La conformación de la masculinidad en el País Vasco, nuevos modelos de género

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Autor: pilarnicolasr@gmail.com
7 marzo, 2025

La masculinidad hegemónica, un conjunto de valores y normas que definen lo que se espera de los hombres en muchas culturas, está experimentando un cambio profundo en la sociedad vasca. Este fenómeno no es aislado, sino que forma parte de un debate global sobre cómo redefinir los roles de género y promover una igualdad más equitativa entre hombres y mujeres. A través de la investigación titulada La caja de la masculinidad en el País Vasco: Construcción, actitudes e impacto de las masculinidades en la población vasca, el Centro Reina Sofía de Fad Juventud en colaboración con Emakunde (Instituto Vasco de la Mujer y su servicio Gizonduz), ha llevado a cabo una exploración exhaustiva que proporciona datos reveladores sobre la percepción de la masculinidad en esta región.

La publicación se presentó en el Palacio de Congresos de Victoria-Gasteiz como “Estrategias para el trabajo con hombres y masculinidades por la igualdad en Euskadi”. Presidida por el Lehendakari, en ella se llevaron a cabo diversas ponencias y, a continuación, mesas de trabajo con una puesta en común final.

Con más de 1.250 personas encuestadas segmentadas según edad, género y nivel de estudios, el análisis ofrece una visión detallada de cómo los hombres y mujeres en el País Vasco se posicionan respecto a los valores tradicionales de género, qué repercusión tienen estos modelos en su bienestar emocional y social, y qué diferencias existen entre generaciones y géneros. Para ello, se ha tomado como referencia a la población de 15 a 65 años residente en Euskadi, estructurándola en tres grandes grupos de edad: 15 a 29 años, 30 a 49 años y 50 a 65 años.

El estudio ha arrojado hallazgos relevantes en cuanto a las desigualdades persistentes y las posibles soluciones que podrían diseñarse e implementarse en políticas de igualdad, lo que abre un espacio para reflexionar sobre las implicaciones que estos resultados podrían tener:

¿Qué es la «caja de la masculinidad»?

El concepto de «caja de la masculinidad» se utiliza en esta investigación como herramienta para dimensionar el modo en el que las personas en el País Vasco encarnan y se identifican con modelos más o menos tradicionales de masculinidad. Esta «caja» no es un contenedor físico, sino una metáfora que representa la rigidez de las expectativas sociales sobre cómo deben ser los hombres. Aquellos que se encuentran dentro de esta caja siguen de manera estricta los roles tradicionales; quienes están fuera rechazan estas expectativas y adoptan una visión más flexible e igualitaria; y quienes se encuentran al borde mantienen ciertas creencias tradicionales, pero también están dispuestos a cuestionarlas.

Los indicadores que se utilizan para medir la pertenencia a la caja incluyen mandatos de género masculino como el monopolio de la violencia, la heterosexualidad, la hipersexualización, el rechazo a la diversidad sexual y a la vulnerabilidad, la defensa del modelo familiar patriarcal y la crítica hacia la preocupación por la apariencia física. Estos elementos, que representan una visión conservadora de la masculinidad, son el eje central de este análisis.

¿Qué dice la población vasca sobre la masculinidad?

Una de las conclusiones relevantes de la publicación es que, en general, la población vasca se aleja de los modelos tradicionales de masculinidad. Un dato llamativo es que el 58,4% de la población encuestada se encuentra fuera de la caja de la masculinidad, lo que refleja un rechazo generalizado a las expectativas tradicionales sobre los hombres. Solo un 4,5% de la población sigue de manera estricta los mandatos de la masculinidad hegemónica, mientras que el 37,1% ocupa una posición intermedia, reconociendo algunos aspectos de la masculinidad tradicional sin adherirse completamente a ellos.

Además, las mujeres vascas tienen una postura mucho más alejada de estos estereotipos: un 73,6% se sitúa fuera de la caja, frente a un 43,2% de los hombres que también se distancian de los modelos tradicionales. Esta diferencia subraya un cambio significativo en las dinámicas de género en el País Vasco.

Sin embargo, a pesar de la gran mayoría que rechaza los estereotipos tradicionales, persisten ciertos mandatos de la masculinidad hegemónica, especialmente entre los hombres jóvenes menores de 20 años. Un 22,5% de los hombres creen que ser un «hombre de verdad» significa ser heterosexual, un 21,8% considera que no deben pedir ayuda, y un 20,3% afirma que un hombre no debe comportarse de manera afeminada.

Gráfico de elaboración propia Fad Juventud

El impacto de los modelos tradicionales en el bienestar emocional

Un hallazgo alarmante del estudio es que aquellos hombres que se alinean con los estereotipos tradicionales de masculinidad experimentan mayores niveles de malestar emocional. De hecho, el 32,2% de los hombres situados dentro de la caja de la masculinidad ha experimentado ideaciones suicidas, frente a sólo un 19,7% de aquellos que se alejan de estos estereotipos. Además, un 36,3% de los hombres dentro de la caja prefieren no pedir ayuda cuando enfrentan problemas personales, lo que contribuye a un mayor aislamiento.

Este patrón también se refleja en los datos sobre violencia de género. Mientras que el 80,3% de la población vasca considera que la violencia de género es un problema social grave, los hombres dentro de la caja tienen una visión que minimiza o incluso llega a negar la existencia de este fenómeno. Solo un 20% de estos hombres considera que la violencia de género es un problema grave, lo que subraya cómo las creencias tradicionales sobre la masculinidad pueden perpetuar actitudes peligrosas hacia las mujeres.

La importancia de la educación y la socialización en la construcción de la masculinidad

El informe pone de relieve el papel crucial de la educación y el entorno familiar en la cimentación de las identidades masculinas. El 55,1% de la población afirma haber recibido desde la infancia mensajes explícitos sobre lo que significa ser un «hombre de verdad». Estos mensajes, que a menudo provienen de entornos cercanos como la familia, refuerzan estereotipos de género que se perpetúan de generación en generación.

En este sentido, el informe destaca que los jóvenes de 15 a 29 años son los que más han recibido estos mensajes rígidos sobre la masculinidad. Un 69,3% de los hombres jóvenes ha crecido con definiciones tradicionales de lo que debe ser un hombre, lo que indica que, a pesar de los avances en la igualdad de género, las presiones para ajustarse a estos roles persisten con fuerza.

Transformar la masculinidad hacia modelos más igualitarios

El análisis subraya la necesidad de continuar con los esfuerzos para redefinir la masculinidad. Con este fin, propone algunas estrategias clave para avanzar en este proceso. En primer lugar, resalta la necesidad de ampliar las indagaciones sobre masculinidades, considerando fundamental profundizar en cómo estas evolucionan a lo largo del tiempo y en distintos contextos. Los estudios longitudinales pueden proporcionar una perspectiva más completa y dinámica sobre estos cambios.

Asimismo, se destaca la relevancia de la educación y la sensibilización como herramientas fundamentales para fomentar una reflexión crítica sobre los roles de género desde edades tempranas. Tanto en el ámbito familiar como en las aulas, es imprescindible que las y los educadores contribuyan a desactivar estereotipos y promuevan una masculinidad más flexible, igualitaria, saludable y respetuosa.

Otro punto central es la creación de espacios de debate y reflexión donde los hombres puedan cuestionar los mandatos de la masculinidad tradicional. Para que estos espacios sean realmente efectivos, es vital garantizar un ambiente seguro, desjerarquizado, basado en la mediación y el respeto mutuo.

Por último, la publicación pone en cuestión los efectos del neoliberalismo sobre la masculinidad. En el contexto actual, con frecuencia se presenta la imagen del hombre como un individuo autónomo que debe alcanzar el éxito a través del esfuerzo personal, circunstancia que genera fuertes presiones sociales y puede derivar en un alto grado de frustración. Frente a esto, muchos hombres culpabilizan a los cambios en los roles que ocupan las mujeres y al feminismo de sus malestares por lo que es importante abrir un debate crítico sobre el sistema económico y sus efectos en la identidad masculina.

La evolución hacia una masculinidad más inclusiva y responsable

Esta investigación realizada por Fad Juventud y Emakunde pone de manifiesto pues una tendencia esperanzadora sin tener la certeza sobre ello: la sociedad vasca parece estar distanciándose de los modelos rígidos de la masculinidad tradicional, a favor de visiones más flexibles y progresistas. Sin embargo, aún persisten tensiones generacionales y de género que reflejan la necesidad de continuar con los esfuerzos educativos y sociales para transformar las masculinidades hacia modelos más igualitarios y responsables. Solo así se podrá avanzar hacia una sociedad más justa e inclusiva, donde hombres y mujeres puedan expresarse y desarrollarse sin los límites impuestos por los estereotipos de género.

BIBLIOGRAFÍA

Sanmartín Ortí, A., Kuric Kardelis, S. y Gómez Miguel, A. (2025). La caja de la masculinidad en el País Vasco. Construcción, actitudes e impacto de las masculinidades en la población vasca. EMAKUNDE – Instituto Vasco de la Mujer; Centro Reina Sofía de Fad Juventud

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