un daño, por ejemplo, en sus propias instalaciones, y se le da cobertura, pero el enfoque de la cadena de suministros es por el daño proveniente de otro sitio, por motivos ajenos. “Si al cliente le hacemos entender y ver que la pérdida de beneficios tiene que estar en sus propias pólizas a día de hoy, porque es un riesgo asegurador y lo necesita, será más fácil extenderlo al tema de suministros”, concibe.

El director general de Nuvu Agencia de Suscripción considera que asegurar la cadena de suministros tiene parte de daños y parte de pérdida de beneficios, por lo que todo lo que sea desarrollar ambas es esencia

Recapiti
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