Recién llegado de Valencia, donde estamos trabajado y hemos visitado el fin de semana varias de las campas de vehículos en las que se acumulan filas interminables de coches, debo decir que la ayuda y la colaboración que se está canalizando funciona, pero que esta tragedia va para largo y nos necesita a todas las empresas del sector.
FERNANDO PÉREZ GRANERO
CEO Mobius Group
La reciente DANA que ha azotado a la Comunidad Valenciana ha dejado tras de sí un panorama complejo y doloroso. Las fotografías y videos a los que accedemos cada día no logran transmitir lo que se ve y se siente al llegar al terreno. Y, sin embargo, en la desgracia, es admirable ver la capacidad de las personas afectadas de sumar y trabajar para reconstruir eso tan preciado cuando pasa algo así: la normalidad.
Tras el viaje, comparto una reflexión sobre lo que esta situación significa, no solo para nuestra industria, la posventa y la movilidad, sino para las comunidades afectadas, que requieren más que nunca un apoyo firme, coordinado y humano. La movilidad, el desplazamiento y el transporte… son cuestiones que nos devuelven a la enorme importancia que tiene la movilidad en nuestro día a día.
Las estimaciones económicas y de alcance de los daños son abundantes en los medios, pero tras pisar el terreno, creo que estamos lejos de conocerlas con precisión. El foco debe mantenerse en aunar esfuerzos para acelerar la recuperación. Eso que tantas veces exigimos de la clase política – unidad y colaboración – está siendo ejemplar en las empresas movilizadas para actuar. Aquí no hay competencia: hay un objetivo común en el que todos debemos volcarnos. Estamos compartiendo tecnología y modos de trabajo. Todos a una; es lo que esta situación exige, es lo que los valencianos nos enseñan.
Servicio, empatía y compromiso definen nuestra profesión
En estos momentos en los que todos los planes se aceleran y la maquinaria debe destinar sus recursos a la urgencia sin dejar de lado nuestro día a día, nos sentimos extraordinariamente respaldados al ser parte de Groupe Saretec, cuya experiencia de más de 45 años en situaciones de catástrofe y siniestros aporta una sólida base a nuestra labor.
Desde el inicio de esta crisis, Jean Vincent Raymondis, presidente del grupo, ha estado en contacto permanente con España, subrayando la importancia de mantener el sentido de servicio y compromiso que define nuestra profesión. Nos recuerda que, “más allá del conocimiento técnico, lo que debe distinguirnos es la empatía y el esfuerzo que ponemos en cada atención.”
Objetivo: garantizar lo antes posible la movilidad
El sector de la movilidad y la posventa jugamos un papel decisivo: los talleres, los proveedores de recambios y los distribuidores ya han comenzado a movilizarse, organizando recursos para responder a las necesidades más inmediatas. Hemos visto cómo el sector posventa ha organizado ayuda para los talleres en situaciones críticas y cómo ha sumado esfuerzos en la ardua tarea de retirar vehículos de las calles, preparar peritajes y gestionar el flujo de trabajo que resultará de esta catástrofe.
Los gabinetes periciales homologados por el Consorcio de Compensación de Seguros tenemos un gran reto por delante y la oportunidad de mostrar a la industria el enorme valor social del trabajo pericial. He visto a todos los peritos y técnicos de automoción de nuestro grupo empresarial dar un paso adelante para colaborar con los equipos directamente implicados.
Para los talleres y recambistas, este es también un reto importante. Aunque muchos vehículos están siendo declarados siniestro, habrá un gran flujo de reparaciones por daños causados por el agua y el barro. Lo mismo ocurre con los recambistas, a los que ya estamos solicitando stock para reemplazar las piezas seguramente más afectadas.
Demanda de coches
Crecerá además la demanda de coches, tanto nuevos como de segunda mano. La falta de un medio de transporte adecuado está impidiendo que estas comarcas vuelvan a la normalidad. En áreas donde el servicio de Cercanías y Metro aún tardará en restablecerse, el impacto es doblemente fuerte, afectando tanto a la movilidad de los trabajadores como a la capacidad de abastecimiento de las familias.
Los desafíos que enfrentaremos no son menores, y la única forma de garantizar un servicio satisfactorio para los afectados es mediante una colaboración estrecha y solidaria. La capacidad de adaptarse y de priorizar el bien común será el motor que nos permita, como sector, seguir adelante en este difícil momento.
