El sindicalismo centroamericano se dio cita el pasado 17 y 18 de mayo en Comayagua en el Encuentro Regional de IndustriALL. En este evento, que reunió a delegaciones de El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, junto a compañeras y compañeros de España, Brasil, Dinamarca y Países Bajos, se reafirmó el compromiso con el cambio social construido desde el territorio.
Este espacio constituye una muestra de que el diálogo directo con quienes sostienen el trabajo cotidiano en defensa de los derechos, y desde una mirada colectiva y de construcción de redes para la defensa de los derechos, es más necesario que nunca. En un contexto marcado por la inestabilidad económica, las reformas regresivas, la amenaza a los derechos laborales, la apuesta por una articulación sindical regional es clave. Desde nuestro punto de vista, supone una muestra de compromiso estratégico con la defensa del trabajo decente y de la igualdad.
El objetivo central del encuentro fue consolidar la coordinación sindical regional, analizar los desafíos del contexto laboral en Centroamérica y Europa, y avanzar en los preparativos del próximo Congreso Mundial de IndustriALL (noviembre 2025, Australia).
Entre los ejes estratégicos abordados destacan:
- El impacto de los aranceles impuestos por EE.UU. a las exportaciones textiles, que han provocado cierre de fábricas y pérdida masiva de empleos, siendo uno de los más afectados el sector de la maquila. A pesar de este contexto adverso, se identificaron oportunidades para reposicionar la región ante la reconfiguración del comercio global.
- La migración como fenómeno estructural, que afecta tanto a Centroamérica como a Europa. Por un lado, se abordó la problemática de la región centroamericana como corredor migratorio hacia el norte global, marcado por la expulsión forzada de población como consecuencia de la precariedad laboral y el desempleo creciente; mientras que, por el lado europeo, se evidenció cómo el flujo migratorio es de llegada en el que las personas migrantes acaban integrándose en sectores altamente feminizados y precarizados, como el trabajo de cuidados y la agroindustria, donde reproducen los mismos patrones de explotación que enfrentaban en sus países de origen. Estos flujos migratorios tienen un impacto directo en las cadenas de valor del sector textil, al facilitar, en Centroamérica, la rotación laboral y la precariedad, permitiendo a las empresas mantener estructuras salariales mínimas y diluir responsabilidades frente a la violación de derechos laborales. La presión por producir a bajo costo se traduce en externalización de riesgos, debilitamiento de la sindicalización y creciente informalidad, dentro de procesos que, aunque forman parte de cadenas globales, carecen de mecanismos efectivos de trazabilidad y rendición de cuentas.
- Los avances del movimiento sindical organizado en la región maquiladora, con la actualización del plan de trabajo 2025 de la Coordinadora Regional de la Maquila Textil, priorizando la libertad sindical, la salud laboral, la formación con enfoque de género y el mapeo regional de fábricas. Estos avances son un reflejo de la necesidad de regionalización sindical al haberse identificado problemáticas comunes, principalmente de movilidad empresarial dentro de los países de la región en pro de una mejora de costo – beneficio para la empresa y, por tanto, un detrimento de los derechos y beneficios laborales para la clase trabajadora.
Un momento clave del encuentro fue la reunión oficial con el Ministro de Trabajo de Honduras, quien expresó su respaldo a la libertad sindical y al fortalecimiento del diálogo social. Anunció avances en relación con la articulación de una nueva ley de libertad sindical conforme al Convenio 87 de la OIT, así como la puesta en marcha de ventanillas especializadas para abordar la violencia sindical. El diálogo fue un logro colectivo impulsado por las organizaciones presentes.
Para Sindicalistas sin Fronteras ISCOD UGT es importante resaltar que este tipo de encuentros son una forma de recordar la importancia de abordar las problemáticas en el sector textil de forma integral. Es decir, aranceles, maquila, migración, mercados internacionales, presión sobre proveedores, marcas y subcontratistas para garantizar condiciones laborales dignas en toda la cadena de valor.
En este sentido, nos gustaría destacar que el marco normativo sobre “debida diligencia”, así como los convenios internacionales para exigir transparencia y rendición de cuentas son herramientas necesarias para establecer y garantizar estos estándares mínimos en materia de derechos. Los avances en la legislación en materia de protección de las personas trabajadoras y de garantías a las libertades sindicales son, en sí, un elemento positivo que puede convertirse en una palanca de presión más para que los Estados y empresas garanticen los derechos laborales en Centroamérica.
El encuentro también representó una oportunidad para construir y fortalecer alianzas estratégicas entre sindicatos y organizaciones latinoamericanas y europeas como un elemento clave para impulsar impactos positivos con alcance global en materia de diálogo, de negociación colectiva y de justicia laboral.