En el ámbito de la propiedad inmobiliaria, es común encontrar términos jurídicos que generan confusión, especialmente en herencias o transmisiones patrimoniales. Tres de los más frecuentes son usufructo, nuda propiedad y pleno dominio. Comprender sus diferencias es clave para tomar buenas decisiones a la hora de comprar, heredar o donar una vivienda. Te lo contamos en este post.
¿Qué es el pleno dominio?
El pleno dominio implica la titularidad completa sobre un bien. Es decir, quien posee el pleno dominio de un inmueble tiene tanto el derecho de uso y disfrute como el derecho de disposición. Puede habitarlo, alquilarlo, venderlo o donarlo sin necesidad de consentimiento de terceros.
Es la forma más habitual de propiedad en compraventas convencionales, pero no siempre es la que se transmite en procesos como las herencias, donde pueden separarse los derechos que lo conforman.
¿Qué es el usufructo?
El usufructo otorga a una persona el derecho a usar y disfrutar de un bien ajeno sin ser el propietario. En el caso de un inmueble, el usufructuario puede vivir en la vivienda, alquilarla y obtener sus rentas, pero no puede venderla ni modificarla sustancialmente sin el consentimiento del nudo propietario.
Es frecuente en herencias, donde uno de los herederos (por ejemplo, el cónyuge viudo) mantiene el usufructo vitalicio, mientras los hijos heredan la nuda propiedad. También se utiliza en donaciones, como fórmula para transferir la propiedad sin perder el uso de la vivienda.
¿Qué es la nuda propiedad?
La nuda propiedad es la titularidad de un bien sin el derecho a usarlo o disfrutarlo hasta que se extinga el usufructo. El nudo propietario no puede habitar ni alquilar el inmueble, pero sí es el legítimo dueño registral del mismo. Una vez fallece el usufructuario (en caso de usufructo vitalicio) o vence el plazo pactado, el nudo propietario adquiere el pleno dominio del bien.
La nuda propiedad se ha convertido en una alternativa interesante de inversión, especialmente entre mayores que buscan liquidez inmediata sin dejar su vivienda habitual.
¿Por qué es importante entender estas diferencias?
Conocer estas figuras es esencial en decisiones patrimoniales, ya que afectan directamente a la fiscalidad, los derechos de uso, el valor de mercado y las implicaciones legales de una transmisión. En Tecnotramit, ayudamos a particulares y empresas a gestionar estos procesos con la seguridad jurídica que requieren. Si tienes cualquier necesidad al respecto, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
