La terapia asistida con animales ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente en el ámbito de la geriatría. A medida que la población envejece, es fundamental explorar métodos que mejoren la calidad de vida de nuestros mayores, y el trabajo con animales se presenta como una opción valiosa.
Uno de los principales beneficios de la terapia asistida con animales es su impacto positivo en la salud emocional de los residentes. La presencia de animales, ya sean perros, gatos, conejos, o incluso caballos, ratones, etc., puede reducir la sensación de soledad y aislamiento que a menudo experimentan las personas mayores. El facilitarles interactuar con un animal puede generar sentimientos de alegría y satisfacción, lo que contribuye a mejorar el estado de ánimo general.
Además, el contacto con animales puede disminuir los niveles de ansiedad y depresión. Diversos estudios han demostrado que acariciar a un animal puede liberar endorfinas y oxitocina, hormonas que promueven el bienestar, esto es especialmente relevante en residencias, donde nuestros mayores pueden enfrentar cambios en sus vidas, como por ejemplo, los sentimientos negativos que pueden manifestarse al dejar su hogar y mudarse a un centro.
Las actividades que involucran a los animales pueden ser diseñadas para fomentar habilidades motoras finas y gruesas, así como estimularlos a nivel cognitivo. Por ejemplo, alimentar a un perro o cepillar a un gato requiere coordinación y destreza que pueden ayudar a mantener la movilidad y la agilidad en los ancianos. Además, las interacciones con animales pueden estimular la memoria y la atención. El hecho de recordar cómo cuidar de un animal o participar en juegos simples puede ser una forma efectiva de mantener la mente activa. Los terapeutas ocupacionales pueden incorporar estas actividades en sus programas, adaptándolas a las necesidades y capacidades individuales de cada residente.
La terapia asistida con animales también promueve la socialización entre los residentes. Las actividades grupales que involucran a los animales pueden ser una excelente manera de romper el hielo y fomentar la interacción. Los residentes pueden compartir historias sobre sus propias mascotas, lo que no solo crea un ambiente más amigable, sino que también ayuda a construir relaciones significativas.
La socialización es crucial para el bienestar de las personas mayores, ya que puede prevenir el deterioro cognitivo y emocional. Al crear un espacio donde los residentes se sientan cómodos interactuando entre sí y con los animales, se fomenta un sentido de comunidad y pertenencia.
A modo de conclusión, el trabajo con animales en la tercera edad, especialmente en el contexto de una residencia, ofrece una variedad de beneficios que van más allá de la simple compañía. Desde la mejora del bienestar emocional hasta la estimulación cognitiva y la promoción de la socialización, la terapia asistida con animales se presenta como una herramienta valiosa. A medida que continuamos buscando formas de enriquecer la vida de nuestros residentes, es esencial considerar la inclusión de estos compañeros en nuestras prácticas diarias. La conexión entre humanos y animales no solo es gratificante, sino que también puede ser transformadora, brindando alegría y propósito a la vida de quienes más lo necesitan.
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Artículo redactado por Magalí y Carmen, terapeutas ocupacionales de Seniors Torrequebrada
