A lo largo de la historia, la agricultura ha conseguido multiplicar el potencial productivo de las semillas gracias a la innovación y a la mejora vegetal, jugando un papel fundamental en el rendimiento de las cosechas y en la seguridad alimentaria global.
Los retos, sin embargo, no se detienen. Ya no solo se trata de lograr semillas cada vez más productivas, sino que además deben ser más eficaces en el uso de los recursos y ser más sostenibles, con una reducción del impacto de la actividad agraria en el medio ambiente.
Así, siendo más sostenibles y haciendo un uso más eficaz de los recursos, los agricultores y la industria semillera también mejoran su rentabilidad, ofreciendo una semilla con un valor sostenible y, por tanto, una semilla diferenciada en el mercado.
¿Quieres saber cómo conseguir aumentar el valor de las semillas? Sigue leyendo.
Ser sostenibles para ser rentables
En un contexto en el que la población mundial continúa en constante aumento y la producción de alimentos es responsable del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero y del consumo del 70% del agua dulce disponible a nivel mundial, es más importante que nunca aunar rentabilidad y sostenibilidad.
Para ello, es clave hacer un uso más eficiente de los recursos, como el agua y los nutrientes. ¿Cómo podemos hacerlo desde la semilla?
Desde Symborg, proponemos soluciones biológicas para el tratamiento de semillas basadas en microorganismos y biomoléculas que consiguen que la planta germinada obtenga más agua y nutrientes, además de un sistema radicular mejorado y un aumento de su actividad fotosintética.
De esta manera, la planta hará un uso más eficiente del agua, aumentando hasta un 25% la biomasa de cultivo producida por unidad de agua utilizada (WUE). Esto es crucial en un escenario donde, además, cada vez se producen más sequías y condiciones de estrés hídrico.
A la vez, podemos aumentar la absorción de nutrientes en más de un 30%, porque ese sistema radicular mejorado y conectado con microorganismos beneficiosos permite a las plantas explorar una mayor superficie de suelo y, por tanto, absorber más nutrientes con un menor coste energético.
Este grado de eficiencia es importante en cultivos extensivos porque este tratamiento tiene un efecto duradero en largos periodos sin fertilizantes con la mejor absorción de todos los nutrientes, especialmente los de baja rotación como el Fósforo (P) y el Calcio (Ca).
Mayor captura de CO2 para ayudar en la mitigación del cambio climático
El incremento de la produccióny de la rentabilidad puede ir de la mano de la sostenibilidad. Las soluciones biológicas para el tratamiento de semillas contribuyen a mitigar el cambio climático, ya que las plantas serán capaces de capturar más CO2 y secuestrarlo en el suelo como efecto de las relaciones simbióticas que se producen entre los microorganismos beneficiosos y las raíces.
Se trata, a la vez, de productos biológicos de producción sostenible, soluciones eficientes que no generan ni nuevas emisiones ni residuos. De esta forma, reducimos nuestra huella medioambiental y nuestra valoración en los mercados.
Mira este dato: por cada hectárea de cereal que se tratara con nuestro exclusivo Hongo Formador de Micorrizas (HMA) Glomus iranicum var. tenuihypharum, supondría una reducción de las emisiones de CO2 al año equivalente a 450 coches. Si se trataran todas las hectáreas de cereal del mundo, se produciría una reducción de las emisiones de CO2 al año equivalente a 30 veces la ciudad de Nueva York.
Berso, la solución industrial para el tratamiento de semillas
En Symborg, cuidamos los cultivos desde la semilla. Lo hacemos gracias a Berso, una unidad de negocio con la que desarrollamos soluciones biológicas para el tratamiento de semillas a nivel industrial compatibles con los tratamientos convencionales.
Contamos con dos productos bioestimulantes, Resid HC Industrial y T-78 Industrial (disponible próximamente), que nos ayudan a incrementar la producción, hacer frente a factores de estrés y mejorar la absorción de agua y nutrientes.
Resid HC Industrial está compuesto por la exclusiva especie de hongo formador de micorrizas Glomus iranicum var. tenuihypharum, que como mencionábamos anteriormente, consigue mejorar la eficiencia del uso del agua y los nutrientes, incrementar el sistema radicular y fortalecer la actividad fisiológica de la planta, alcanzando hasta 18 meses de vida útil en semilla.
Por su parte, T-78 Industrial es un bioestimulante compuesto por el hongo beneficioso Trichoderma harzianum T-78, una cepa diferenciada por su alta persistencia y adaptabilidad a todo tipo de suelos. Sus beneficios se completan con el estímulo a la germinación de las semillas de modo duradero, provocando el crecimiento de las plantas, la floración y el rendimiento de la producción.
Juntos, logramos semillas diferenciadas, productivas, rentables y de alto valor en el mercado.
