ACOM denuncia los hechos gravísimos acontecidos en torno al XL Open Basque Country (Sestao, 12–18 de septiembre de 2025), donde se ha impuesto un ambiente irrespirable de violencia, coacción e intimidación contra siete jugadores israelíes. No hablamos de malentendidos: hablamos de antisemitismo explícito, de señalamiento por nacionalidad y de la quiebra deliberada de la neutralidad deportiva, jaleada por un entorno bilduetarra acostumbrado al terrorismo callejero.
Los hechos son inequívocos. Se intentó excluir a los jugadores por ser israelíes y solo la FIDE lo impidió. Se les quiso obligar a competir sin su bandera y bajo bandera ajena, y la organización solo reculó cuando la FIDE advirtió que podía retirar la homologación del torneo si persistía esa ilegalidad. Paralelamente, se fomentó un clima de hostilidad física y verbal incompatible con la seguridad mínima: se les comunicó que no contarían con protección alguna pese a solicitarla. Se les retiró de sus hoteles en Sestao y se les desvió a un hostal en Portugalete, en condiciones disuasorias y degradantes. La politización alcanzó el esperpento al anunciarse que no habría banderas de ningún país salvo la palestina.
Este patrón responde al manual de la mafia bilduetarra: intimidación, acoso y discriminación ejercidos con la impunidad del terrorismo callejero. Quienes actúan como cenutrios violentos no pueden pretender a la vez organizar torneos internacionales de ajedrez; es sencillamente incompatible.
Desde ACOM activaremos de inmediato acciones legales por posibles delitos de odio, coacciones y discriminación, así como por vulneración de los principios de igualdad, neutralidad y no discriminación que rigen el deporte. Exigiremos responsabilidades personales y orgánicas, reparación del daño y garantías reales y verificables. Requerimos, además, a FIDE, a la Federación Española y a la Federación Vasca la apertura de expedientes, la imposición de sanciones y la restitución plena del estándar de neutralidad, incluyendo la retirada de la calificación del torneo.
El ajedrez es una institución universal a la que la comunidad judía ha contribuido de forma decisiva: desde Steinitz y Lasker hasta Nimzowitsch, Tal, Kaspárov, Gelfand o Judit Polgár; desde los tratados que cimentaron la teoría moderna hasta los clubes y torneos que profesionalizaron el juego. Pretender expulsar a jugadores por su identidad es pura zafiedad. No vamos a permitir que el provincianismo cateto degrade el deporte intelectual por excelencia: si fuera por algunos, la competición más sofisticada del mundo sería levantar piedras.
Lo ocurrido en Sestao es antisemitismo y hostigamiento, no deporte. ACOM llevará estos hechos ante la justicia para que se depuren responsabilidades, se reparen los daños y se garantice que un atropello semejante no vuelva a repetirse en una competición en España